AÑO 2015

14 1 1
                                    

El antes conocido como planeta Tierra, es ahora un astro arrasado por los combates y las explosiones que se llevaron a cabo entre FOX y WOLF. Pero WOLF venció y se ha autoproclamado Presidente de la capital, destituyó a las fuerzas del orden y el Kaos campa a sus anchas por la única ciudad que queda en el planeta. También se estableció que la población ocultara sus rostros por miedo a que se descubrieran los clones que antes estaban infiltrados en el ejército.

Esta es mi historio, la historia de un asesino, Sí, un asesino. Todos los días me levantaba de la cama deseando que el día llegara a su fin, me levantaba desnudo. Observaba mi cuerpo en el espejo, estatura de 1'75 m ancho de espaldas, brazos fuertes pero no se me marcaban los abdominales, nunca lo he logrado...

Me vestí, cogí mi maletín, la gabardina negra, el sombrero,  un bollo de desayuno y mis guantes negros de cuero, por último, me coloqué la máscara de cuero, solo dejaba a la vista mis ojos. Bajé por el ascensor, por suerte iba solo, odio bajar con alguien más en esos espacios tan cerrados. Una vez en la calle me dirigí hacia la pasarela, observando las tiendas arrasadas, lo que antes era la facultad de periodismo, todo, absolutamente todo estaba arrasado. No había policía y se habían disparado los delitos, ya nadie estaba a salvo y todos llevábamos armas encima, yo no era distinto, una pareja de M19 a mi espalda y un cuchillo en la bota era lo que llevaba más a mano.  Cristaleras arrasadas y la facultad abandonada, ya nadie quería estudiar si podía robar para vivir. Crucé todo este caos para acercarme a la pasarela, aquí sí que me crucé con más gente, pero todos con máscaras, vestidos de negro, con gabardina y sombrero, y nadie se fijaba en nadie, a nadie le importaba nadie. Solamente había sombras cruzandose unas con otras.

Pero yo me paré a ver el rio por encima del cual estaba construida la pasarela. Me gustaba ver su curso, justo en el momento en que iba a seguir mi camino, hubo un movimiento en los matorrales, y salió una chica corriendo. Detrás de ella, tres hombres de estatura alta y constitución fuerte. Ella sacó una Glock, parecía una 17, comenzó a disparar a los hombres, pero solo fue capaz de herir a uno mientras los otros dos se le abalanzaban encima y comenzaban a atarle las manos y los pies...no costaba demasiado imaginar lo que pretendían hacerle a esa mujer.

Iba a seguir mi camino, no la conocía, era mona con el top y el vaquero ajustado, pero no podía apartar la mirada, no podía dejar de verla luchando por sobrevivir...así que...

Sangre en las esquinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora