I saw you in a daydream
Now I'm a jealous guy with aches babe
I lied to mom about that
You're dealing with a boy girl
And I'm stepping forward in pain
Come home now, freak me out
You make me laugh you make me shiver
Isn't that a fabulous thing?
How We Walk - Mando Diao----------------------------------------------------------------
Dimitri
- ¿Dimka? - Tasha nos miró boquiabierta, alternando la mirada entre nosotros mientras yo
analizaba mentalmente mi situación con Rose.
Solté a Rose, inmediatamente siguiendo a mi novia, dándole un pequeño beso en los labios.
- Tasha, no sabía que estarías aquí - comenté, mirándola con una sonrisa avergonzada.
- No sabía que ibas a venir aquí - respondió.
Una atmósfera incómoda cayó entre los tres, Rose parecía a punto de inventar alguna
excusa y marcharse, pero bueno, no estábamos haciendo nada malo, era solo una pequeña
falla de comunicación.
- ¿Dimka, Rose? - mi hermana Sonya apareció en la puerta - porque estás parado ahí,
¡entra!
Sonya tomó a Rose de la mano y tiró de ella adentro, dejándonos a Tasha y a mí. Mi novia
miró a la madre de mi hijo antes de mirarme.
- ¿Lo que acaba de suceder?
- Traje a Rose para que conozca a mi familia - aclaré entrando a la casa y cerrando la
puerta detrás de mí - pensé ...
- ¿Que yo no estaría aquí? - Ella arqueó ambas cejas cruzando los brazos.
¿Eso es realmente un problema? ¡Porque no pensé que lo fuera! Sabías que estaba con
ella.
- Y pensé que volverías de tal cita, la dejarías En casa y listo - regresó en un susurro - ¡y no
la llevarías a casa de tu madre!
- Era el plan inicial, pero llegamos temprano y ella no conoce ...
- Para alguien que no conoce a su familia, se lleva bien, ¿no crees? - Miró el sofá donde
Rose estaba sentada con Dasha en su regazo, hablando con mi hermana y mi abuela.
Suspiré pensando en cómo deshacerme de esa situación. ¿Cómo podría haber adivinado
que Tasha se sentiría tan ofendida por eso? Tomé su mano, obligándola a descruzar Sus
brazos.
- Tasha, mírame - obedeció de mala gana - Lo siento, no imaginé que te ofendería. Rose no
conoce a mi mamá y hablando con ella hoy me di cuenta de que ella podría sentirse
incómoda pensando que quiero ocultar nuestra situación a la gente.
Tasha me miró a los ojos durante unos segundos antes de suspirar y apartar la mirada.
Parecía atrapada en un conflicto interno entre creer en mis palabras o escuchar sus
controvertidos sentimientos.
- Dimitri, no quiero que pienses que Soy una loca celosa, pero ...
- Sé que nuestra situación es complicada, Tasha. Pero eres mi novia, Rose lo sabe - la
tranquilicé - no siento nada romántico por ella, la situación solo nos obliga a conocernos
mejor.
Aunque me sentía más cerca de Rose, fui sincero en mi declaración. Lo que sentía por
Tasha no había cambiado, la única diferencia era que estaba descubriendo algunas cosas
sobre la madre de mi hijo. Era natural que esto sucediera en algún momento.
- Está bien, supongo - se mordió el labio inferior.
- Ven aquí - la abracé - Siento no haberte dicho antes.
Tasha forzó una sonrisa y miró de nuevo a donde estaba sentada Rose. Seguí su ejemplo,
notando que ella también estaba mirando en nuestra dirección y terminé volviendo la cara
inmediatamente, Pareciendo avergonzado.
- Hola Rose - Tasha comenzó a acercarse al sofá mientras soltaba mi abrazo mientras mi
abuela se levantaba del sofá y se dirigía a la cocina - ¿Cómo estuvo la consulta?
- Si ignoro la cantidad de locos a punto de tener un hijo - Rose hizo una mueca antes de
comenzar a relatar nuestra pequeña aventura en la sala de espera de la oficina
Aproveché que todos parecían estar entretenidos y subí al último piso de la casa, en busca
de mi madre, pronto escuché su voz y la voz de karo viniendo desde la última habitación del
pasillo con la puerta entreabierta.
- ¿Mamá? - Llamé.
- Estoy aquí, Dimka. Entra - dijo.
Fui allí y encontré a mi hermana saliendo de la habitación. Me ofreció una sonrisa
avergonzada antes de alejarse. Entré en el dormitorio y vi a mi madre poner algo de ropa en
el armario.
- No esperaba verte hoy - Me lanzó una mirada por encima del hombro y luego sonrió.
Mi madre era una mujer hermosa, incluso a la edad de sesenta años todavía tenía
hermosos rasgos en su rostro y su cabello recién cortado y teñido la hacía parecer aún más
joven.
- Rose está ahí, la traje para que la conozca - advertí finalmente consiguiendo toda la
atención de mi madre.
- Dimka, deberías haberme advertido antes - lo regañó - ¿te quedas a cenar? ¿Dónde está
ella? ¿La dejaste sola?
- Está con Babushka y Sonya - advertí - Tasha también está con ella.
Me miró por un momento con una expresión cautelosa antes de salir de nuevo.
- ¿Y cómo está manejando Tasha todo esto?
- Bueno, ella ... estaba molesta de encontrar a Rose aquí - confesé - no pensé que fuera un
problema.
- Es natural que se sienta celosa, sobre todo si ustedes dos se llevan bien - aseguró mi
madre - ¿verdad?
- Sí, Rose es una buena mujer, mamá. No sabía cuánto - suspiré sentada en su cama.
- ¿Como asi? - se sentó a mi lado.
- No la conocía mamá, comienzo a conocerla y ahora ... no sé ...
- Ella es más de lo que esperabas - agregó mi madre.
- No tienes idea, antes estaba preocupado por toda esta situación, pero ahora.
- ¿Estás feliz de tener un hijo con ella? - Mi madre me miró interrogante.
Si tuviera que elegir, ahora no tendría un hijo. Pero creo que podemos hacer que funcione.
Me encogí de hombros.
- La situación es complicada, Dimka - se puso de pie - solo asegúrate de no complicar más
las cosas.
Seguí su ejemplo, poniéndome de pie. Ella pronto lo siguió fuera de la habitación, lo que
hizo que la acompañara.
- Vamos, quiero conocer a la chica - sonrió.
Bajamos a tiempo para ver a mi abuela luchando por poner la mesa para el té de la tarde
con la ayuda de Sonya y Tasha, mientras Rose estaba en el rincón más alejado hablando
con Karo.
Esa interacción me molestó e inmediatamente los habría seguido a los dos, pero una
mirada de advertencia de Sonya me mantuvo alejado.
- Ayudaré a tu abuela, avísame cuando terminen - advirtió mi madre antes de dirigirse a la
cocina.
Karo miró en mi dirección antes de suspirar y terminar cualquier conversación entre los dos,
luego se alejó. Fui con Rose, preocupándome un poco por el contenido de esa
conversación.
- Oye camarada, te has ido - se mordió el labio inferior.
- Fui tras mi madre - le expliqué - ¿Qué fue eso?
- Tu hermana me llamó, quería disculparse - respondió Rose.
- ¿Enserio? ¿Y como le fue? - cruce los brazos mirando hacía Karo que se unía a las
demás.
- Bueno, creo - Rose se veía incómoda - Creo que podemos empezar de nuevo.
Absorbí esa información, mirando a mi hermana de nuevo. Espero que esta vez ella
realmente cumpla su palabra y no moleste más a Rose.
- Vamos, mi mamá quiere conocerte - asentí con la cabeza hacia la cocina.
Ambos nos dirigimos hacia allí, encontrando a mi mamá sacando pan del horno mientras mi
abuela sacaba algo del armario.
- Mamá, ella es Rose- llame la atención de mi madre.
- Rose, es un placer conocerte - Mi mamá se acercó a nosotros, abrazándola entonces.
Rose pareció sorprendida por esa recepción, pero no podía esperar menos por mi mamá.
- El placer es todo mío, Sra. Belikov - respondió Rose, luciendo avergonzada.
- Llámame Olena - enfatizó - Preparé un pan negro para el té de la tarde.
- Yo nunca lo he comido - Rose sonrió un poco avergonzada.
- Espero que te guste - le guiñó un ojo - Si lo pruebas con un poco de mantequilla y una
buena taza de té, seguro que te gustará.
- Toma esto, niña - mi abuela entregó una bandeja con unas tazas - alimentemos a este
niño.
Me perdí en mis pensamientos cuando vi esa escena. Por primera vez desde que Rose me
llamó hace unos días para contarme sobre el embarazo, pude ver que la situación podría
funcionar.
- Estás muy delgada, necesitas comer más - la criticó mi abuela.
- Estoy comiendo suficiente, Anciana - murmuró Rose en respuesta, siguiendo con cuidado
a la mesa.
¿Anciana?¿Acaba de llamar vieja a mi abuela? ¿Son muy amigas?
