La tormenta de balas

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Todo lo que había procesado hace poco hacía que mi estado de ánimo pareciese una montaña rusa de emociones, no sabía si tenía que estar triste porque mis amigos me han ocultado un secreto, estar cabreada porque e caído en los trucos del idiota de Mike o simplemente estar feliz por tener de vuelta a mi primera mejor amiga. El ambiente de la fiesta no ayudaba en nada. Me daban ganas de apagar la maldita música y sacar a la gentuza a patadas de esa casa.
Entonces decidí hacer lo que se me daba mejor, ocultar toda la mierda que arrastraba. Me acerqué a la mesa de billar y sonreí falsamente.

-¿Dónde estabas? —preguntó Mike-Pensé que te habías ido -hizo una pequeña carcajada que pareció de lo más falsa

Dios... Como no pude darme cuenta.

-En el servicio.
— todos los chicos que rodeaban la mesa de billar me miraron mientras todos sus rostros contenían una sonrisa, una sonrisa macabra y burlona-

Que incómodo...

Debía hacerle creer que no sabía lo que tenía planeado así en el momento más inesperado podía hacerle caer de alguna forma.

—¿Te llamas...Mai? ¿Verdad? —Dijo dudoso el chico de pelo castaño con ojos verdes

-Así es. ¿Y tú eres? -pregunté falsamente confundida-

-Oh, si-Agregó Mike- Presentaros chicos. -Ordenó mientras fulminaba con la mirada a todos-

- Eddie- dijo el chico moreno de antes-

- Sin tú número - bromeó el rubio mientras me guiña-

-Eddie le da un codazo evitando no reírse -

- Geithner. -Se presentó el rubio con una media reverencia -

-Dash , por supuesto ya me conocías -sonrió dulcemente-

-Encantada de conoceros.

-Igualmente -dijeron todos al unísono -

-Oh, se me olvidaba -se giró y tomo un vaso con una bebida de un tono marron - Tú Coca-Cola.

-Gracias- fingía haber tomado un sorbo

-Me tomó del brazo- Ven, quiero enseñarte algo. -Soltó mientras me conducía dentro de la casa-

-¿El qué?-Chillé para que se me escuchara ya que era imposible con la música -

- Te va a encantar.

-Me solté de su agarre- Te dije que no entraría a la casa , que solo me ibas a decir lo que pasó entre Melissa y tú.

-Todo necesita un precio y todo necesita su tiempo. -Dijo mientras sus labios formaban una sonrisa pícara-

-¿Qué quieres decir?-intenté parecer impresionada-

...

Me desperté en mi cama, solo recordaba ver a Mike con una sonrisa macabra, no sé si aquello fue un sueño o fue totalmente real, pero si fuera real no sé como acabé aquí tumbada sobre mí cama.

Será algo que tendré que descubrir...
.

..

ajajaja se que me vais a matar por esto.
Nota de la autora: Hola, cukis. Se que tarde en publicar algún capítulo y este es demasiado corto, pero es lo que tiene una adolescente que tiene mucha presión por encima. De hecho, hice una maratón para que lo disfrutéis. Trataré de organizarme más para publicar más a menudo.

Disfrutar de la lectura

Meme time:

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