Respondiendo preguntas
No sé dónde ir.
Mi pecho se comprime y la respiración se me acelera. La cabeza me va a explotar y mi mano izquierda empieza a temblar.
No por favor. Un ataque de ansiedad ahora no.
Lagrimas gruesas bajan por mis mejillas mientras miro hacia todos los lados. No sé qué hago aquí. Este no es mi lugar. No entiendo que pasa.
Pienso por un momento ir hasta donde Gloria para buscar algo de amparo, pero después me verá como una loca y si me hace preguntas no sabría cómo responder. Necesito estar sola. Quiero vomitar.
Antes de que algún vecino me vea por la calle como una psicópata corro hacia el bosque. Necesito estar sola. Necesito irme de aquí. No quiero volver a esa casa ¿Qué demonios es esto? ¿Sara cómo me pudo guardar esto por tantos años?
Corro por instinto entre árboles y arbustos. Mientras que avanzo sin freno algunas ramas puntiagudas de los árboles rasguñan mi piel pero ahora mismo es lo que menos me importa. Aún con la caja de madera sujeta con mi mano derecha intento apartar hojas de mi rostro. ¿Qué es este pueblo? ¿Esos señores son mis padres? No. Imposible. Ellos murieron en un accidente automovilístico. ¿Mi tía me estuvo mintiendo todo este tiempo? ¿Y si en realidad no es mi tía?
Salgo de mis pensamientos cuando llego a un claro en el bosque. Un espacio solo de césped sin ningún árbol haciendo presencia, solo a su alrededor. Con rabia tiro la caja en el piso y ya sin aguantar más me desplomo. ¿Quién soy en realidad? Tengo tantas preguntas en mi cabeza y el hecho de que me duela como si fuera a reventar no me ayuda y mucho menos el temblor en mi mano. Enojada grito con todas mis fuerzas, un grito desgarrador que me hace arder la garganta. Dolor. Traición. Desilusión. Es todo lo que significó ese grito.
Aturdida por todo paso mis manos sucias de tierra por el rostro. La noche empieza a sentirse fría y las nubes nublan la claridad de la luna. Intento controlar un poco la respiración analizando en donde estoy. Todos los árboles son iguales. Todos los caminos están oscuros. De la rabia paso al temor. A la vulnerabilidad. Siento que me hubieran sacado todo el aire de un solo golpe. Pero la oscuridad que me rodea me da aún más miedo.
Estoy sola en medio de la pena y en medio de un bosque oscuro. ¿Qué más puede salir mal?
Y como si hubiesen escuchado mis pensamientos escuché una rama romperse poniendo todos mis sentidos alerta. No estaba sola, de eso no había duda. Luego escuché otra pisada. Miré en todas direcciones en busca de una salida. ¿Por dónde había llegado? De manera lenta me fui levantando del suelo y tomé la caja de madera. Otra pisada se escuchó y ahora observé hacia donde se supone que estaba.
Uno...dos...tres...contaba en mi mente para intentar calmar los nervios. Hubo un silencio perturbador, porque no sabía si la cosa que estaba por allí se había ido. Di un paso hacia atrás con la intención de largarme de allí. Pero algo llamó mi atención. Detrás de un árbol gigante había una sombra. No la alcanzaba a distinguir bien por la oscuridad pero parecía una persona.
— ¿Hay alguien? —La sombra se movió un poco—Si quieres robarme algo te aseguro que no tengo nada. He salido de casa sin dinero ni mi celular.
El silencio continuó entre la cosa que estaba detrás del árbol y yo. Así que di otro paso hacia atrás sin quitarle los ojos. Pero lo que vi me paralizó.
Del árbol, a un lado, la sombra salió más a la luz de la luna. Lo primero que vi fue una especie de mano con la que se apoyaba en el árbol. Solo que esta tenía tan solo tres dedos o ¿garras? Negra, llena de suciedad y uñas asquerosas. Su piel estaba ¡¿podrida?! Luego dio otro paso hacia el frente hasta que vi que estaba completamente desnudo, pero eso no tenía una forma en específico. Tenía una boca extraña y parte de lo que se supone que es su rostro entre quemado y destrozado. Su cuerpo era demasiado deforme, no sé si tenía las costillas donde se supone que iban o si al menos tenía. Y lo que más me sorprendió: no tiene ojos pero si dos orificios en lo que sería su rostro. Supongo que es su nariz.
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Corazón Flamante |Trilogía Secretos De Media Noche|
FantasySecretos...dicen que en la noche es cuando estos salen a la luz. Y te puedo asegurar que es completamente cierto. Los secretos ahora hacen parte de mi vida. Desde esa noche todo cambió. Ya mi vida no volvió a ser igual...Bueno, aunque nunca lo fue. ...