DxD Overlord: la búsqueda de Momonga para no morir en ero-world (Hiatus)

Capítulo 25: Encuentra un burrito en la nevera

"..." Koneko saltó cuando escuchó una puerta abierta.

Momon's Peerage se habían trasladado a la finca con los dos ahora ejecutores inconscientes del diablo, y Momon los había dejado a los dos en una de las habitaciones vacías de la mansión. Aparentemente, el edificio tenía dieciséis dormitorios "principales" preparados en el segundo piso, uno para cada pieza, y dos habitaciones de invitados en el primer piso.

Dado que el riesgo del ataque del "Ser Supremo" se cernía sobre ellos, el grupo se había visto obligado a mantenerse unido, y más o menos descartar actividades extracurriculares o pasar el rato en la ciudad o sus alrededores.

Así, una vez que Momon había despedido al grupo, Koneko se había atrincherado más o menos en la biblioteca del tercer piso, leyendo manga mientras intentaba limpiar su cabeza de la repentina y brutal violencia que había sido visitada contra las dos monjas atacantes.

Ella realmente no se preocupaba por los dos, pero ver a Momon mostrar su personalidad fría, calculadora y destructiva todavía enfrió a Koneko hasta la médula. El hecho de que casi había borrado a su propia nobleza mientras mataba a las monjas, y que no se había sentido completamente satisfecho al respecto, solo lo estaba empeorando.

"Hm... por lo que el daño entre los miembros de una nobleza no se reduce... Tendré que experimentar para averiguar cuánto daño pueden infligirse los miembros de una nobleza entre sí ..." El Rey se enderezó, mirando la torre que llevaba qipao ...

"Bueno, es hora de otro experimento ..." El Rey sacó dos peones de algún lugar y se inclinó sobre dos cadáveres carbonizados y hirviendo que apenas unos momentos antes habían sido dos niñas ...

Koneko no pudo evitar abrazar sus piernas cerca después de saltar detrás de la cómoda silla en la que había estado sentada en la biblioteca, haciendo todo lo posible para esconderse de la forma que había entrado en la biblioteca en busca de algo.

La voz sin emociones del Rey de la Nobleza en la que estaba todavía resonaba alrededor de su cabeza, casi haciéndola temblar lo que podría revelar su ubicación. Sus orejas de gato se extendieron una vez más y se volvieron hacia los pasos.

'... Si se entera puedo usar Senjutsu... Koneko dejó de respirar cuando escuchó los pasos que se acercaban. '... No lo haré... No puedo... Si me dice que lo use, si me niego... Todavía está en su mentalidad de "destructor", ¿simplemente ... ¿obligarme a usarlo? El nuevo Issei no entiende de empatía cuando es así, no dudaría, lo haría... él...'

Los pasos se silenciaron, y luego la silla detrás de la cual se había estado escondiendo se movió.

"¿Ah, Koneko-san- hm?" La voz masculina sonó sorprendida de que encontrara a la niña acobardada detrás de la silla. Casi como si no se hubiera alineado directamente con ella después de entrar en la habitación.

Koneko saltó y trató de correr hacia él, decidiendo que esconderse no estaba funcionando, así que con suerte si llegaba a Rias, ella ...

"¡Ah, por favor espera!"

"¡OW!" Koneko gritó mientras se caía, un repentino agarre y tirón de sus partes íntimas que casi la hizo caer de bruces en el suelo.

Sin embargo, logró aterrizar de pie, pero el agarre que el Destructor tenía sobre sus "partes" la obligó a tirarse al suelo, a tope, como un animal a punto de ser violado. Koneko trató de darse la vuelta para liberarse, pero el destructor se aferraba a su parte preciosa y la obligaba a permanecer contra el suelo, haciendo que sus ojos lloraran por el dolor y la humillación de tener sus partes preciosas manoseadas y maltratadas.