En el colegio Hogwarts de magia y hechicería...
Un joven rubio, alto y de ojos bicolor caminaba por los pasillos del castillo, llevaba su corbata con colores rojo y dorado además de un colgante de león bañado en oro. Tenía 14 años y parecía buscar una puerta en específico. Cuando por fin la encontró se metió de inmediato y en la sala que había dentro encontró lo que buscaba, una chimenea.
Al entrar a la chimenea y tirar unos polvos en ella se transportó a otro lugar, ahora estaba en los pasillos del ministerio de magia.
Recepcionista: Oh, hola de nuevo Severus, hace tanto no nos visitabas
Severus: si, mamá está en su oficina?
Recepcionista: tienes suerte, acaba de salir de una junta, ya está en su oficina
Severus: gracias Talina, hasta pronto -le sonríe avergonzado y se dirige a la oficina de su madre-
Emma: -ve que se abre la puerta- Severus! cuantas veces te he dicho que no te salgas del colegio para venir aquí!
Severus: es que tengo una inquietud madre
Emma: es algo serio? o solo es una excusa para venir a ver a Talina? -le sonríe de forma burlona-
Severus: no mamá, yo nunca vengo a ver a Talina -se pone rojo- lo que pasa es que sigo teniendo problemas con... bueno tu sabes, no puedo evitar ver en las almas de los demás
Emma: vaya, veo que aún no puedes controlar esa parte de tu especialidad, el manejo de almas siempre ha sido una especialidad muy difícil de manipular
El muchacho había heredado dos especialidades, aunque no heredó el poder completo de su madre, heredó el manejo de almas y la levitación de su padre, pero su poder en cuanto al manejo de almas era tan potente que le costaba demasiado trabajo no invadir a las almas de otras personas. Desde pequeño llegó a demostrar tales poderes que una ocasión teniendo tan solo cinco años, sacó accidentalmente el alma de un compañerito del kínder, afortunadamente Emma llegó rápidamente para reparar el daño antes que la pequeña e inocente alma se fuera lejos de su cuerpo
Severus: esta vez leí los sentimientos del alma de una chica... más específicamente de Keitlyn
Emma: ah, la hija de Karina, y qué ocurrió? se dio cuenta?
Severus: no pero yo me di cuenta que le gusto a ella, y la verdad no siento lo mismo
Emma: supongo que nunca te lo ha dicho
Severus: no, pero de todas formas no quiero lastimarla, sé que su alma sufre cuando yo muestro interés en otras chicas
Emma: ok pero sufriría más si la ilusionas, mejor siempre hablar con la verdad, siempre puede doler pero es mejor que vayas siempre con la verdad
Severus: emm de hecho estaba pensando en, no sé, tal vez borrar ese sentimiento de su alma, así no sufriría
Emma: no! nada de estar jugando con las almas de los demás, ni siquiera sabes como hacerlo, podrías llegar a dañar algo que es importante, yo cometí muchos errores cuando era joven, espero tú no los cometas
Severus: rayos, está bien
Emma: lo mejor es que hables con ella y... -una lechuza entra por una pequeña abertura en la torre de la oficina de Emma y deja una carta en el escritorio frente a ella- la lechuza de Hermione, espera
Severus: la tía Hermione? hacía mucho que no te escribía
Emma: -abre la carta y la lee- oh vaya...
Severus: qué sucede?
Emma: requieren asistencia mágica para un ancianito
Severus: un ancianito?
ESTÁS LEYENDO
El último atardecer de locuras
AcakEn todo ciclo existe un inicio y un fin, el ciclo de la vida es uno de esos ciclos que transforma a un ser durante todas las etapas hasta la etapa final. En todo día existe un amanecer y una puesta de sol. Cada quien sabrá en qué aprovechará su tiem...