Corazón Flamante |Trilogía Secretos De Media Noche|

Capítulo 7

Esta canción me la imaginé de fondo cuando llegué a la parte de "Daniel asintió y volvió a entrar a la sala solo que esta vez lo seguía". Si la quieren escuchar para sentir el ambiente de la escena, adelante.

El golpe de la traición.

—Debes de encontrarme y encontrarte...

El reflejo de ojos morados va tomando forma a medida que el agua deja de moverse.

—Recupéralos, ellos te los darán...

¿Darme qué?

El movimiento del agua cesa y un pelaje blanco como la nieve cede ante mis ojos. ¿Y mi reflejo? ¿Qu-que?

Miro hacia un lado y el reflejo hace lo mismo que yo. No puede ser. Asustada tomo una roca que está a mi lado y la tiro con fuerza contra el lago.

Como si hubiera estado conteniendo la respiración tomo una bocanada gigante de aire y siento que mis pulmones vuelven a funcionar. Ha sido otra pesadilla.

Sentada en la cama miro a todos los lados. ¿Dónde estoy? Paredes blancas que desconozco, un espejo de gran tamaño frente mío, una ventana grande. Esta no es mi habitación.

Alarmada me levanto de la cama y lo primero que noto es que no tengo la misma ropa. Los recuerdos de la noche me vuelven a la cabeza. Daniel es mi hermano. Él y Adrián se convierten en cambia formas. Emily es una bruja. Tengo otro hermano. Sara me ha mentido toda la vida.

Estoy perdida y sola.

Miro mis zapatillas en el piso y me las calzo lo más rápido posible. Debo salir de aquí. Me detengo frente al espejo y veo mi collar de corazón flamante. Al lado del espejo, sobre un escritorio está la caja con mis iniciales. La tomo y abro de inmediato con mi collar. Las fotos están completas.

Con mis cosas listas me acerco hacia una puerta de cristal que da hacia un balcón. Me asomo y no está tan lejos del suelo cubierto de césped.

¿Enserio estoy pensando tirarme por un balcón? Sí, porque por la puerta no me puedo largar.

Hago un nudo a mi camiseta para así meter el cofre dentro y que no salga por debajo. Paso una pierna sobre el barandal de piedra y luego la otra. Dios espero no romperme nada. Me las apaño para sostenerme del barandal hasta que mis pies quedan en el aire y a la cuenta de tres me suelto. No cayendo tan mal como esperaba, me levanto del suelo y miro hacia todas las direcciones en busca de una salida.

A lo lejos puedo ver otras casas ¿Pero dónde estoy?

Camino mirando hacia todas partes esperando a que nadie me pille. Con el pie un poco lastimado me encamino hacia el bosque. Ese asqueroso bosque. Voy lo más rápido que puedo pero debo de detenerme.

Esto debe de ser una broma.

Max y Valeria salen por un portón de madera gigante haciendo que me tire al suelo y ruede hasta esconderme entre unas flores. ¿Ellos son como Daniel y Adrián o como Emily?

Se dirigen hacia un auto estacionado a unos cuantos metros. Una vez dentro se van por un sendero del bosque.

Me levanto del arbusto de flores y voy algo cojeando hasta el mismo sendero. Pero mi plan se va al pozo cuando escucho un grito muy conocido.

— ¡La encontré!

Sara. Mi más y mentirosa tía. Nuestros ojos se encuentran y los de ella desbordan perdón, pero los míos puedo asegurar que están hecho furia.