Desesperado por ti •|Xiaolumi|• 𝘼𝙐

Lo malinterpreté todo.

KAZUHA'S POV:

Esta mañana amanecí antes que ella como siempre, cada uno por su lado, ningún roce esta vez. Después de la agitada noche de ayer estaba bastante cansado, pero una vez en nuestro destino es un alivio no tener que sentir miradas de adolescentes cada día. Era divertido ver a Lumine cada día mirándome con cara de 'Aléjate de ellas o te alejo yo'.

-Lumi, despierta. No me hagas tirarte como ayer.- En cuanto dije esas últimas palabras inmediatamente se levantó con la misma expresión de todas las mañanas.

-Ni te atrevas.- Teníamos una relación de mejores amigos, pues no me atrevo a dar el siguiente paso por lo de su ex. Siendo mucho más que sincero ella me gusta, y bastante. Pero no creo poder avanzar más, así que esperaré a su recuperación. Aún así me siento un mal amigo por desarrollar estos sentimientos en una crisis suya, pero es demasiado fuerte como para dejarlo de lado.

-Era broma. Realmente tienes que aprender a madru...- Ella me interrumpió bostezando y volviendo a la cama. Como si de alguien con poco sueño se tratase.

-Blah, blah, blah. Todo palabras. Bastante tuve contigo ayer persiguiéndome.- Dijo ella antes de supuestamente dormir.

-Parecías borracha espantando mujeres.- Dije con una sonrisa ladeada, ella solamente me miró y se giró.

-No sonrías así. Aunque te he ayudado a distanciarte de las mujeres. ¿Donde está mi agradecimiento? No lo veo.- Ella solamente podía pensar en aquellas adolescentes de ayer, parecía ser su único recuerdo.

-¿Como voy a tener novia si no paras de alejarlas, Lumi? Además, ¿no recuerdas lo que ayer hiciste? Quitándote la polera enfrente de todos como si tuvieses un bikini debajo.- Ella se volvió a girar para verme, aún adormecida solo podía acomodarse.

-No necesitas novia.- Y con eso último se giró y se durmió. Realmente pienso que ella se desvela leyendo cada noche para despertarse a las 11:00.

-Mhm. Como digas. Pero no puedo evitar que me saluden, y tú tampoco.- Recogí mi ropa del armario para ir a ducharme y ponerme lo que siempre llevaba fuera, el kimono rojo.

Al volver, ella no estaba. Y la puerta estaba abierta. Solo pude pensar en algo, un hombre de ayer la vio y quiso llevársela. Realmente estaba en pánico, pero me tranquilicé al ver un rastro de huellas sobre el recién fregado suelo del pasillo.

-Oye, ¡suéltame!- Escuché por lo lejos a Lumine gritar, y cuando vi al supuesto hombre me sorprendí bastante. Era Xiao.

-¿Qué haces acá? Eres el guardián de Liyue, deberías cuidar tus tierras y no ajenas.- Estaba enfadado, bastante. Si tan caballeroso era debería presentarse primero en mi camarote porque ella estaba durmiendo y viviendo en mi camarote actualmente. Solo con verle agarrando a Lumine de la cintura hizo mi sangre hervir. La agarre al estilo princesa y la llevé a nuestro camarote, para luego casi interrogarla.

-Oye, realmente no sabes quedarte acá a dormir, ¿no?- Ella me miró como una niña pequeña siendo regañada por alguien, me daba pena, pero debe de aprender en quien confiar.

-Es que dijo que quería aclarar las cosas. Y luego me quería besar.- Suspiré y le dije que se vistiera, lo único que me faltaba era que se fuese en otra polera mía por ahí como un fantasma.

No me quiero enfadar mucho con ella, no es mi rollo ser agresivo, solo en lo necesario. Pero si enfadarme con ella implica pegarla entonces no me enfado nunca. Haría lo que sea por salvarla de lo que ha vivido y retroceder al día en el que conoció a Xiao para haberme quedado con ella y formar una pareja feliz sin problemas. Pero conocernos fue parte del destino, y el pasado es algo que no se puede cambiar. Vivirá con ese trauma cada uno de sus días, pero lo ha experimentado y sabe que no lo volverá a pasar, confío en eso.