Capítulo 34

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Se supone que debíamos encontrarnos con Nora en un pequeño restaurante japonés situado a sólo cuadras de nuestro hotel, pero me siento completamente mal por mentir a Harry sobre esta noche.

-Inventare una reunión de negocios contigo -Liam me aseguró cuando nos encontramos en el gimnasio esta mañana-. Le diré que tú y Niall se encuentran paseando y que Zayn los recogerá después de la cena para que Haz pueda tratar sus finanzas mensuales conmigo.

Asiento en satisfacción, pero confieso que no estoy muy emocionado al respecto. En absoluto. A mi omega no le gusta nada mentirle y ocultarle cosas a su alfa. Sabe que está mal. Estoy mareado y nervioso por la tarde, pero aun así, permito que una profunda y secreta parte de mí disfrute la forma que Haz me observa desde el ring de boxeo mientras lo saludo con la mano desde la puerta del gimnasio y señalo a Niall, que está a mi lado en toda su gloria.

-Voy a salir con Ni -le digo a Haz, moviendo los labios.

Él tira de su casco de boxeo para darme una sonrisa y un rápido asentimiento, sus ojos brillan como lo hacen cuando me ve, y solo la mano de Ni en mi codo parece evitar que yo salte hasta el ring y bese sus hermosos hoyuelos.

Arriba, me visto con ropa sencilla y cómoda, una camisa con botones  y pantalones negros formales.

-Todavía no entiendo porque no quieres que Haz no sepa sobre esto -dice Niall mientras Zayn nos conduce al restaurante.

-Porque Harry puede llegar a sentirse molesto, tiene algunas tendencias alfa que son...- digo, sin saber cómo explicarle.

-Lo cual es sexy, según se.

-Ni, esta no es una película. No quiero que él sea incapaz de concentrarse o meterse en problemas por mi culpa Ni -resopla.

-Le quitas todo el romance a tu relación, Louis.

Me quejo y luego golpeo mi frente contra la ventana con exasperación total.

-Ni, ya me siento mal. Por favor. La gente que hace lo que él hace para ganarse la vida son consideradas armas letales. Legalmente no pueden pelear fuera del ring, ¿entiendes?

-Sí. Él porque un alfa no puede luchar con los puños en la calle mientras que otros andan por ahí portando legalmente armas está más allá de mí. Creo que debería quejarme con el senador.

-Muy bien, señores, dejaremos lo de la carta al Congreso para después, ya llegamos.

Niall mira a Zayn mientras abre la puerta de atrás, y él lo mira cuando el sale. No tengo ni idea de lo que pasa entre ellos. Niall es generalmente dulce con todos, y Zayn suele ser amable. Pero esto es extraño.

-Gracias, Zayn, enseguida vuelvo -le digo.

-Claro que lo harás, voy contigo.

-No lo necesitamos -dice Niall mirándolo con superioridad, levantando la nariz-. Lou y yo hemos estado excelentemente durante veinticuatro años sin tu ayuda.

-Lo hago por Harry, no por ti -dice Zayn secamente.

Por suerte, la disputa termina cuando entramos al restaurante.

Me sumerjo en la tranquilidad del ambiente, barriendo el lugar con mi mirada, viendo que las paredes de pintura verde tienen un surtido de pescados crudos enmarcados en platos, y entonces mis ojos se deslizan por docenas de mesas de madera negra advirtiendo que todas se encuentran vacías a excepción de una.

Para mi sorpresa, las únicas personas aquí, aparte de nosotros tres, de pie junto a la puerta, es un beta japonés con mirada preocupada observarnos desde detrás de la barra de sushi. Nora sentada rígidamente en una pequeña mesa redonda en el rincón más alejado, tres alfas altos y fornidos que reconocí como los mismos matones que tuve el placer de golpear en el cráneo en el club, y, por supuesto, el gran y malvado Scorpion quien ahora avanza hacia nosotros como si fuera el maldito anfitrión de la noche.
No sé si él tiró algunos hilos entre los encargados del restaurante, o si desocupó las instalaciones mediante intimidación o por muchos Benjamín Franklin, pero ¿quién en su sano juicio querría cenar con tipos como estos?

Real | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora