Capítulo 38

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Estoy paseando como loco mientras espero escuchar algo. Cualquier cosa. Veo todas sus cosas a través de nuestra suite, el iPod y la computadora portátil, su cepillo de dientes en el lavamanos, la ropa todavía en su maleta, alguna colgando en el armario, y una ansiedad terrible me recorre por mis terminaciones nerviosas.
Harry acaba de irse por ahí y podría echarlo todo a perder por mí. Mis labios están adoloridos de la tortura de mis dientes mientras vuelvo al pasado y me pregunto qué habría pasado si hubiera dicho que no besaba ese estúpido tatuaje. Yo podría nunca haber hablado con Nora.

Ella nunca tendría una oportunidad para liberarse como la que le ofrecí.
En ese momento, se sintió relativamente inofensivo, considerando que sentí como si no tuviera otra opción, pero ¿cómo deseaba profundamente que Harry nunca se hubiera enterado de nada de esto? Incluso enojado, yo podía sentir su dolor, y ahora estoy tremendamente preocupado por él. Incluso si tiene sus puños en la mandíbula de Scorpion en este momento, su victoria en el Underground pendería de un hilo, y yo no puedo ni preguntarme qué podría hacer ese horrible cabrón a Nora como retribución si Haz lo hiere esta noche.

Oh, Dios.

La idea de mí arruinando, no sólo mi propia carrera sino también la de Haz, ciertamente me destroza.

Mi estómago está tan inestable que siento como si mis intestinos fueran a ser echados fuera. Quiero que Nora este a salvo, pero necesito desesperadamente a Haz de vuelta en el hotel, donde estoy seguro de que podría tratar de apaciguarlo con sexo. Si quiere domarme bajo su sumisión, entonces por Dios que voy a dejar que el alfa crea lo que quiera, sólo para tenerlo calmado y sereno de nuevo. Yo no le tengo miedo.
No lo voy a tener. Él sigue siendo mi Haz, sólo en un estado de mal humor.
Pero a las 5 a.m. todavía no ha vuelto. Estoy revisando el Internet como loco y tengo las noticias locales presentándose en la televisión, temiendo lo peor. Oigo una puerta y levanto mi cabeza, mi corazón latiendo en mi garganta cuando veo a Zayn. Al instante salto del sofá a mis pies.

-¿Haz? ¿Dónde está él? ¿Qué ha hecho?

Zayn no me mira a la cara, simplemente camina directamente en el dormitorio principal y busca en el armario.

-Está en sala de EMERGENCIAS. Una tensión terrible se extiende desde un extremo de la columna al otro, y de repente me siento azotado en el trasero y voy decididamente detrás de él.

-¿Qué ha hecho? Déjame ir a buscar mis cosas. Tengo que verlo.

Zayn toma su cepillo de dientes, la navaja, y lanza todo en una pequeña bolsa de cuero.

-Es mejor que esperes aquí. Son sólo algunas puntadas -Luego toma sus zapatos de boxeo y traje para la pelea-. No están descalificados. Ninguno contará nada. La lucha será esta noche, ¿o debemos decir? Continúa. Esta noche.

Los ácidos en mi estómago empiezan a arder, incómodamente. Solía ser sexy en las películas cuando un alfa pelea por un omega, pero este es mi alfa, peleando por mí, y me siento casi tan detestable cómo es posible y más que desesperado por ir a cuidarlo y protegerlo.

-¿En cuál sala de emergencias está? -Siguiéndolo a través de la habitación, agarro un par de jeans y los deslizo bajo la camiseta negra de Haz, con la que a veces duermo.

Girando sobre sus talones cuando llega a la puerta, él me detiene con ambas manos.

-Por favor, no, por el amor de Dios, no se te ocurra aparecer. Ni Liam ni yo queremos que él te vea. Por favor, Louis. Sólo escúchame.

-Pero, ¿cómo está?... -Parpadeo hacia él, mis ojos empañados mientras mi voz se quiebra-. Dime cómo está él.

-Está muy enfadado. Lo sedaron en el hospital. Honestamente, no sé cómo podemos esperar que luche esta noche. Pero por lo menos está enojado.

Real | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora