Tres

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Mis pasos son suaves, mantengo mi cabeza agacha con mi mochila en la parte trasera, miro de reojo como es que están sacando al tipo del basurero, sonrió de medio lado pero vuelvo a mantener mi rostro neutral mientras camino por las calles iluminadas por el sol de la mañana.

Alzo mi rostro cuando llego al taller y mi compañero me mira de un lado a otro y niega.

-¿Sabes lo que paso?- niego y me encojo de hombros mirando por encima de mi hombro. El asiente y alza una ceja –Lo encontraron muerto ¿Sabías eso? Todo el mundo lo está comentando- lamo mis labios y me encojo de hombros –Era un maldito, todos sabemos eso pero el tipo tiene plata- asiento y entro al baño para cambiar mi ropa y salir de allí con la que debo usar ese día.

No está del todo limpia, aun esta manchada pero por lo menos huele a detergente. Salgo de allí y decido comenzar mi trabajo, busco mis herramientas para poder meterme debajo del auto que estaba arreglando el día anterior.

Me quedo en silencio hasta que me toman de los pies y me arrastran hacia afuera con brusquedad. Miro con asombro y alzo mis manos dejando caer las llaves cuando veo a unos policías apuntarme con sus armas.

-¡Camila Cabello, está usted bajo arresto!- niego pero no hago mucho cuando me tiran boca abajo. Mi amigo está siendo retenido y está gritando que me dejen, que no tengo que ver con ese hombre.

No digo nada pero miro hacia el dejando ver mis labios aplanados sin expresión. Me siento en la patrulla y ver por última vez a mi amigo antes de que arranque al auto, sus manos están en el auto y está golpeando al aire.

Los policías no dicen nada, absolutamente nada, pero cuando me sacan de la patrulla para entrar a la comisaria puedo ver a Lauren en la entrada. Sus preciosos ojos verdes se abren en sobremanera y ella trata de acercarse pero su madre la toma del brazo.

-¡¿Qué hace ella aquí?!- su voz esta alterada, por dentro estoy sonriendo por la dulce voz que me está regalando a mis espaldas.

Los policías siguen empujándome por lo que me pierdo la respuesta, se lo que hago aquí, estoy siendo detenida por la muerte del bastardo que todos odian, pero tiene dinero, bien lo dijo mi amigo.

Me sientan en la sala de interrogatorios y ponen las esposas delante, dejo que mis manos se posen en la mesa y un vaso de agua está delante de mí. Miro a los policías pero no tomo ni por un segundo el vaso, miro de nuevo hacia mis dedos.

-Fuiste tú, tenemos todas las pruebas en tu contra- dice el pero no hago una mueca. Ni siquiera tomaron un par de horas y van a decir eso. Dejo salir una bocanada de aire.

-Fui al bar, compre en la tienda y mi arrendador recibió mi pago- es lo único que digo. Enlazo los dedos de mis manos entre si y bajo la mirada.

Las horas se volvieron espesas, quería tomar agua pero no lo haría, no haría lo que ellos quieren, así que dejo mi boca seca hasta que de repente abren la puerta de golpe, miro hacia ellos con calma y el tipo me quita las esposas.

-Tienes coartada, todos afirman haberte visto a la hora del deceso- asiento y salgo de la comisaria.

Lauren aún está allí hablando alzando sus manos y me da una mirada, yo la veo de reojo mientras sobo levemente mis muñecas por la presión de las esposas.

Nadie me lleva, nadie se mueve y decido caminar a paso lento por la ciudad hasta llegar al taller, mis manos dentro de los bolsillos, la gente murmura cosas sobre el cadáver y yo, yo me encuentro satisfecha.

Saco mis chicles del bolsillo y me lanzo dos a la boca, los mastico un largo tiempo.

-¡MIERDA!- grita mi amigo y me abraza con todo lo que puede –Estaba preocupado- sonrió hacia él.

-Tenia coartada- murmuro y el golpea mi hombro. Deja salir un suspiro y aunque es tarde sigo con mi trabajo, pero cuando creo que es suficiente decido levantarme y cambiar mi ropa, guardo la sucia y coloco la limpia.

Mi mochila de nuevo en mi espalda mientras voy directo hacia mi departamento, cuando entro a él, escucho como la puerta de mi arrendador golpea mi puerta.

-¿Qué te paso pequeña basura?- niego mirándole –Vinieron a interrogarme- asiento y bajo la mirada –No eres la asesina ¿Verdad?- pregunta el mirándome de reojo.

-No señor- digo como puedo y deja salir un suspiro.

-Una basura como t no podría- asiento y cierro la puerta.

Me quito mi mochila y la dejo encima de mi cama. Me dejo caer en el suelo cerca de una pequeña abertura y saco la navaja, la meto dentro de mis jeans y abro la ventana luego de cerrar el pequeño lugar en donde guardo la navaja.

Me coloco la capucha de mi sudadera y salto para caer en el asfalto en medio de la noche.

-Hoy tienes tu turno- murmuro mientras camino por las calles hasta ver al hombre salir del bar.

Sus pies trastabillan como si nada de lo que paso hoy tuviera sentido, sonrió para mis adentros mientras lo acecho, ladeo mi cabeza y bajo más mi capucha y cubro mi rostro antes de caminar hacia el cuándo está cruzando la calle con una botella de whiskey barato en su mano.

Me escondo un poco cuando lo veo venir en mi dirección hasta que lo veo pasar, y en medio de la oscuridad lo tomo del cuello y lo apreso a tal punto de dejarlo casi sin respirar. Lo arrastro como puedo hasta un lugar más alejado y lo pego a la cerca de metal. Su mejilla esta presionada con el lugar dejando marcas, balbucea cosas incoherentes sobre el dinero.

No digo nada, mas sonrió cuando saco mi navaja y con total calma la clavo en su estómago. Mi guante se llena de sangre y el comienza a retorcerse en mis brazos, pero su cuerpo tiene tanto alcohol que no puede gritar como quisiera.

Ladeo mi cabeza para ver a sus ojos cuando clavo cinco veces más la navaja y luego dos al corazón.

-Adiós, señor- digo cuando los ojos del hombre se cierran. Lo atrapo en mis brazos y como puedo lo alzo para lanzarlo para el otro lado de la cerca en donde esta una cuesta.

Veo el cuerpo inerte rodar por la tierra hasta perderse de mi vista. Cierro la navaja luego de haberla limpiado con la ropa del hombre y la guardo de nuevo en la cinturilla de mi jeans.

Quito mis guantes y los meto en una bolsita para guardarla en el bolsillo trasero de mi jeans, saco el paquete de chicles y lanzo dos a mi boca y comienzo a mascarlo para lograr calmar el temblor en mis manos.

-Nos falta poco-

Fallin all in you |Camren G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora