Amar Dos Veces | TaeJin-KookJin

3- "JungKook, me llamo JungKook"

Se sentía demasiado aturdido por lo que había pasado la noche anterior.

TaeHyung había dicho amarlo y él simplemente no quiso responderle.

Así que SeokJin planeó todo en su mente antes de quedarse dormido.
Al día siguiente en la mañana, en los primeros pensamientos de Seok, visualizó su idea, despertándose para alistarse y salir lo más rápido de ahí, todo eso mientras Tae dormía y ya luego tomaría su desayuno en algún puesto callejero o en algún café, simplemente no quería cruzárselo porque estaba seguro de que si lo veía de nuevo se rendiría ante él, y es que aún había algo de amor que se negaba a aceptar y lo ocultaba. No permitiría faltarse el respeto al babear aún por alguien que le es infiel.

Y por más doloroso que fuera, no se sorprendió al no encontrarlo acostado con él.
Al menos ya no tendría que seguir ningún plan y podría hacer su día como los anteriores.

Simplemente se levantó de la cama, viendo magullado el colchón con la silueta de su novio donde había dormido. Se quedó un pequeño rato observando, porque recuerdos se le vinieron a la cabeza, de cuando despertaba y nada más que su lado era el único usado mientras que el otro permanecía impecable y frío.
Pero ahora no.
Podía sentir el aroma de TaeHyung ahí, pasó su mano sintiendo aún tibia la zona y la cama era un desastre, las sabanas estaban desordenadas al igual que el cubrecamas. Igual de nada servía porque de seguro el menor ya se había debido de ir hace rato, a su trabajo o a verse con quién sabe quién, porque había perdido rastro de la vida de su amado.
SeokJin sonrió triste y prosiguió a tender la cama.

De pronto, al terminar, se dio cuenta que no traía nada más que una camisa puesta, su cuerpo lo sentía pegajoso y rastros de semen estaban por sus piernas, también se sintió adolorido y es que debía admitir que hace tiempo que no tenía relaciones sexuales con alguien, y haber sido bruscos ayer empeoraba un poco las cosas. Él no era esa clase de personas, él no era TaeHyung, él sí lo respetó y esperó, aunque últimamente estuvo pensando que ya no debería.

Se estiró, ciertas partes de su cuerpo tronaron y mientras estiraba su cuello, al ver hacia la cómoda al lado de la cabecera de su cama, soltó un gritito de sorpresa por la hora que era.

Abrió las cortinas de su cuarto e inmediatamente los rayos de sol entraron por su ventana, cegándolo y haciendo que con una mano se tape los ojos ante la incomodidad y el ardor que le produjo tanta luz. El sol ya se podía ver en su máximo esplendor, y ahora el problema era que a él le gustaba salir temprano también por el hecho de que las mañanas eran frescas y así podía caminar al trabajo sin incomodidades.

Solo tenía media hora para alistarse, y a SeokJin le gustaba hacer las cosas con tiempo y calma, pero lamentablemente cometió el error de quedarse dormido. Se preguntaba por qué su alarma no había sonado y sin más rodeos prosiguió a meterse en la ducha.

Una vez ya bañado y perfumado, se vistió, colocándose su ropa interior, pantalón de vestir y medias. El problema fue al buscar una camisa que estuviera presentable porque no tendría tiempo para planchar una, pero al no encontrar ninguna, sacó una del armario y la tendió en la cama, tal vez así podría estirarse y las arrugas no se notarían tanto.

Para ahorrar tiempo, pensó que no estaría mal prepararse algo rápido para comer en lo que le daba tiempo a su camisa, así que abrió la puerta del cuarto e inmediatamente un olor extraño llamó su atención.

«Se quema algo..?» Pensó

Pero era extraño porque no era olor a humo.

No estaba acostumbrado a eso así que empezó a caminar a través del pasillo, sin importarle estar con el torso desnudo, y mientras más se acercaba, los sonidos eran más fuertes y el olor también, de tal manera que pudo distinguir que no se trataba de algo peligroso, sí no más bien de algo delicioso.