Colorful Charade "Farsa Colorida"

Sintiendo algo

Draven

Después de haber elegido algo básico de mi armario, me dirigí hacía el bar, nada más entrar me encontré con la mirada de Mai que me recibía con una sonrisa calida.

-Ven, siéntate aquí —me señaló la silla que estaba enfrente suya—

-Está bien.— llame al camarero con la mano—

-¿Qué puedo serviros? —Preguntó con una fina sonrisa—

Miré a Mai

—Me devolvió la mirada y después miró al camarero— Me podría servir un aquarius, porfavor.

-Por supuesto, ¿y usted caballero?—inquirió con otra sonrisa—

-Una Coca-Cola y haga el favor de ponerle un trozito de limón.

-Está bien—Asintió y se dirigió hacía la cocina—

-Gracias por invitarme. —Bajo la cabeza mientras se sonrojada—

-No es nada, me gustaría saber mas de ti.

-Adelante, pregúntame lo que quieras— se ofreció—

-¿Por qué viniste a este campamento?

-Sinceramente, porque mis mejores amigos me estaban dejando de lado y quería establecer nudos con ellos, pero
no se si funcionará, cada vez me siento mas distante. —sus ojos se cristalizaron
—

-Vamos, que no te afecte, creo que este campamento te ayudará a estar con tus amigos, sino puedes conseguir amigos nuevos. —Dije intentado calmarla—

Derrepente viene el camarero con las dos bebidas y una *tapa

-Aquí tienen, que lo disfruten. —Dejo las cosas sobre la mesa y se posicionó detrás de la barra—

-Si, tienes razón —Se secó las pequeñas lágrimas con la mano y sonrió de lado a lado—

-¿Eres de por aquí?

-No, soy de Guesswood, esta un poco lejos de aquí. —respondió —

-Oh, vaya, yo si soy de aquí. Si quieres algún día te puedo enseñar la zona —ofrecí amablemente—

-Pues claro, estaría encantada. —sonrió alegremente—

-¿Tienes novio?

-No—se rió— aún nadie me ha llamado la atención.

-Lo sé, muchos son idiotas. —Admití entre risas—

-Y que lo digas. —se rió estridosamente—

Estuvimos preguntándonos cosas hasta que el camarero nos avisó que el bar tenía que cerrar, por esa misma razón salimos a dar un paseo por los jardines.

...

S

ky

En cuanto Draven me dijo que sí, salí corriendo hacía la habitación de Snyder, me sabía el número porque estaba 5 habitaciones por delante de la mía. La puerta estaba abierta, y nada más un paso vi a Snyder mirando hacía la ventana.

Ay, mi madre, estaba sin camisa.

Su cuerpo estaba bien trabajado y ceñido, en su espalda podías ver cualquier músculo marcado, sin darme cuenta mis mejillas ardían, el estaba moviendo la cabeza al ritmo de alguna canción que estaba escuchando con sus cascos, avancé lentamente por la habitación, hasta posicionarme detrás de él. Ni siquiera lo pensé, mi mano se extendió hasta arriba de su espalda y la acaricié suavemente hasta abajo. El subió la cabeza hacía atrás. Luego se giró rápidamente y me tomó de la mano.

-¿Sky?—preguntó mientras se quitaba los cascos con la otra mano—

-¿Sí? —Inquirí mientras formaba una sonrisa ingenua—

-¿Qué haces aquí? Tu hermano se pondría como un fuego si te ve conmigo.

-Vengo a visitarte, y hablando de mi hermano, fui tan pesada que acabó cansado y me dejó verte. —

—Relajó su expresión— Oh, bueno ¿Para que vas venido verme?

-Quería disculparme por lo de ayer y por lo de hace un momento, de verdad que no he querido hacerlo —Admití mientras mis mejillas tomaban un tono color carmesí—

Ahora que estaba mirándome cara a cara, podía ver sus abdominales, estaban bien marcados y trabajados, cerca de su clavícula había una tatuaje, era el número 24 escrito en números romanos y abajo de el, había una frase escrita en inglés "Always with me"

-Sky —me llamó—

-Sí —mis mejillas se coloraron más —

-Te habías quedado embobada —se rió y elevó sus cejas— Te decía que no pasa nada.

-Ah, bueno —hice una risa avergonzada—

Hubo un silencio incómodo entre ambos. Mi mano seguía enredada en su agarre, podía sentir el calor que su cuerpo desprendía, sus venas se hicieron más marcadas. Derrepente se escuchó una melodía de un teléfono, Snyder soltó mi mano sin cuidado y se sentó sobre la cama. Cogí el móvil con mala cara, me había fastidiado el momento.

-¿Sí?

-¿Qué tal estas, hermanita?

-Muy bien—hice una risa falsa— estoy con Snyder comiendo unos espaguetis —mentí mientras miraba a Snyder—

Snyder me miró impactado y frunció las cejas.

-Que aproveche.

-Gracias, oye luego hablamos, ¿vale?

-Está bien, adiós.

-Adiós, te quiero. —colgué—

-¿Por qué has mentido?—Preguntó confuso—

-¿Y qué quieres que diga? No le voy a decir que te estoy viendo sin camisa como si fueras un dulce.

-Espera, ¿Lo estabas haciendo?—hizo una sonrisa chulesca—

-Es decir, no, bueno algo así—reí avergonzada—

Se levantó de la cama y enredó uno de mis mechones en su dedo, sentí una cálida chispa que me recorría todo el cuerpo. Mi corazón se aceleraba una palpitación tras otra, se hacían más rápidas y fuertes que podía escuchar como retumbaba Pum..Pum..Pum

¿Cómo era posible? Me he enamorado de alguien en menos de 1 día, me encantaba tenerlo cerca, analizar cualquier parte de su cuerpo, cada una de ellas eran tan perfectas, él volvió a sonreir y pensé que nos quedariamos así un buen rato, pero no, estaba equivocada, él se alejó, se puso la camisa que estaba sobre su cama y salió disparado de la habitación sin decir nada.

¿Había hecho algo malo? ¿Lo habría puesto incómodo? Tenía miles de preguntas y ninguna de ellas era buena.
Me fui indignada a mi habitación, estaba bueno, sí, pero no tenía derecho a dejarme sin siquiera decirme a dónde iba o más bien un adiós.

Pocos minutos después, Draven llegó, lucía feliz con una sonrisa que no se le podía borrar de la cara, tuve que fingir yo una para que no piense que Snyder me hizo algo malo, estaba enfadada con él, pero no quería meterle en ningún problema.

Nota de la autora: Espero que os guste, y muchas gracias por el apoyo que estoy recibiendo últimamente.
Adios cukis

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