Capítulo 22

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Volamos a Denver ahora.

Liam y Zayn se sentaron adelante con Diane y el entrenador, y yo estoy en la parte trasera del avión con Harry. Él sigue el ritmo, pero yo no, trato de escuchar a Liam y Zayn en su acalorada conversación. Harry no ha entrenado en cuatro días, desde que Zayn nos despertó esa mañana. Me fui a cambiar y esperé abajo, pero Haz nunca apareció. No salió de su habitación los siguientes días.

Pero sí a verme.

Hay algo entre nosotros, y tengo miedo de darle un nombre. Durante las últimos cuatro noches, ha venido a buscarme a mi habitación y llevado de nuevo a la suya, y en esta última noche, incluso se quedó todo el día.
Nos besamos como si lo hubiéramos estado esperando durante el día, que en mi caso es toda verdad. Niall ha enviado mensajes de texto en respuesta a mi mensaje cuando estaba borracho sobre tener sexo con Haz. Quiere saber si pienso hacer pequeños Hazzas pronto. Y la verdad es que no sé lo que estamos haciendo, pero la forma en que me besa se siente como si yo fuera su droga y él se droga conmigo. Tan pronto como llegamos a la cama, su boca se funde con la mía y no la suelta. Sus brazos me sostienen clavado a su cuerpo como si me fundiera en él. Me siento como su ancla, y él se siente tan poderoso y emocionante como una caída libre.

-Sus puntos no lo mantendrán en el primer lugar para siempre -murmura ahora Zayn, y no hay duda de la preocupación en su voz-. Ya bajó al segundo lugar, parece que pasara a ser el tercero. No puede perder una sola noche y no se puede perder una pelea más.

Desenganchando el cinturón de seguridad, me dirijo a ellos con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa? -sigo de pie en el pasillo y apoyo un hombro en el respaldo del asiento de Diane.

-Haz no puede faltar a más peleas. Todo es cuestión de puntos en el campeonato, así que si vamos por el primer lugar, entonces no puede faltar a más peleas y ciertamente no puede permitirse el lujo de perder.

-No está comiendo adecuadamente -dice Diane con tristeza.

-No está entrenando -añade amargamente el entrenador.

-Y sus ojos siguen siendo negros.

Pienso en lo último que dijo Liam, y me doy cuenta que sí... en los últimos días, los ojos de Haz se ven muy oscuros. Por otro lado, su celo se ha ido. Sin embargo tampoco hemos dormido. Sólo hemos estado besándonos como locos toda la noche y nuestros cuerpos están fuera de control, y hemos estado pidiendo servicio a la habitación porque parece que no puedo conseguir que esté de acuerdo con que alguien de su equipo entre en la suite. En otras palabras, nada de alfas que no sean él. Me quedo mirando sus rostros sombríos y Zayn niega con la cabeza.

-Si sale a luchar con esos ojos negros, una pequeña parte de él estará en desacuerdo con lo que el árbitro dice, y podría destrozarle el puto culo.

Frunzo el ceño.

-No seas ridículo. Él conoce las reglas. Y no es una máquina que entrena 24/7. Deja que se recupere. Entrena incluso los domingos, está peligrosamente cerca de ser sobre entrenamiento. Todo atleta necesita tiempo de inactividad.

-Haz no es un simple atleta, si no entrena se pone ansioso -me dice Liam.

Ruedo los ojos, ya harta del término.

-¿Cualquier cosa no lo vuelve ansioso?

-En realidad, sí. Paz y tranquilidad. Pero no dejara de ser un monje en el corto plazo, ¿verdad?

En serio, no veo qué hay de malo con matar el tiempo. Algunos de mis amigos atletas se pusieron deprimidos y abatidos después de la competencia. Lo que sube tan alto tiene que bajar, y los neurotransmisores a veces suelen ser un poco raros.

Real | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora