—El desarrollo en carne viva—
Arriba.
Fijar la meta en dirección a las nubes, muchos saben, y demasiados creen, que es complicado, complejo y enrevesado.
Mirar las cosas desde otro punto de vista no es suficiente.
Si logras ver desde varios puntos, pero la limitación alcanza, y todo queda en enterrar los pies en el suelo, es peor que simplemente no ver.
Si alguien va a mirar, y enorgullecerse de que miró desde un nuevo ángulo, y luego se marcha con las manos escondidas, para él, no es más que un ignorante, causante de su posible aborrecimiento. Y si no es ignorante es flojo, es limitado, es común, es como los millones de personas que caminan por la calle quejándose de algo que está como está por el hecho de que no hacen nada, además de quejarse, además de dejar que la vida viva por ellos.
Aunque a veces se sienta la necesidad de dejar que la vida haga las cosas por nosotros.
No es sencillo. Sí va a doler. No todos te apoyarán. Sí, puede que hayan más "No" que "Sí" de parte del resto. Pero mañana solo queda afrontar el que repetiremos inconscientemente un "Sé fuerte".
Pero así es, o se acepta, o se escapa.
«Si vas a pararte solo a quejarte, mejor hazte a un lado».
—Pero recuerda que siempre podrás volver a intentar.
Sus ideas habían sido ligeramente —irónicamente dicho— modificadas en cuanto lo conoció a él.
Aún con el sosiego, aguardando benevolencia y condescendencia en la voz, continuó, con el cartel en las manos porque le gustaba recordar cómo empezó.
¿Qué es la ambición de un ignorante ante la voluntad de un soñador?
Italia era de esos jóvenes que consiguieron de sí mismos sus deseos y voluntades sin que alguien deba ir a decirles qué es lo que se suponía que debían hacer.
—La ciudad se ha mantenido en una única y cerrada posición durante generaciones, quedando atrás, abandonando la idea del desarrollo. Las oportunidades y los sueños aún existen. Aquí no queremos discursos sin saliva. No queremos vivir entre el humo. No queremos buenas mentiras que remplacen verdades. Queremos salvar más vidas y mejorar algo que puede ser más que un patrón perecedero.
No es un adulto, pero tampoco es un niño. Solo es lo suficientemente él.
Aquel «él» lo describía como a una persona que no permitía el escuchar, o ver, o decir, o sentir, que ya no se puede avanzar más. No le gusta dejar al resto atrás, le gusta impulsarlos a sus propios deseos porque sabe que algunos necesitan que se les dé una mano. Cuando las cosas se hacen en grupo, en un buen grupo, puede ser mejor, puede ser más bonito, ser más divertido.
Recordándolo eso había aprendido.
Pero, ¿por qué todo le recordaba tanto a ese específico él?
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The Guy [Countryhumans]
Random𝑻𝑮 | Y en la ciudad del atardecer, de la harina de trigo y el café de flores, habitaba él. [...] Las más distantes leyendas cuentan de estos muchachos, residentes en la ciudad más bella del mundo, con el mar más mágico, las personas más diversas...