Desesperado por ti •|Xiaolumi|• 𝘼𝙐

¿𝐐𝐮𝐞́..?

Pasaban tan rápido los meses que ninguno de los dos se lo podía creer. Aunque a Lumine no se le "hinchaba" la tripa como a cualquier chica embarazada le ocurriría.

-Lu, ¿tu tripa no está hinchada? Es raro. Muchas jóvenes de tu edad en sus embarazos ya tendrían una panza grande. ¿Necesitas algo?- Preguntó Xiao preocupado. ¿Acaso no estaba embarazada? Imposible. Tampoco tuvo síntomas... Pensaba aquel Yaksha.

-E-eh.. No sé. Pero no me encuentro mal, así que ir al médico no es una opción.- La viajera se veía especialmente nerviosa ese día, sabiendo que faltaba menos de un mes para lo ocurrido.

-¿Y ese nerviosismo? ¿Qué pasa? Llevas así desde que amaneciste. ¿Hay algo que deba saber?- Se notaba cierta preocupación en él, pero parecía más bien enojado, pero.. ¿Por qué?

-¿Yo? Ah, ¿lo parezco? Solo tengo sueño, voy a dormir. Por cierto, los encargos acumulados dice Verr que los hagas tú, así que ya por la noche dormirás conmigo, ¿vale?- La chica sonrió y fue a dormir, lo que hizo a Xiao más preocupación.

(*¿Hice algo malo? Cumplí con todo lo que me ordenó, ¿cierto..? Oh, quizás sigue en su etapa pesimista. ¿Debería dejarla sola? Agh, me estoy distrayendo, mejor voy a acabar esos encargos. Son un peso.*) Pensaba Xiao. Pensó tanto durante los 7 encargos que el último no pudo hacerlo por el dolor de cabeza. Y a esto, recurrió a la Preservadora de Nubes, quién no le quiso contar lo que en realidad pasaba para no volver a arruinar las cosas.

-Hola joven Xiao, ¿vienes por tu dolor de cabeza? Si es así, puedes quedarte acá hasta la madrugada, son las 21:00 PM. No pasará nada si te quedas un rato.- Ella se veía amistosa, lo contrario que aquel día en el que le retuvo por casi 1 semana.

-Uh, gracias Preservadora. No te preocupes, volveré ya por la mañana. Por lo menos a las 10:00 AM. Parece que Lumine necesita estar sola, creo que me esconde algo.- Dicho eso, Xiao se quedó en aquella roca a meditar toda la noche. El viento golpeaba sus ropas provocando frío, pero él pensaba en un castigo razonable, pues él pensaba que hizo algo malo.

Ya por la mañana, a las 9 AM aproximadamente, la viajera no encontraba a Xiao, así que se dirigió a aquella montaña.

-¡Xiao! ¡Xiao!- Gritaba. Aquel Yaksha no aparecía. ¿Dónde estaba? Ella ya había subido la montaña con las corrientes de viento. Pero siguió sin encontrarle, y esto le preocupó.

-Zhongli, ¿sabes dónde está Xiao? No le encuentro por ningún lado.- Childe les acompañaba, ya que Zhongli no tenía Mora.

-¡Joven! ¿Qué tal ha ido todo? La gente rumorea que estás embarazada. ¿Es cierto eso?- Preguntó Ajax carismático.

-Bueno... Se podría decir que si jaja..- ¿Qué significaba ese "se podría decir"? Se preguntaba el pelirrojo, pero lo ignoró. Aunque a todo esto, Zhongli sabía el secreto de Lumine. Por intuición y por ser un simple arconte.

-¿Xiao? Se fue a Sumeru a por unas plantas medicinales, Qiqi las necesitaba.- Con esto, Zhongli se despidió de la viajera y se fue con Ajax, ya que debía irse a una reunión en el pabellón Liuli.

(*¿Sumeru? ¿No es ese el lugar donde muchos eruditos habitan? No puedo ir allí, no desbloqueé ese lugar aún. ¿Debería quedarme en la cama y esperar a que todo pase? Debo hablarle del embarazo.*) Ella pensaba que Xiao llegaría al día siguiente, pero llegó una semana después con una bolsa llena de hierbas. Más grande que él era, seguro.

-Oh, ¿Lu? Mañana según las suposiciones das a luz, ¿qué haces paseando tan tranquila en la ciudad? Ve a la habitación, te explicaré el porqué del largo viaje. Le entrego esto a Qiqi y voy.- A la viajera no le quedó más remedio que hacerle caso y abandonar el lugar. Según lo que contaba Xiao.

-Tengo que contarte algo sobre el embarazo. ¿Me prometes que no se lo contarás a nadie...?- Lumine dijo.

-Claro. También quería hablarte de eso.- Ambos se sentaron en la cama al lado del otro.

-Dígamoslo a la vez.- Sugirió Lumine, a lo cual Xiao aceptó.

3..
2..
1..

-Lo del embarazo era falso.-
-¿Me mentiste del embarazo?-

Ambos lo dijeron a la vez. Xiao miró a aquella viajera a punto de llorar al lado suyo.

-¿Qué?- Xiao estaba atónito. ¿Por qué lo hizo?

-Necesito estar solo. Descansa, es duro mantener tanto peso en un tiempo. Por cierto, no te disculpes.- Con eso dicho, Xiao se fue. Sin recibir respuesta de la chica.

Acto seguido, fue a Sumeru, le gustó tanto la ciudad que planeaba quedarse medio mes, era suficiente tiempo para recapacitar todo.

-¡Hola! Veo que volviste, ¿pasó algo?- Preguntó la herbolista que le vendió las hierbas para Qiqi.

-Simplemente un shock, ¿puedo alquilar una pequeña casa? Me quedaré por lo menos un mes si no es molestia.- La chica de la recepción le aceptó amablemente y le dio la casa más acogedora, grande y barata.

Se asentó rápidamente y descansó los días que no lo hizo por el supuesto embarazo de la joven. Mientras esta lloraba sin parar, "tal vez no debió habérselo contado, pero hacerlo tarde era peor." Eso era lo que ella pensaba, pero seguía echándose la culpa.

Los días pasaban, lentos para la chica y rápidos para el contrario. Lunine no comía, apenas dormía y ni salía. Parecía que se iba a desmayar en cualquier momento sin darse cuenta. Hasta que llegó el día en el que Xiao llegó a Liyue de nuevo para irse a Sumero definitivamente. Su plan era: despedirse de Lumine, recoger sus cosas, avisar a Zhongli e irse. Pasos simples y fáciles de hacer, unos más que otros...

Aquel chico volvió a la posada, y se encontró con la puerta cerrada y con cerrojo/pestillo puesto. ¿Qué? Pensó. ¿Volvió a hacerlo...? Inmediatamente entró a la habitación de un golpe, encontrando a la joven, pálida y postrada en el suelo como si se tratara de una manta tirada. Pensó que estaba dormida así que la tumbó en la cama, recogió su equipaje y se fue.

-¿Estoy hablando con Xiao? Hola, soy Verr de la posada. El mensaje que quiero transmitir es que la viajera recientemente se desmayó cuando usted abandonó la posada. Ahora mismo está en una clínica cercana a la joyería Mingxin. Lo digo por si la quiere visitar, aún no despierta pero puede que su compañía la haga al menos despertar.- Xiao al enterarse de esto dejó caer el poco equipaje que llevaba.

-¿Qué...?-

1088 palabras.