I say no matter how I try, I realize

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I cry to my daddy on the telephone, how long now
Until the clouds unroll and you come home, the line
the shadows still remain since your descent, your descent
The saints are coming, the saints are coming
I say no matter how I try, I realize there's no reply

Green Day feat U2

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Dimitri.

No puedo creer que haya hecho eso - exclamó Sonya cuando le informé de lo que había
hecho Karo al presentar a Tasha y Rose sin que yo lo supiera.
Estábamos teniendo una relativa ola de calor para esa época del año y las calles estaban
llenas de gente disfrutando de la mañana de un sol suave y una temperatura cercana a los
25 grados, a pesar de ser un día escolar normal. Sonya aprovechó para caminar con Dasha
y terminé encontrándome con las dos cerca de la tienda mientras salía a almorzar, desde
que me enteré de lo que había hecho Karo, evité ir a la casa de mi mamá, todavía no
estaba segura de poder hablar tranquilamente. con Karo sin decir cosas de las que
probablemente me arrepienta después y realmente la ofenda esta vez, así que preferí
mantener la distancia.
- Lo hizo - dije con consternación, - al final no fue tan malo, porque gracias a eso Tasha y yo
lo hicimos bien, pero Rose no tuvo que pasar por algo así.
- ¿Y has hablado con Karo? - ella preguntó.
- Si hablo con ella ahora, nuestra conversación no será nada civilizada - admití - Mamá
insiste en que lleve a Rose a conocerla, pero ¿cómo puedo hacer eso cada vez que le doy
la espalda? Karo hace algo para ofenderla?
- ¿Hablaste con ella? ¿Sabes acerca de conocernos? - cuestionó Sonya - tal vez sea bueno
que se dé cuenta de que no somos todos iguales.
- Ya lo pensé, pero no estoy seguro - admití - se llevaba bien con Tasha, al menos en la
medida de lo posible, pero no quiero forzar nada que la incomode.
Caminamos juntos hacia la plaza del pueblo, donde una serie de chorros de agua instalados
en el suelo formaban una fuente donde los niños disfrutaban divirtiéndose en verano.
En mi opinión, será más incómodo si pasas demasiado tiempo - insistió ella - puede
pensar que su familia realmente no piensa bien de ella, es la visión que ella ya tiene, al
menos. O peor aún, que no consideras adecuado presentarnos.
Absorbí ese consejo. ¿Mi hermana tenía razón? ¿Podría Rose pensar que la estaba
escondiendo de mi familia por no presentarla?
- Lo arreglaré - le aseguré todavía pensativa.
Damos la vuelta a la fuente, entrando en un centro comercial peatonal rodeado de árboles
que nos llevarían de regreso a la tienda, cuando algo me llamó la atención. Rose estaba a
unos metros de distancia, sentada en uno de los bancos, observando el movimiento a su
alrededor.
- ¿Que pasó? Sonya frunció el ceño mientras me miraba.
- Rose - señalé el lugar donde se acomodaba descuidadamente a la madre de mi hijo.
- Ohh, ¿y nos presentarás o fingirás que no la conoces? - Sonya me bromeó cuando notó
que Rose había mirado en nuestra dirección.
Reflexioné por un momento, no habría escapatoria de esa presentación, y no habría razón
para eso, sabía que Sonya sería más sensible a nuestra situación que Karo.
- Vamos - murmuré, acercándome al banco.
Tan pronto como Rose notó nuestro acercamiento, se puso de pie, luciendo insegura sobre
cómo debería actuar en la situación actual.
- Dimitri, hola ...
- Buenas tardes Rose - me incliné besando su rostro - ¿Cómo estás?
- Bueno, estamos bien - sonrió antes de mirar a Sonya que esperaba pacientemente a que
la presentara.
- Rose, ellas son hermana Sonya y mi sobrina - les presenté mientras ella la saludaba con
una sonrisa educada.
- Es un placer conocerte finalmente, Rose. He escuchado mucho de ti - aseguró.
Rose cambió su mirada entre nosotros claramente sin saber cómo reaccionar ante ese
comentario.
- No te preocupes, solo escuché cosas buenas, te lo - parpadeó.
Noté que Rose parecía un poco más aliviada a pesar de que todavía estaba un poco tensa por la situación
Es un placer conocerte - balbuceó Rose mirando con curiosidad a mi sobrina en brazos de
su madre.
- Ella es Dasha - explicó Sonya con una sonrisa mostrando a su hija con orgullo.
Rose le devolvió la sonrisa con un poco más de naturalidad.
- Es hermosa - garantizó Rose tomando su mano vacilante para acariciar el rostro del bebé.
Dasha sonrió ampliamente ante la caricia de Rose, lo que hizo que Rose retirara su mano
instintivamente de inmediato.
- Le gustaste - aseguró Sonya - No suele gustarle nadie.
Un brillo apareció en los ojos de Rose mientras miraba a mi sobrina, acariciando su rostro
de una manera menos vacilante.
- ¿Cuánto tiempo tiene?
- Cuatro meses - aseguró Sonya - al principio pensé que no podría lidiar con eso ya sabes,
pero ahora ...
Rose se mordió el labio inferior, mirándolos a los dos con una expresión pensativa, y pude
imaginar lo que estaba pasando por su mente. Tampoco nos sentíamos preparados y en
unos meses no tendríamos alternativas.
- Sé lo que estás pensando Rose, tenemos mucho de qué hablar - aseguró mi hermana - tal
vez deberíamos vernos en otro momento.
- Ohh, no lo sé - balbuceó Rose mirando en mi dirección sin saber qué decir.
Me pregunté por un momento si era una buena idea dejar a Rose en compañía de Sonya
sin conocerla tan bien. ¿Se sentiría cómoda con eso? Por otro lado, confiaba en Sonya,
sabía que a diferencia de Karo, ella entendía nuestra situación y sería sensible al tratar con
Rose.
- Lo arreglaremos, pero por ahora tengo que irme - Sonya decidió darle a Rose algo de
tiempo para que se acostumbre a esa idea.
- Fue un placer conocerte, Sonya - dijo Rose con una pequeña sonrisa.
- Dile a mamá que iré hasta el fin de semana - abracé a mi hermana.
Rose y yo miramos a mi hermana y a mi sobrina alejarse una al lado de la otra. No pasó
mucho tiempo antes de que la atención de Rose regresara a mí.
- Iba a trabajar y me detuve por un tiempo - explicó.
Puedo acompañarte si quieres - propuse.
La única respuesta que obtuve de Rose fue una pequeña sonrisa antes de caminar de
regreso a la escuela. No tuve dificultad para acompañarla mientras pensaba en algo que
discutir con la madre de mi hijo.
- Entonces, ¿saliste ayer con Vasilisa y Dominic? - Lancé lo primero que recordé.
- Ohh sí, fue muy divertido - una sonrisa genuina iluminó su rostro por primera vez desde
que nos conocimos ese día.
- Son buenas chicas -, dije.
- Bueno, acabé contándoles sobre nuestra situación - dejó de caminar y me miró
preocupada - Espero que no te importe.
- ¿Me importe? Rose, eso es ridículo - te aseguré - ya te lo dije, no tengo interés en
esconder nuestra situación. Eres la futura madre de mi hijo, nada cambiará eso.
Una tímida sonrisa iluminó su rostro antes de que apartara la mirada y comenzara a
caminar de nuevo, la miré por unos momentos antes de seguirla. Rose estaba demostrando
ser una mujer increíble y estaba feliz de llevarme bien con ella.
- Estamos juntos en esto, Rose.
Vi el lugar de trabajo de Rose aparecer en nuestra línea de visión, lo que me hizo disminuir
un poco la velocidad en un intento de aumentar ligeramente nuestro tiempo juntos.
- Sabes Dimitri, ya que dijiste eso, tengo algo que preguntarte - volvió a dejar de caminar.
- ¿Qué es? - Fruncí el ceño sintiendo que la curiosidad se apoderaba de mí.