- Ya te dije que no te quejes - respondió mi abuela sin importarle mucho el apodo.
- Parece que a tu abuela le cae bien - comentó Tasha, acercándose.
- Sí, lo parece - fruncí el ceño mientras Rose dejaba la bandeja sobre la mesa y luego se
sentaba.
La burla entre Yeva y Rose siguió durante el resto de la tarde, confundiendo un poco a mi
madre por toda esa interacción.
- ¿Se conocían antes? - preguntó finalmente.
- Lo encontré accidentalmente -, explicó mi abuela.
- Sí, accidentalmente cuando tocaste el timbre de mi puerta e irrumpiste en mi casa la
semana pasada - Rose puso los ojos en blanco.
- ¡Yeva! - exclamó mi madre horrorizada - Rose, lo siento.
- Parece que lo está manejando bien, Sra. Belikova - Tasha sonrió - ¿No es así, Rose?
- Realmente no importa - aseguró Rose a mi madre - ella me ayudó al principio, a decir verdad.
Necesitaba conocer a la niña - Mi abuela se encogió de hombros - Si fuera por él ...
- La conocerías en el momento adecuado - la interrumpí.
Rose me dio una rápida mirada agradecida, luciendo ansiosa por cambiar de tema.
Finalmente, fue Tasha quien acudió a su rescate, preguntándole por sus antecedentes y
eso acabó apoderándose de todo el período que estuvimos juntos.
- Dijeron que era un verdadero milagro que no me rompiera el tobillo - informó Rose - de
hecho, las personas que estaban mirando juraron que escucharon el hueso romperse.
- Debe haber sido horrible - Karo frunció el ceño.
- Me desmayé de dolor - suspiró Rose - al final, fue cuando decidí dejar la compañía de
baile que participé y conocí a Elle, ella me consiguió un trabajo como Show Girl.
- Si Vika estuviera aquí, me gustaría saber todo sobre lo que es ser una Show Girl - se burló
Sonya - No te dejaría en paz.
- Afortunadamente no lo está - me levanté cuando noté la expresión cansada en el rostro de
Rose - Rose se ve agotada, la voy a llevar a casa.
- Gracias, Dimitri - sonrió mientras se levantaba - fue un placer conocerte.
Después de una breve consideración, me volví hacia Tasha que permanecía sentada a la
mesa, luciendo pensativa.
- Tasha, ¿vienes conmigo? - La invité.
~~ ** ~~
Tasha y yo estábamos caminando por las calles de Aspen, era la semana de Halloween y la
ciudad estaba llena de las decoraciones más divertidas que realmente tenían la intención de
dar miedo.
- Mira el huerto de calabazas frente a la casa Badica - señaló Tasha extasiada, envolviendo
mi brazo y acercando su cuerpo al mío.
La temperatura había bajado considerablemente en las últimas dos semanas, acercándose
a cero grados cada día, pronto tendríamos nieve en Aspen.
- Voy a comprarte un chocolate caliente - sugerí mientras me apartaba de ella y ponía mi
brazo alrededor de mí.
Tasha y yo habíamos logrado encontrar un equilibrio en nuestra relación, a pesar de toda la
complejidad que involucraba mi situación con Rose, superamos esos eventuales problemas
que surgieron en un principio.
Me estás mimando, Dimka - sonrió.
Sí, tenía razón, en los últimos días estuve haciendo todo lo posible para complacerla y creo
que se merecía cada uno de esos gustos.
Fuimos a un puesto en la plaza que vendía algunas bebidas calientes, esperando a que
sirvieran a las otras personas en la fila mientras Tasha pensaba en lo que iba a pedir. Mi
mirada se dirigió a un punto a nuestra derecha, donde Rose se estaba acercando,
probablemente volviendo de otro día de clases. Estaba acurrucada en un grueso abrigo de
invierno y parecía que realmente estaba sufriendo por el clima. Ciertamente, después de
algunos años viviendo en el desierto de Nevada, ya no estaba acostumbrada a las bajas
temperaturas invernales, y mucho menos a un duro invierno como los de Colorado.
La miré por un momento, Rose era una persona increíble, las bailarinas la adoraban y el
cuidado y la preocupación que mostraba por todos a su alrededor, especialmente por mi
abuela, que la alquilaba constantemente. Me había alejado un poco de ella en los últimos
días para dedicarme más a Tasha, pero no pude evitar admirarla por todas sus cualidades.
- Se ve que muere de frío - comentó Tasha siguiendo mi mirada.
- Creo que esto es natural, pasó los últimos años viviendo en un desierto - terminé
saludando a Rose que nos había visto.
- Su barriga está creciendo todos los días - continuó - está pasando rápido.
- Sí, lo es - estuve de acuerdo, todavía mirando a Rose, que estaba a solo unos metros de
nosotros.
Se dirigió a su dirección, luciendo distraída mientras caminaba. Todo parecía natural, volví
mi atención a Tasha, hasta que una pequeña conmoción hizo que volviera a mirar en
dirección a Rose. Un pequeño cachorro se había deshecho de su dueño y saltaba
insistentemente sobre sus piernas, mientras trataba de deshacerse de toda esa atención y
seguir su camino.
¿Dónde estaba el dueño de ese perro? El pobre animal podría lastimarla sin querer, no
debería estar caminando solo así.
No lo pensé dos veces antes de dejar la fila, donde tuve la impresión de que Tasha había
dicho algo y se dirigió a la madre de mi hijo.
- Dime, ¿quién deja sola a una cosa linda como tú? - cuestionó Rose agachándose para
jugar con el cachorro Beagle que se lamía las manos efusivamente.
- ¿Estás bien? - cuestioné al acercarme a ella.
Rose me miró, levantándose con una sonrisa en su rostro con el cachorro en sus brazos.
Hola camarada, Tasha - Saludo haciendome notar la presencia de mi novia a mi lado -
bromeó este lindo chico de aquí.
- ¿Tiene dueño? - Tasha acarició la cabeza del beagle, para la felicidad del animal - se ve
bien cuidado, pero no tiene collar.
- Yo no sé...
Fruncí el ceño mientras miraba las manos de Rose completamente expuestas. Debería
llevar guantes, la temperatura es bastante baja hoy.
- ¿Dónde están tus guantes? - interrumpí mientras hablaba con Tasha.
- ¿Perdon?
- Tus manos, ¿no tienes frío? - indiqué.
- Ohh, no necesitaba guantes cuando vivía en Las Vegas - aclaró - de hecho, creo que
tendré que hacer algunas compras para el invierno.
- Te comprare unos - murmuré descontento, muy bien podría enfermarse así, no podía ser
tan negligente.
- Dimitri, no tienes que preocuparte - Ella cambió su mirada entre Tasha y yo, luciendo
avergonzada.
- No será ningún problema, Dimka puede conseguir guantes en la tienda - aseguró Tasha.
- Claro - estuvo de acuerdo, mordiéndose el labio inferior.
- ¿Qué vas a hacer con él? - indiqué al cachorro que aún estaba en su regazo.
- No lo sé - suspiró ella - No sé si lo llevo a casa, o ...
- Puedes llevarlo a la Clínica de Mikhail - sugirió Tasha - es el único veterinario de la ciudad,
si es de alguien, debería saberlo.
Decidí cargar al cachorro para deshacerme del peso mientras la escoltaba a la clínica junto
a Tasha, que parecía no estar dispuesta a regresar a la línea del puesto de chocolate
caliente. No tardé en llegar a la clínica veterinaria de Mikhail unos minutos después, estaba
a punto de cerrarla e irse a casa cuando llamé su atención.
- Buenas tardes Tanner - Me acerqué siendo seguido de cerca por Rose - ¿Tienes tiempo?
- Buenas tardes, ¿hay algún problema? - Frunció el ceño alternando su mirada entre los tres.
Hola, este pequeño me encontró en la calle, debe estar perdido - Rose dio un paso
adelante atrayendo la atención inmediata de Mikhail mientras tomaba al perro de mis
brazos.
- Lo siento, no nos conocemos. Mikhail Tanner - amplió su sonrisa.
- Rose Mazur - le devolvió la sonrisa de inmediato.
Cogió al perro, mirándolo bien antes de sonreír.
- Es un placer conocerte, Rose. Y eres un poco travieso, ¿no? - Acarició la cabeza del
beagle que pronto ladró en respuesta.
- ¿Lo conoces? - cuestionó Tasha al veterinario mientras indicaba que lo seguimos.
Entramos en la clínica, siguiendo los pasos de Mikhail quien procedió directamente al área
de la perrera de la clínica.
- Este chico es mi inteligente se escapó cuando Karen sacó a los perros a dar un paseo
temprano - explicó. - Lo buscamos por todas partes y no pudimos encontrarlo.
- Bueno, encontró a Rose - comentó Tasha.
- Definitivamente sabe lo que está haciendo entonces - Mikhail sonrió antes de entregar el
Beagle para que la madre de mi hijo lo abrazara mientras abría una de las jaulas vacías.
Tasha y yo intercambiamos una mirada rápida a ese comentario, pero antes de que pudiera
decir algo, lo recordé.
- ¿Eres nueva en la ciudad, Rose?
- Sí, llegué hace unas semanas - le ofrecí Rose una sonrisa contenida mientras jugaba con
el perro, a pesar de no apartar los ojos del veterinario.
¿¡Qué está pasando!?
- ¿Viniste con tu esposo, Rose? preguntó, ignorándome por completo a Tasha ya mí.
- Ohh, Rose no está casada y no tiene ninguna relación, ¿verdad, Rose? - Tasha se entrometió en la conversación, provocando que le diera una mirada de sorpresa.
¿Qué le interesa a Rose la vida amorosa? Ella ya ha devuelto el perro, ¡podemos irnos!
- ¿Igual? ¿Como eso es posible? - preguntó con fingida sorpresa.
- Es una larga historia - Rose se puso un mechón de pelo detrás de la oreja sin apartar los ojos del hombre.
Rose es profesora de ballet, Mike. ¿No es increíble? - Tasha volvió a instar al chico a mi
descontento.
- Si en mi día hubiera tenido una profesora tan guapa sin duda habría hecho ballet - le guiñó
un ojo a Rose, haciéndola reír.
¡Están coqueteando! ¿Por qué ayuda Tasha?
- Si esto hubiera pasado, no tendríamos un veterinario tan servicial ahora - respondió Rose
haciendo que mi malestar aumentara.
Se suponía que esto no debía estar pasando, ¡está embarazada! ¿¡Qué cree que está
haciendo con la madre de mi hijo !?
- ¿No deberías poner al perro ahí? El dueño debe estar preocupado, decidí recordarles mi
presencia, que parece haber funcionado momentáneamente.
- Este pequeño fue abandonado aquí hace unos días - explicó Mikhail tomando al perro de
los brazos de Rose - se queda aquí hasta que le consigamos un hogar.
El cachorro pronto comenzó a gemir, rechazando claramente la idea de volver a esa jaula.
- Pobrecito - suspiró Tasha - ¿Podemos quedarnos con él, Dimka?
- No sé, estaría solo en mi casa por tanto tiempo - lo miré a pesar de sentir la tentación de
aceptar.
Después de todo, no estaría de Más tener una bola de pelos de cuatro patas
- Si no te quedas con él, yo lo haré - garantizó Rose regresando para recogerlo del regazo
del veterinario.
- Sería genial para ti, Rose - aseguró Tasha - pareces estar sola tanto tiempo, cuando Yeva
no aparece.
- Esto es imperdonable - Mikhail volvió a ese irritante tono de coqueteo - debes quedarte
con él, te garantizo que te daré cualquier ayuda que necesites.
Los dos entablaron una conversación privada mientras yo me alejaba en silencio con
Natasha.
- Alguien estará bien -, cantó con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
- ¿Qué estás haciendo? - Bajé el tono.
- ¿Cual es el problema? - Ella frunció.
¿Por qué eso me molestaba tanto? Rose es hermosa, por supuesto que atraerá la atención
masculina, pero ...
- Tasha, eso no es asunto nuestro.
- Exactamente, no es asunto nuestro, entonces, ¿por qué te preocupas tanto por eso? Ella
se cruzó de brazos, arqueando ambas cejas.
Maldita sea, eso no salió muy bien. Si continúo con esto, puedo dar a entender que estoy
celoso de Rose, ¡que no es el caso!
- No me importa, pero está embaraçada - comencé.
- ¿Y qué pasa? ¡Ella no está muerta! - susurró Tasha claramente molesta.
- Creo que no deberíamos entrometernos - Traté de sortear la situación - si ella quiere
encontrar a alguien, ¡puede hacerlo sin mi ayuda!
- ¡No estás ayudando, yo sí!
- Esto es ridículo -, murmuré.
- ¿Tu actitud? Estoy de acuerdo - ella puso los ojos en blanco antes de alejarse para unirse
a los dos que todavía estaban involucrados en su propia conversación sin siquiera darse
cuenta del casi desacuerdo que sucedió entre Tasha y yo.
Aunque me molestó, decidí olvidarlo, no podía involucrarme en la vida de Rose de esa manera, y en el fondo dudo que Mikhail realmente quiera involucrarse con ella,especialmente cuando se entera de nuestra situación. Sí, me preocupaba por nada.
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Who Knew
Hayran KurguRose Mazur no esperaba que su vida cambiara tanto después de conocer a Dimitri Belikov en una despedida de soltero en Las Vegas. Lo que se suponía iba a ser algo divertido y espontáneo acaba teniendo consecuencias difíciles para ambos, ahora tendrán...