I found you.

419 19 0
                                    

¿Cuántos días han pasado? ¿Cuántas semanas, meses, años, eh vivido así?

Creo que son dos años. Dos años de intentar sobrellevar mi vida, de traerla de vuelta al punto de inicio. No fue fácil, pero supongo que ahora mi corazón no está tan hecho trizas. Pude lograr juntar los pedazos antes de que sea demasiado tarde. Antes de que ella los volviera a pisotear por enésima vez.

Sin embargo, ahora éramos –a mi disgusto- solo amigos. Amigos y vecinos, que indudablemente sentían una atracción por el otro. Porque yo veía como me miraba, después de todo, era notable.

Yo tampoco me había podido olvidar por completo de ella. Había sido difícil, pero al menos pude salir con diferentes mujeres, y avanzar en mi vida. El trabajo había mejorado notablemente, y la semana pasada terminé con mi ex-novia, Vanessa.

Algo molesta, pero era una buena persona. Y siempre me había ayudado en todo, y yo a ella. Claro que Vanessa sabía lo de Cindy, y extrañamente lo aceptaba. Supongo que era feliz a mi lado, y por eso no se molestó en decir ni mú.

Después de todo, al final se cansó, y me dejó. Era lo mejor, no podía estar con alguien que no amaba desde el fondo de mi corazón. Cindy me trajo una dulce maldición, pero, era mejor que nada. Podía disfrutar el –ahora- sin quedar estancado en el –ayer-.

-¡Louis! ¡Louis! –Exclamó ella corriendo de un lado al otro en mi departamento.

-Tu teléfono está en la mesa de la sala. –Respondí tranquilo, ella río y me sonrió.

-Gracias tonto. –Exclamó. –Por cierto, saldré con Jake, ¿Quieres venir? –Preguntó risueña.

-Tres son multitud. –Espeté secamente. Realmente a veces sentía que me lo hacía a propósito.

-Como quieras. ¿Mañana almorzamos juntos? –Preguntó. –Salgo de la empresa a las dos.

-Seguro, ¿en el resto de enfrente verdad? –Susurré con mi vista en el televisor. Estaban pasando noticias, y la verdad me aburría verlas, pero no quería mirarla. Me daba la sensación de que lloraría si la miro.

-Adiós Louis, gracias por todo. Tus gráficos me han salvado. –Confesó, y desapareció tras la puerta en cuestión de segundos. Odiaba mi actual vida.

El día siguiente transcurrió un tanto tranquilo. Sin mucho trabajo, logré salir faltando un cuarto para las dos, y así poder llegar al tiempo al restaurant para poder hacer la reservación. Al cabo de unos minutos, Cindy atravesó la puerta para dedicarme una tierna sonrisa, de esas suyas tan peculiares y únicas.

Lo extraño era, que venía más feliz de lo usual.

-¿Te han promovido? –Burlé y ella negó con la cabeza.

-Adivina.

-Te ganaste la lotería. –Exclamé boquiabierto, en un tono burlón. Ella me golpeó despacio en el hombro y me estiró su mano, que ahora traía un anillo en su dedo anular.

Mi estómago recibió un golpe bajo, y de pronto, me vi sin aire.

-¡Jake me propuso matrimonio! –Dijo radiante de felicidad. La fulminé con la mirada, y me paré.

-Sabes, de repente, no tengo hambre. Además, recibí un mensaje del jefe. Me tengo que apurar si quiero tener esos papeles listos antes de las cuatro. Lo lamento, pero ten, invito yo. –Exclamé cediéndole algunos billetes de cien. Creo que en total serían 300 dólares.

Tomé mi saco y salí disparado de allí. No puedo creer que esto realmente me está sucediendo. No puedo creerlo.

Después de todo lo que me costó olvidarla, el pánico, el dolor, el pasado me encuentra.

Wedding BellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora