6- "Le Stelle"

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SeokJin no llegó.

Solo le envió un mensaje a TaeHyung cuando se sentía demasiado culpable y se hallaba demasiado ebrio.

"No te haré lo mismo, descuida. Nos vemos mañana."

TaeHyung no pudo sentir la tranquilidad que SeokJin a lo mejor quiso darle. Para nada. Solo se engrandecía más y más su ansiedad.

¿A qué mañana se refería? La madrugada seguía sintiéndose eterna. Se preguntaba cuándo saldría el sol a avisarle que su plan de arreglar las cosas con SeokJin todavía no había sido bien ejecutado.

Estaba rendido. Se lanzó y reposó en la gran cama, abrazando la almohada y respirando el aroma de su novio en ella. Ocupó su mano para recorrerse el cuerpo tal como SeokJin lo hacía cuando lo engreía, trayendo memorias a sí mismo. Quiso lograr ese cosquilleo que solo su novio le daba cada que ambos estaban en contacto.

¿Estará ahora mismo SeokJin dándole ese cosquilleo a alguien más?

No.

Nadie más que él podía ser dueño de esa sensación.

Nadie más que él podía sentir su calor, su alrededor e interiores. Porque TaeHyung era el único que podría recorrerlo a su libre anchura.

Se había restregado, posesivo. Había cerrado los ojos fuertemente, bufado. Había apretado con sus brazos y contra su pecho tan fuerte dicha almohada que de seguro se encontraba magullada.
Había mordido el pedazo de tela con relleno para amortiguar sus gruñidos. Lo necesitaba tanto a SeokJin en ese momento. Demasiado.
El mero hecho de pensar en él con alguien más había despertado los celos en él.

Hasta que llegó esa electricidad que lo hizo detenerse.

Maravilloso. Había ensuciado la almohada de su novio como animal en celo.
Después de la noche de ayer no había dejado de pensar en él. Saborearlo solo lo había dejado con más hambre. No estaba saciado de SeokJin. Nunca lo estaría.

Por eso volvió.

Por eso lo espera.

Por eso lo ama.

• • •

–Estamos cerca Hyung.

SeokJin agradecía el hecho de que JungKook vivía en el mismo edificio que él.
Su memoria de cómo llegó a la situación en la que estaba era borrosa. Solo recuerda haber resoplado de alivio cuando recordó que ambos residían en el mismo lugar.

–Hyung, ya queda poco. Un escalón más y llegamos.

–Yo...–Empezó a decir, arrastrando sus palabras.

JungKook estaba expectante.

Y se quedó expectante porque el mayor nunca terminó lo que iba a decir.

Se rió un poco y siguió ayudando a SeokJin a subir.

SeokJin tenía tantas dudas. ¿Por qué no traía puesta la camisa que TaeHyung le había dado en la mañana, de quién era la chaqueta de cuero negro que traía encima, por qué sentía que el piso se movía, por qué se sentía protegido?...

Estaba ido.

JungKook lo observó brevemente para verificar que su silencio no fuera peligroso. Se halló con un ceño fruncido y una cara confundida sumamente tierna para su punto de vista. Así que no se privó de soltar otra risita más.

–¡Me llevas diciendo "uno más" desde hace rato y yo he contado más de 900!–Repentinamente reclama el mayor. Se había molestado porque pensó que el menor se estaba riendo de él.

Amar Dos Veces | TaeJin-KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora