En una region distante, existía un lugar llamado el Valle de los Dragones.
Como su nombre indica, el área era mayormente poblado por Pokémon de tipo Dragón mientras que minorías de otros tipos habitaban los bosques y lagos que se ubicaban dentro.
Era una zona bastante alejada de la civilización humana, unos de los descubrimientos más recientes de la época. El lugar fue declarado como un santuario protegido debido a que había Pokémon muy raros de encontrar.
Se había intentado incorporar medidas de seguridad para garantizar la protección del valle pero ninguno fueron efectivos sin que alteraran la paz y armonía entre los Pokémon que vivían allí, al final optaron por usar vigilancia a distancia para acudir en alguna emergencia que requiere control inmediato, por fortuna nunca han llegado a éso.
Por ahora, el Valle era protegido pero desde a gran distancia, pero eso no impide que entrenadores o exploradores puedan aventurarse en la zona.
En los aires, un pequeño grupo volaba entre las nubes. Tratándose de 3 Pokémon viajando juntos, eran amigos y pertenecian al mismo entrenador.
Un Garchomp quien iba a la delantera señala la tierra.
"Ahí lo tenemos, el Valle de los Dragones!" Anunció con entusiasmo. "Hoy tendremos el mejor día de nuestras vidas" Añadió viendo detrás de él, hacia sus amigos.
Un Noivern miraba abajo, en silencio suspira mostrando cero emoción.
Garchomp se da cuenta e intenta animarlo. "¿Que sucede amigo? ¿Que acaso no te emociona estar aquí?"
"Uh, claro que sí, es solo que..." Intentó crear una excusa, pero su amigo lo interrumpe
"Solo que? Este lugar es el paraíso, no entiendo por qué te desanima venir"
Noivern no responde y sigue sin verlo a los ojos, se asustó cuando levanta la mirada y ve a Garchomp peligrosamente cerca de él.
"Ohh, ya sé que tienes... tienes miedo"
"¿Miedo?"
"Temes que las hembras te rechazen, ¿No es así?" Suprimió una risa, pero su sonrisa se mantiene en su hocico.
"No sé de qué hablas"
"No temas amigo, por eso venimos justamente en esta época del año. Donde somos sus mejores opciones, o los únicos jeje"
Noivern iba responder, pero su otro amigo habla
"Pero claro, sólo tú llamarías un paraíso cualquier lugar donde lo único que puedes hacer era aparearse con quién sea" Dijo Corviknight con su vista al frente y el pico firme.
"Precisamente Corviknight. Y que curioso que está decidas acompañarnos. Tampoco te preocupes, no solo hay dragonas, también hay aves que te apuesto lo que quieras a qué te echarán el ojo encima" le guiño al cuervo acorazado.
"No te hagas malas ideas, estoy cansado del ruido de la ciudad y de la gente gritando en las batallas. Solo quisiera tener un momento de paz y tranquilidad, al menos una noche" Comentó sin dejar de mirar al frente.
"¿Realmente pasarás una noche solo, en este día especial? Para ti eso es el paraíso?"
"Tu y yo tenemos diferentes conceptos de lo que es un paraíso"
Noivern rueda los ojos y comienza a descender. Toma el puesto de guía para llevarlos al suelo y aterrizar juntos.
Con las garras firmes en la tierra, los tres contemplan el valle.
Estaba lleno de bosques, lagos, montañas y praderas, y de numerosos pokemon pasendose cerca.
Garchomp de pronto inhala profundamente.
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Relatos Pokefilicos
FanfictionCombatir puede ser algo que caracterizan a los Pokémon, pero tampoco son máquinas de pelear, son criaturas muy inteligentes, con sueños y pensamientos. Cada uno tienen su propia historia y aveces con un final... candente. Se aceptan sugerencias :)