Capítulo 1

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El comienzo es el final 

—No quiero estar aquí con él eternamente.

—Ow gracias hombre... espera...

Si, Lance había escuchado bien desde un principio, pero solo esperaba que Keith le hubiera hecho una broma y ya. Sin embargo, Keith parecía hablar en serio, no hubo otro comentario al respecto. 

Ouch.

Bob sonrió más siniestramente, ignorando el comentario del líder de Voltron y pasando a preguntarle a Pidge. Ella dio su discurso motivacional sobre Hunk y luego chocó muños con el paladín amarillo.

Lance solo se quedó viendo, escondiendo su dolor tras una sonrisa y un sincero cariño por quienes no lo apreciaban tanto.

Tonto.

El tonto del equipo.

El estúpido bocón.

Tonto.

Keith no quiere quedarse con él y los demás ni siquiera lo consideraron una opción.

Duele.

Dejó de lado sus pensamientos intrusivos y esperó a que Bob les dijera lo que pasaría. Por supuesto ganaron el concurso, Hunk lo abrazó y todos vitorearon. Cayeron papeles de colores y, entonces, todo se oscureció. El show llegando a su fin.

Lance se quedó en ese vacío, sintiendo su corazón latir con fuerza y sus ojos lagrimeando. Él no era digno de nada y sus amigos pensaban igual, de nuevo era un paladín sobrante, un peso con el que tienen que cargar. De hecho, no era la primera vez. Siempre fue el bobo bromista y coqueto que no conseguía enorgullecer a su equipo; incluso cuando murió salvando a Allura, nadie pareció notarlo.

—Vaya— la voz de Bob sonó en el vacío—. Veo que aun queda un paladín en el set.

Una lámpara iluminó a Lance, pero no era posible ver nada más de sí mismo.

—Nuestro bobo paladín azul.

El moreno trató de ignorar el comentario, aun con el dolor y los pensamientos siendo persistentes, no quería derrumbarse frente a este idiota. Ya fue humillado lo suficiente.

—A pesar de que pasaste la prueba estás aquí. ¿Por qué?

—Como voy a saberlo, soy el más estúpido del equipo.

—Ya veo— Bob por fin se mostró frente a él—. Crees que no eres digno, paladín.

Lance miró sus pies.

—La razón por la que votó por mi es porque soy tan molesto como para servir de compañía.

—Y todos los demás recibieron bellos comentarios— Bob se burló—. Todos tenían razones para salir de aquí, todos menos tú. Tú no puedes acabar con la guerra, no puedes hacer cosas increíbles y no eres capaz de salvar al universo.

—Basta— hipó el moreno.

—No te necesitan, Lance McClain.

—No, no lo hacen.

—Entonces, ¿por qué no desapareces?

—Eso quiero, solo soy el bobo chico cubano. Quiero irme lejos. Es estúpido porque siempre supe que nadie me necesitaba. Ni siquiera mi familia, ellos... ni se han de acordar de mi. Todos aman a Luis, él ya formó una familia.

—Comprendo.

—¡Y Marco! Dios, es un excelente hombre. Verónica es el mayor orgullo de toda la familia, ella es mi heroína, por ella entré a Galaxy Garrison. Y ni hablar de Raquel... ella, ella es mejor que yo.

—No eres el mejor McClain, no eres el mejor paladín. A la sombra de un muchacho como Keith, ganándote tu lugar por casualidades o conveniencias. No eres digno de merecer nada. ¿Eso piensas? ¿Crees que juzgué mal?

—No entiendo...

—Yo juzgo a los exploradores espaciales, Lance McClain. Y decidí que todos son dignos...

—Menos yo— murmura el moreno.

—Eso está por verse, Lance McClain. Por ahora... ¿Estas seguro que es lo que deseas? ¿Desaparecer?

—Yo...— ahí el humano se rompió, amargas lágrimas brotaron de sus ojos—. Si, si. Yo no quiero volver...

Lance alzó la mirada y vio a Bob de cerca, el alíen verde chasqueó los dedos y todo volvió a oscurecerse. La no existencia es un concepto aterrador y confortante, simplemente ya no hay que preocuparse por nada, no se siente nada, no hay nada.

Ya no eres el bobo, el estúpido, el inútil.


 Nota de la autora: 

Con toda sinceridad, no pensaba publicar esta historia hasta terminar algunas otras en progreso. Pero hoy fue un día de mierda y necesitaba escribir y sacar esto de mi sistema. Muchos saben que no la estoy pasando bien y que suelo ser muy confianzuda con mis lectores, pero es que realmente no tengo a muchas personas en mi entorno que me hagan sentir segura como lo hace el escribir aquí. Compartir mis ideas e historias son mi manera de huir de lo que me aqueja y no puedo solucionar porque no depende al cien de mi. 

No estoy exactamente en el anonimato, pero me siento protegida hasta cierto punto. 

En fin, esta historia será una perra dolorosa para algunos. Mucha angustia y demasiado drama. Nunca hay suficiente Langst. Pero... me siento en la necesidad de hacer este spoiler: siempre hay un final bueno, de un modo u otro. Odio las historias donde matan a alguno de mis chicos, tal vez porque no me gusta la miseria y la pérdida es un concepto que no asimilo de buen modo. Lo que leerán en los siguientes episodios no es un estado permanente, pueden ver esta historia como una aliada para quienes han pensado que no son importantes y que creen que desapareciendo se soluciona todo... No es así. Sean fuertes y valientes, aquí tienen a una pequeña aliada. 

Disculpen si no subo nada de Míos o de Nuestro mundo, simplemente no quiero decepcionarlos con drama innecesario y me temo que es todo lo que ha salido de mi sistema en lo que va del año. 



Si él no existieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora