∆Prologo∆

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-Entonces está decidido-

-Asi es, cuando nuestros hijos sean mayores se convertirán en esposos- diciendo esto ambos reyes se dieron la mano sellando así el acuerdo.

(....)

-No puedo permitirlo, ese niño no puede arruinar mis planes- se acercó a la cuna de su propio hijo que no hace más de unos meses había nacido
-Tu serás quien se case con el futuro hijo de Rubén, y asi su reino se unirá con el nuestro y seremos mucho más fuertes que cualquier otro que allá existido- tomo a su hijo en brazos y se acercó a la ventana
-Cueste lo que cueste, me encargaré de destruir el reinado de todos y convertirme en hombre más poderoso que allá pisado estás tierras-

(...)

-¿Queria verme su majestad?-

-Asi es Augusto, escuché que tú familia le está costando sobrevivir ¿o me equivoco?-

-No, no se equivoca su majestad-

-Bien, para salvar a tu familia y tu vida te ofrezco un trato-

El hombre miró nervioso a su rey.

-¿Que... Que clase de trato?

(...)

-¡¿Quien es usted?!- la mujer gritó alarmada

-¡¿Que hace con mi hijo?!- su esposo corrió al lado de su mujer al oírla gritar.

El encapuchado al ver que había sido descubierto por los padres del niño entro en pánico, agarro con más fuerza al niño y salto por la ventana de ese cuarto sin importarle lo más mínimo la altura. Cayo entre los árboles y de allí huyó internándose al bosque.

(...)

-Lo siento mucho niño, pero eres tú o mi esposa e hijos- levantó la navaja apuntando directamente al corazón del bebé.

-De verdad... Lo lamento- pero antes de que pudiera siquiera mover un poco el arma el niño abrió sus ojos (que hasta entonces estaban cerrados) y su mirada se encontró con la de su secuestrador.

Su mirada bicolor era tan hermosa, tan cálida y tan tranquilizadora que hizo que el hombre soltara la navaja y bajará su mirada llenas de lágrimas.

-No... ¡NO PUEDO HACERLO!- guardo su arma y volvió a tomar al bebé, se cubrió con su capucha y con su capa tapo al niño.

-"no importa si me matan ¡¡NO PUEDO MATAR A UN NIÑO TAN HERMOSO E INOCENTE!!"-

(...)

-¡¿Quieres que yo lo cuide?!- pregunto sorprendida la joven.

-Por favor, Amara, sé que es mucho pedir pero... No puedo matarlo- susurro las últimas palabras

Amará quería ayudar a su amigo, pero cuidar a un bebé era mucho para una joven de 22 años, ya lo había visto con su propio hijo quien murió un mes después de nacer, además de que no era un niño cualquiera, era un príncipe, el príncipe del reino vecino.
Se lo pensó y decidió que no podía con tal responsabilidad, pero justo cuando iba a decir que no su mirada se encontró con la del niño y quedó hipnotizada por aquellos ojos bicolor. Su corazón se hablando y el amor de madre volvió a su pecho, tomo al niño de los brazos de su amigo y sin dejar de mirarlo con ternura y amor le respondió

-Yo me encargaré de el, lo cuidare y lo protegeré como si fuera mi propio hijo- Augusto suspiro aliviado.

(...)

-¿Ya está hecho el trabajo?-

-si su majestad, me encargue de matarlo y enterrarlo muy profundo en el bosque- entrego la navaja llena de sangre seca, el rey la miró satisfecho luego la tomo.

-Bien hecho, tal y como acordamos te daré dinero y una hogar decente-

-Gracias su majestad- se sintió mal por qué el rey le estaba ayudando sin que el halla cumplido su parte, pero luego recordó la mirada del niño y una calma inmensa se posó en su pecho.

-"Perdón mi rey... Pero aquella misión era muy cruel como para cumplirla"-

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Muy buenas!
Si si lo se no he terminado una y empiezo otra pero bueno, así es mi cabeza :b

Espero que les guste esta historia bueno Bay.

yo soy... ¡¿UN PRÍNCIPE?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora