.Parte 12.

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— Veo que ya has despertado.

— Si...

— ¿Como te sientes?.

— No sabría decirte, es decir me he convertido en titan y e devorado a un humano, es como que e perdido un trozo de mi humanidad.

— Entiendo. Imagino que van a ir a ver ese extraño sótano de la casa de Eren — Sara vio el horizonte.

— Si, nosotros nos quedaremos, ya que las heridas de Sasha son algo graves — Se hizo el silencio. Armin miró el suelo y levantó la mirada hacia ella — Sara yo - - — Los ojos del rubio se abrieron al ver que de los hermosos ojos de Sara salían lágrimas — !¿Que te pasa?!.

— Estoy feliz de verte vivo — Le miro — No sabes lo mal que lo estábamos pasando, creíamos que te perderíamos, que no volveríamos a verte. Solamente de pensarlo me estaba destrozando. Que alegría que estés vivo Armin — Armin suspiro con una leve sonrisa.

— Ya no llores anda, que si no los ojos se te hincharan — Le seco las lágrimas con los pulgares de sus manos.

— !Lloro por tu culpa tonto! — Frunció el ceño.

— Lo siento — Miro al suelo y Sara le abrazo sin pensarselo dos veces

— No lo vuelvas hacer nunca, si lo haces te juro que no te lo perdonaré jamás — Escondió su rostro en su pecho.

— Esta bien no lo are nunca más — Le correspondió el abrazo, le toco el pelo tranquilizandola y oliendo su cabello, cogió aire por la nariz y lo soltó lentamente — Sara te tengo que decir una cosa.

— Es verdad — Se apartó de él — Me dijistes que si salíamos de esta querías comentarme algo. De que se trata — Se seco algunas  lágrimas que aún seguían cayendo.

— Ya que e vuelto a vivir, no pienso guardarlo mas — Su mirada era sería y sus ojos entre cerrados con el feño fruncido — Yo - - yo - - desde hace un...un tiempo - - — Le temblaba la voz y sus manos, Sara levantó una ceja extrañada e inclino su cabeza hacia un lado — Lo que trato de decirte es que - - — (!Por que me cuesta tanto decirselo!).

Sara esperaba lo que tenía que decirle, lo veía demasiado nervioso. Sonrió de lado, volvía a ver al Armin de siempre.

— Armin respira que te va a dar algo hahaha — Se rio por lo bajo.

— !No te rías que es importante! — Se puso algo rojo — Me cuesta decírtelo por que se trata de ti.

— ¿De mi? — El asintió — Oh... — Se cruzó de brazos. Una suave brisa hizo que su cabello largo y negro se moviera al son y sus ojos se abrieron un poco y miró hacia una dirección.

— ¿Sara? — No obtuvo respuesta, ella seguía mirando hacia aquella dirección — Oye — Le toco el brazo haciendo que ella parpadeara.

— No te lo creeras, pero, estoy escuchando algo.

— ¿El que? — Miró a su alrededor — Aquí no hay nadie y yo no escucho nada.

— Algo de mi esta tirando, hacia allí — Levanto su brazo y con su dedo indico una dirección.

— ¿Que sientes? — La miró de reojo.

— Siento como si tuviera una cuerda al rededor mío y me tirara, también escucho  susurros...

— Que te dicen.

— Encuentranos... Armin, ¿crees que estoy perdiendo la cabeza? — Se toco la cabeza con una mano mirando el suelo.

LA HIJA DEL CAPITÁN LEVI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora