3 de Octubre del 2012
Jueves, 3:45pmAutumn Forest
Las hojas de los arboles caen delicadamente sobre nuestras cabezas, otras se encuentran en el suelo en pequeñas pilas. Sus tonos naranjas, amarillos y marrones crean una vista hermosa de admirar, cada árbol siendo diferente y maravilloso; robles viejos pero fuertes, gigantescos y pequeños, el graznido de una que otra ave al volar, la apaciguada brisa pasando entre nosotros sin molestarnos. Únicamente la naturaleza en su mundo.
Un mundo que tanto amaba de pequeña.
Las hojas crujen con cada pisada. Ninguno de los dos ha hablado desde que hemos salido de la casa de la señora Weber.
Entre mis manos tengo la caja de las partes mutiladas, la advertencia y uno que otro libro de Hugo para ayudarlo. Él carga varios libros, mapas y tiene la nota que me encontré en la biblioteca.
Queremos estar lo mas alejado del pueblo, es como el dicho: «Las paredes oyen»
Del mismo modo ocurre en el pueblo, sobre todo en las calles.
Estoy concentrada que después de esto, ir a casa de la señora Weber y prepararle sus comidas favoritas, tal vez llevarle un dulce o una película para subirle el humor y el ánimo. Esos idiotas la hicieron llorar. No me conto exactamente lo que le hicieron pero, era obvio que la lastimaron.
Me pidió que le diera un rato sola hasta el Ocaso y obedeceré su petición. Ya tengo de por si, lo que me pasa y mis pensamientos con terribles escenarios que podrían pasar.
―¿Desde cuanto no vienes al bosque...? ―pregunta el mayor a la chica a su lado sacándola de sus pensamientos. Su entonación es gentil y cuidadosa. Hace unas horas había hablado con la chica de muy mala manera.
Él no era de hablarle mal a ella, cada palabra que le dirigía trataba de sonar siempre gentil aunque se le salía el demonio que tenia por dentro. Si estaba enojado le contestaba grotescamente a las personas que se le cruzaban, pero intentaba manejarlo lo más posible por el bien de su vida y el de su familia. Una de las tantas razones por las que tuvo que irse de Londres.
Mikela no pronuncia ni una palabra. No se sentía bien con Hugo por la forma en como no apoyo su idea, indiferente a lo que el piense, ella la haría sola.
―Mikela, ¿podemos hablar?
―Lo estas haciendo. ―responde seca sin mirarlo.― ¿Por qué tendría? No soy la que le contesto mal a alguien.
Hugo resopla tedioso.
―Sé que metí la pata al hablar en ese tono, pero no es para tanto. ―Busca un modo de justificar su comportamiento, pero no hay ninguno que lo haga.
―¡No me digas! ―Exclama con sarcasmo Mikela, deteniéndose. ―Entonces como tu justificas tu comportamiento, yo también justifico el mío
―Mikela ―Las palabras se le enredaron a tal punto de no explicarse bien. ―Es que, ahg. Quiero explicarte pero, no se cómo.
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𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐒 (EN PROCESO)
Teen Fiction(+ 𝟭𝟴) ❝Desde que supe que éran tuve miedo. Ahora, los necesito.❞ La extraña muerte de la familia Morrison dejó una gran huella en el pueblo, siendo una de más masacres más horribles; Mikela Morrison única sobreviviente de la trag...