- Necesito hacer una ecografía el viernes en Vail - explicó - No estoy segura de cómo ir y ...
- Solo necesitas darme la dirección y la hora e iremos juntos - le garanticé cuando entendí lo
que quería.
- ¿No se interpondrá en el camino? - preguntó sin ralentizar sus pasos - Puedo arreglarlo.
- No te preocupes, quiero participar en esto. Quiero estar presente en cada detalle, Por eso
te traje a Aspen. No tienes que temer molestarme de ninguna manera con cualquier cosa
que necesites - enfaticé, recibiendo una sonrisa de agradecimiento a cambio.
Dejamos de caminar cuando llegamos a la puerta de la escuela, Rose miró a su alrededor y
se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
- Tengo que irme, camarada. ¿Te veré el viernes?
Que te vaya bien en la clase Rose. Claro envíame la dirección y la hora. - dije cuando me
despedí de ella
~~ ** ~~
- Entonces, ¿van a Vail juntos? - Preguntó Tasha, luciendo incómoda.
Nos acomodamos en mi cocina desayunando juntos antes de ir a buscar a Rose para la
ecografía. Aunque Tasha aceptó esa situación, pude ver que se sentía incómoda con ella.
¿Pero qué podía hacer yo? ¡Quería participar en estos detalles y nunca antes había visto
una ecografía!
- Sí, la clínica donde Rose logró programar la cita está en Vail, pero no está tan lejos.
Deberíamos estar allí en una hora, - le expliqué, mirándola tomar un sorbo de su taza de
café.
- Ya veo - se mordió el labio inferior antes de empezar a jugar con las tostadas - ¿Has visto
alguna ecografía?
- No, esta será la primera que hará después de que me lo haya dicho - Le serví un poco
más de café - Estoy deseando ver cómo va.
Ella sonrió aceptando el café extra. Me sentí un poco mal por esa sonrisa, sé que Tasha ha
estado tratando de ser comprensiva, pero también comprendo lo incómoda que fue esa
situación para ella.
- ¿Te veré cuando regreses? - preguntó finalmente.
- Claro - me aseguré levantándome - no debería tardar mucho.
Escuché el suspiro resignado de Tasha cuando salí de la habitación. Sin duda tendré que
compensarlo más tarde. Me tomó unos minutos cambiarme de ropa y llevarme a Tasha a
casa Antes de dirigirme a casa de Rose. Cuando finalmente llegué, estaba unos minutos
tarde, pero esperaba que ese pequeño retraso no importara. Escuché su impaciente
movimiento tan pronto como toqué el timbre y el hecho de que ella abriera la puerta
confirmó inmediatamente mis sospechas.
- Camarada, pensé que lo habías olvidado - Ella sonrió con alivio.
- Lo siento, llego tarde, ¿Estás lista? - cuestioné Mientras admiraba su apariencia.
Rose llevaba un suéter color crema, jeans y se había soltado el cabello enmarcando su
rostro y resaltando sus labios enrojecidos.
- Vamos - parpadeó antes de irse y cerrar la puerta detrás de ella.
La seguí en silencio hasta el coche y luego nos pusimos en camino hacia Vail para ver a
nuestro hijo. En los primeros minutos del viaje, el único sonido que llenó la habitación fue el
de la radio, donde la voz de John Fogerty cantó la letra de Have You Ever Seen The Rain.
Tamborileé con los dedos en el volante para acompañar la melodía de la canción recibiendo
una mirada divertida de Rose.
- ¿Que pasó? - cuestioné ante su mirada.
- ¿Conoces algo de música actual, camarada? - me bromeó - ya sabes, una que se grabó al
menos después de que yo naciera.
- Esta canción es un clásico, Rose - No pude evitar reírme - ¿Cómo es posible que no te
guste?
- No dije que no me gusta, solo intento conocer mejor al padre de mi hijo. Comenzando con
su gusto musical prehistórico, parpadeó, haciéndome reír.
- ¿¡Gusto musical prehistórico!?
- ¿Te gusta algo que vino después del cambio de milenio, camarada? - insistió en su
provocación.
- Me gusta la buena música, sin importar la hora - lo corrigí bajando un poco el volumen de
la radio - pero supongo que no escuchas nada que no sea al menos diez años más joven
que tú.
- Eso es ridículo...
- Vamos, apuesto a que te consideraste un gran revolucionario mientras cantabas
"American Idiot" en tu adolescencia - Me burle de ella al recibir una mirada de asombro a
cambio.
- ¿Conoce Green Day? - esa fue tu siguiente pregunta.
No pude evitar reírme de nuevo con esa pregunta, Rose, ¿olvidaste que tengo una hermana
de casi tu edad? Tuve que aguantar que Vika se pintara las uñas de negro y pensara que
era una gran punk por pintarse las uñas de negro y que le gustaran Green Day y Avril
Lavigne sin siquiera saber una canción de Ramones, aunque no puedo ver a Rose con esa
mirada descuidada que mi hermana mantenía en sus quince años, no, parecía ser del tipo
que siempre le gustaba disfrazarse.
- Tengo una hermana de casi tu edad, Rose.
- Admítelo, camarada, apuesto a que te pintaste los ojos y usaste una corbata a rayas
fingiendo ser Billie Joe mientras cantabas Jesus of Suburbia en tu habitación -, se burló.
- ¿Realmente puedes imaginar algo así, Rose? - cuestioné divirtiéndome con ese ridículo
pensamiento.
Rose pensó por un momento antes de sonreír de nuevo cuando Dangerous comenzó a
sonar en la radio.
- Ohh no, apuesto a que eras del tipo que usaba Michael Jackson - me guiñó un ojo de
nuevo - dime amigo, ¿qué movimientos sabes? ¿Agarrar la entrepierna, Moonwalk,
antigravedad?
Ese comentario terminó provocando una crisis de risa casi interminable en ambos, la
imagen que se había formado en su mente era tan absurda que era imposible no reír.
- Conoces muchos movimientos para aquellos a quienes no les gusta Michael Jackson -
Finalmente logré controlarme.
- Bailarina profesional, ¿olvidaste? - me miró por el rabillo del ojo en medio de una pequeña
sonrisa - además, nunca dije que no me gusta Michael Jackson, te equivocaste conmigo, mi
primera actuación de baile en St. Vladmir fue un recuento de What a feeling de Irene Cara y
yo lo hice muy bien.
- No lo dudo - llevé mi mano derecha hasta su barriga, acariciándola un momento - pero en
cualquier caso, creo que mejor me ocupo de las canciones que escuchará el bebé.
Ella puso los ojos en blanco a pesar de no responderme, pasamos unos minutos más en
silencio mientras yo seguía la carretera principal que nos llevaría a Vail. Rose observó el
paisaje con curiosidad mientras subíamos a la ciudad.
- ¿Disfrutando de la vista? - Decidí romper el silencio.
- ¿Esta carretera está siempre cubierta de nieve? - cuestionó Rose observando las
montañas que rodeaban la carretera parcialmente cubiertas de nieve - Desde que llegué a
Aspen no ha nevado al menos, por cierto, esta semana la temperatura estuvo bastante alta.
- Vail está más alto en la montaña que Aspen - expliqué - por lo que escuché, hubo un poco
de nieve aquí esta semana y las temperaturas de la semana no fueron suficientes para
derretirlos.
Rose suspiró, mirando el paisaje de nuevo en silencio, de repente luciendo un poco
melancólica.
- ¿Cómo te va con las clases?- Decidí cambiar de tema.
- Bueno, esas chicas son increíbles - sonrió haciéndome satisfecho al deshacerme de ese
sentimiento que noté en su rostro - No tienes idea de lo graciosas que son, aparentemente
Kim le dijo a su mamá que su nueva maestra está embarazada y decidió que deberías
traerme un bocadillo extra todos los días.
- Eso es bueno - dije.
Sería aún más amable si su familia no fuera una especie de fanáticos de las algas - se rió
Rose - ayer me llevó un quiche de algas y antes también fue una extraña ensalada de
algas.
-Vamos, no puede ser tan malo - le bromeé.
- ¿Comes algas?, camarada? - ella me dio una mirada incrédula, solo volví mi atención a la
carretera, escondiendo una pequeña sonrisa - eso es lo que pensé.
- De todos modos, me alegro que estés bien, estaba seguro de que sería así - le dije.
- Estoy mejor de lo que pensaba. Y no solo en cuanto a ser maestra, sino en la ciudad en
general, ya sabes ”, confió.
- Me alegro de que lo sea - dije, - espero que la primera impresión de Aspen se haya
deshecho.
- No te preocupes, todo el mundo está siendo amable conmigo - informó - ayer me visitó tu
hermana en mi casa.
- ¿Como? - Fruncí el ceño ante esa información - ¿¡Karo fue a visitarte !?
Te juro que si mi hermana le dijo algo más a Rose ...
.- Oh no, hace días que no veo a Karo - garantizó - Estoy hablando de Sonya, fue Con tu
sobrina y cenó.
- ¿Sonya? ¿Te llevó a cenar? - Me sorprendió la actitud de mi hermana, pero a Rose no
parece importarle.
- Creo que esto es una costumbre familiar - se encogió de hombros, comenzando a jugar
con el dobladillo de su suéter.
- ¿Qué quieres decir? - Fruncí el ceño sintiéndome un poco aturdido por ese comentario.
- Tu abuela, ella me ha estado visitando casi todos los días para asegurarse de que coma
bien - Rose sonrió - ella piensa que no puedo cuidar a un bebé sola, incluso si él está dentro
de mí.
- ¿Te refieres a mi abuela Yeva? - balbuceé un poco Incrédulo.
- Ahh sí, lo siento, no sabía que tu otra abuela también estaba viva - me miró directamente
haciendo que mi corazón se acelerara.
- ¿Desde cuándo conoces a mi abuela?
¿Qué estaba pensando Yeva? ¿Conoció a Rose sin decirme nada? ¿¡Y también dijo que
ella no puede cuidar de nuestro hijo !?
Fue al día siguiente de mi llegada a Aspen. Vino a mi casa a visitarme y llevarme algo de
comida - informó Rose - y se convirtió en un hábito para ella.
- Rose lo siento, te juro que no lo sabía - suspiré.
- Oye, no es gran cosa, dijo que si fuera por ti nunca me conocería, así que pensó que era
mejor tomar alguna acción, eso es todo.
Mi mente vagó a la conversación que tuve con Sonya hace unos días. ¿Realmente Rose
cree que no le presento a mi familia porque no creo que sea lo suficientemente buena?
- ¿Disfrutaste conocerlos? Mi abuela y Sonya, quiero decir, le lancé una mirada rápida.
- Bueno, sí ... se esperaba que los encontrara en algún momento, creo. Sonya es amable Y
tu abuela, bueno, no tengo una palabra adecuada para describirla.
- Me imagino que no - no pude evitar reírme - Rose, espero que sepas que solo te estaba
dando tiempo antes de presentarte a mi familia. Sabes, por lo que le pasó a Karo, pensé
que te gustaría esperar un poco, no es como si te estuvieras escondiendo de ellos o algo
así.
- No te estoy recriminados - dijo rápidamente.
- Pero prefiero aclarar eso - dije.
Rose se mordió el labio inferior antes de mirar el paisaje fuera del auto. Esta vez, dejé que
el silencio se apoderara del resto de nuestro viaje, centrándome en las melodías cantadas
en la radio. No pasó mucho tiempo antes de que cruzáramos los límites de Vail y
llegáramos a la clínica. Rose fue a cuidar su archivo mientras yo iba a buscarle jugo en una
máquina automática. Cuando regresé, la encontré sentada en una de las sillas en la sala de
espera, pronto me senté a su lado, viendo a algunas personas que esperaban para tomar el
examen.
- Gracias - Rose sonrió abriendo la botella de jugo que le ofrecí.
- ¿Cuanto tiempo va? preguntó una mujer.
- Doce semanas - aclaró Rose.
- ¿Es su primer hijo? - Habló otra mujer, que iba acompañada de su marido.
- Sí - confirmé sintiéndome un poco incómodo.
No me gustaría hablar de nuestra situación con personas al azar, incluso más personas de
las que he visto en mi vida.
Este es nuestro tercer hijo - explicó la segunda mujer - realmente te encantará. Es lo mejor
del mundo, ni siquiera tengo una queja sobre la maternidad.
- Bueno, creo que tendremos que esperar y - respondió Rose educadamente.
- Ahhh sí, padres primerizos, debe dar un poco de miedo - sonrió la primera mujer - pero no
se preocupen, todo estará bien. Podemos darte algunos consejos.
Rose me miró con un poco de incertidumbre mientras esas personas nos miraban
expectantes.
- Claro - respondí sin mucha convicción.
- No deberías estar bebiendo esto para empezar - La segunda mujer señaló el jugo de limón
que sostenía Rose.
- Exactamente, necesitas eliminar los limones de tu dieta - asintió el marido.
- ¿Qué? ¿Porque? - Rose pareció sorprendida.
- Hacer que los bebés nazcan peludos - confió el marido.
Esa fue la mierda más grande que jamás había escuchado, pero antes de que pudiera
responder, la otra mujer habló.
- También debe dejar de comer azúcar. Lo último que quieres en casa es un bebé
hiperactivo.
- ¿Y ya hiciste el plan de parto?
- ¿Plan de nacimiento? - Rose me miró aterrorizada.
- Ahh si, cual es tu plan de nacimiento? preguntó el hombre.
- No lo sé, ¿el bebé decidirá irse y nosotros vamos a la maternidad y lo sacamos del útero?
- respondió Rose dudando.
Bueno, ¡me pareció un buen plan!
- Ahh querida, debes elegir la maternidad - agregó la mujer al comentario de su esposo - y
asegurarte de que todo salga como deseas.
- Bueno, solo deseamos que lo haya hecho bien - Decidí tomar las riendas.
- Asegúrate de tener un parto natural, no te sentirás madre si el parto no es natural - la
primera mujer garantizada
Y si realmente necesitas una cesárea, mantén los ojos cerrados en todo momento. No
querrás verlo mientras revisas tus órganos, ¡a veces necesitan sacarlos!
- Esperar lo !? - Rose parecía que estaba a punto de correr.
Acerqué mi mano a la de ella, tratando de transmitirle un poco de paz.
- No hay razón para pensarlo ahora - te aseguré - tenemos tiempo ...
- Hablando de tiempo, ¿ha inscrito al bebé en una buena escuela preparatoria? preguntó el
hombre.
- ¿Colegio? ¿No es algo dentro de cinco años?
"Sí, no te preocupes", le susurré.
- ¡De ninguna manera, o empiezas ahora o no conseguirás plazas y no enviarás a tu hijo a
la universidad y te odiará por el resto de su vida!
- ¡Dimitri!
- Y espero que no estés teniendo sexo - nos advirtió una señora que estaba sentada viendo
toda esa sesión de tortura - puedes golpear al bebé en la cara.
Rose me miró boquiabierta mientras yo respiraba profundamente. Empeoró por segundo.
- Esto es un poco personal y ...
- O el bebé puede abrazarte allí - advirtió el hombre.
- Los bebés no hacen eso - Me volví hacia Rose - Rose, los bebés no hacen eso, ¿de
acuerdo?
No es que ambos tuviéramos que preocuparnos por esa situación específica, pero
necesitaba cortar todas esas tonterías, ¡esa fue una buena lección para no seguir más
consejos de extraños!
- Rosemarie Mazur - por suerte la llamó la doctora mientras todos los demás nos miraban
con expresión de lástima, como si supieran mucho más que nosotros y estuvieran
rechazando su sabiduría.
Puse mi brazo alrededor de su hombro, envolviéndola en un abrazo protector mientras la
guiaba hacia la habitación, esa expresión de miedo todavía estaba en su rostro, pero
afortunadamente podría hacerla olvidar todas esas tonterías.
- Dimitri, voy a arruinar la vida de este bebé - balbuceó.
Olvídalo, no saben de qué están hablando - Garanticé recibir una mirada curiosa del
médico.
- Buenas tardes, soy el Dr. Olsen, ¿hay algún problema? preguntó.
- algunas personas en la sala de espera la asustaron - le expliqué - Estoy tratando de
convencerla de que todo lo que dijeron es una mierda, pero ...
- ¿Y qué dijeron? - Indicó que nos sentamos en dos sillas frente a su mesa.
Rose se acomodó diciéndole al doctor cada uno de los consejos que recibió, el doctor nos
escuchó atentamente con una tranquila sonrisa en su rostro, tan pronto como Rose terminó
su informe suspiró antes de comenzar a hablar.
- No te preocupes, no estás haciendo nada malo - aseguró - siempre habrá alguien a quien
asesorar, aunque este consejo no tenga fundamento.
- Usted quiere decir...
- No hay nada de qué preocuparse, Rose - aseguró - si tienes alguna duda puedes
preguntarme, pero no le des tanto crédito a esta información sin sentido.
- Gracias - suspiró aliviada.
- Ahora vamos, creo que quieres ver al bebé - indicó la camilla para que Rose se tumbara.
Rápidamente se calmó, exponiendo su pequeño vientre redondeado antes de que el médico
extendiera un gel allí. Rose hizo un pequeño gesto con la cabeza para que me pusiera a su
lado, pronto hice lo que me pidió. El Dr. Olsen comenzó el examen mientras yo miraba
expectante la pantalla de la máquina.
Al principio, no pude identificar nada allí, hasta que todo quedó claro y apareció una forma
pequeña y completamente humana.
- Mira, ahí está el bebé - indicó - está bastante emocionado, ¿no crees? El pequeño no se
detenía ni un segundo, cada vez que el médico intentaba tomar alguna medida cambiaba de
posición o hacía alguna pirueta, huyendo hacia el otro lado del útero.
- ¿Cómo puede moverse tanto si no siento nada? - Rose sonrió.
- Es demasiado pequeño para que sientas algo - explicó el médico - pero pronto eso
cambia, ¿estás listo para escuchar el corazón?
Antes de que pudiéramos responder, un pequeño punto rojo se iluminó en el pecho del
bebé y un ritmo constante y constante comenzó a sonar a través de la habitación. No podía
apartar los ojos del monitor, seguí cada uno de sus movimientos, era posible contar cada
uno de sus dedos, era simplemente perfecto. ¿Cómo pudo surgir algo tan maravilloso de
una irresponsabilidad tan grande?
Sin pensarlo demasiado, me incliné y besé la cabeza de Rose mientras sostenía su mano.
- Eres increíble, susurré, recibiendo una sonrisa a cambio.
Durante el viaje de regreso esa imagen quedó grabada en mi mente, no pude olvidar ningún
detalle y finalmente después de que todo comenzó, logré verme en el papel de un padre. Sí,
en unos meses sería padre de alguien que ni siquiera conocía y ya era lo más importante
para mí. ¿Cómo pudo haber cambiado todo tan rápido?
- ¿Viste su manita? - suspiró Rose - No imaginé que fuera posible ver con tanto detalle.
- Yo tampoco, gracias por invitarme - le lancé una mirada rápida antes de volver mi atención
a la carretera.
- Dijiste que querías participar - se encogió de hombros - Yo nunca te privaría de eso.
Llevé mi mano a su vientre de nuevo, acariciándolo por un momento.
- No puedo esperar a empezar a sentirlo ...
- Somos dos, camarada, somos dos - sonrió Rose.
~~ ** ~~
- Dimitri, ¿estás seguro? - preguntó Rose mientras estacionaba el auto en la puerta de mi
madre. La había convencido de que sería una buena idea aprovechar el hecho de que ya
estábamos juntos por nuestro viaje a Vail y la llevé a conocer a mi madre, pero ahora que
estábamos aquí, parecía estar cambiando de opinión.
- Rose, te lo dije, no es gran cosa. Ya estamos aquí, y ya conoces a casi toda mi familia - le
aseguré.
- Pero ni siquiera le avisaste.
- A mi mamá no le importará, te lo prometo - tomé su mano para tranquilizarla - además, si
te sientes incómoda, avísame y te llevaré.
- ¿Qué pasa con Natasha? - se mordió el labio inferior.
Tasha? ¿Qué tiene que ver Tasha con la historia?
- Estoy seguro de que a Tasha no le importará, Rose. Ella sabe que hoy estamos juntos y la
veré más tarde. No es un gran problema.
- Si estás seguro - suspiró derrotada, abriendo la puerta para salir del auto.
- Por supuesto que - sonreí en respuesta a seguir.
Caminamos uno al lado del otro hasta la puerta principal, mientras yo buscaba una manera
de aliviar un poco la tensión de Rose.
- Cuáles son tus planes para Halloween, Rose - cuestioné considerando que se acercaba la
fecha.
- No se, ¿quedarme en casa y comer todos los dulces que le debo dar a los niños? - se
mordió el labio inferior - Sabes, tengo que llevar una dieta equilibrada si quiero ser un baile
de Navidad. De hecho, De hecho esa es mi fantasía.
- Estás exagerando - sonreí antes de tocar el timbre, ya que estaba sin mi llave - Tu barriga
apenas comienza a mostrarse y no estarás tan grande hasta Navidad.
- Bueno, ¿qué posibilidades hay de que mis padres no se den cuenta de que estoy
embarazada cuando vengan a visitarme?
- ¿Aún no lo saben? - Levanté una ceja mientras la miraba antes de volver a tocar el timbre.
¿Tiene miedo de contarle a sus padres sobre su embarazo? ¿Su reacción será tan mala?
- La oportunidad de contar aún no ha surgido, solo saben que me mudé de Las Vegas Y
estoy enseñando ballet a niñas - se encogió de hombros - No creo que haya nadie en casa,
camarada. Será mejor que volvamos ...
- ¿Tuviste la oportunidad de contarles sobre la mudanza y no sobre el bebé? - me burlé - y
están en casa, Nunca saldrían y dejarían las luces encendidas.
- Mira, no sé cómo empezar el tema. No es como si pudiera simplemente llamar y decir
"Mamá, me mudé a otra ciudad porque estoy embarazada", suspiró.
- No es un tema agradable, pero tenía que contarte algo similar en casa - Te provoqué al
ver una sombra moverse dentro de la casa - necesitas armarte de valor antes de que la
situación se vuelva aún más difícil de explicar.
- Tú no eres un experto en el tema, - puso los ojos en blanco - se lo diré en el momento
adecuado
- Justo momento, esto es una mierda - me burlé - admito que tienes miedo, Roza ...
- Oye, no tengo miedo - me dio un leve codazo en las costillas - ¡Soy yo quien va a tener un
ser humano saliendo de mí en unos meses y no tengo ni un poco de miedo!
Esa respuesta me hizo reír aún más mientras unos pasos se acercaban a la puerta desde
adentro, envolví un brazo alrededor de él en medio abrazo.
- ¿Crees que olvidé tu expresión cuando esa mujer te dijo que te quitarían los órganos
durante el parto? - La provoque
consiguiendo un bufido a cambio.
- ¿Cómo iba a suponer que no sabía de qué estaba hablando? ¡Tenía tres hijos! - murmuró
ella haciéndome reír de nuevo con su expresión.
El sonido de la puerta al abrirse finalmente llegó, aliviándome. Por un momento llegué a
pensar que realmente no había nadie en casa o que no asistirían. Cualquier respuesta que
se me ocurriera se desvaneció de mi mente cuando finalmente se abrió la puerta y la
sonrisa en el rostro de Tasha se convirtió en confusión cuando nos encontramos parados
allí, prácticamente abrazados a la puerta de mi madre.
- ¿Dimka?

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