Nuestra rara historia de amor. (Kazuya x Chizuru)

La visita.

Habían pasado algunos días desde el incidente de la universidad. Durante ese tiempo, Kazuya y Chizuru comenzaron a interactuar más y a profundizar en su relación vecinal. Cada vez que tenían la oportunidad salían a caminar o a ir a comer, tanto para tomar un descanso de sus actividades diarias como para ir conociéndose mejor. Gracias a esto, la confianza entre ambos iba haciéndose más fuerte al igual que su amistad.

En ese lapso de tiempo, los 2 jóvenes fueron descubriendo cosas nuevas sobre el otro. Por ejemplo: Kazuya se enteró que su querida vecina estaba tomando clases de actuación y cuyo sueño era el de convertirse en una importante actriz, mientras Chizuru descubrió que su amable vecino era un amante de los peces y se lo demostró la vez que fueron al acuario de la ciudad. Sentían que su amistad iba volviéndose más fuerte con cada día que pasaba.

Pero así como pasaron cosas buenas, hubo otras que no lo fueron tanto.

Desde aquella última vez que Kazuya se topó con Mami, no volvió a tener contacto con ella. De vez en cuando se encontraban ocasionalmente en los pasillos de la universidad, pero ella solamente lo ignoraba y lo pasaba de largo. Incluso hubo veces donde la podía ver paseando por el campus, acompañada por algún que otro chico apuesto. El joven Kinoshita mentiría si dijera que no le dolía ver que a su ex pareja no le afectaba en lo más mínimo su rompimiento. Después de todo ella fue su primera novia y pese haberle sido infiel... ella seguía siendo especial para él.

Ya que el primer amor no era fácil de olvidar.

Y por el lado de Chizuru las cosas eran un poco más complicadas. Sin importar cuantas veces lo rechazara, Umi seguía insistiendo en que lo perdonara y que le diera una segunda oportunidad. Ya fuera en sus clases de actuación o por mensajes, él seguía con lo mismo, lo que de a poco la iba molestando cada vez más. Pero aquella insistencia fue disminuyendo poco a poco, lo que alivió a la joven Ichinose, quien aun sentía algo de dolor por la traición de su primer amor. Sin embargo, aquel dolor fue disminuyendo con el pasar de los días.

Tal vez esto se debía al apoyo de cierto joven de cabello marrón.

-Entonces, ¿las cosas están ya un poco más tranquilas?- Preguntó Kazuya mientras le daba una mordida a la crepa que traía en sus manos..

-*Suspiro* Más o menos. Aún hay tensión entre ambos, tanto que pone algo incómodos a mis compañeros actores- Respondió Chizuru, también dándole una mordida a la dulce crepa en sus manos.

Era fin de semana y ambos habían decidido ir a comer algo juntos para desestresarse de tantas tareas que tuvieron esa semana. Después de comer decidieron caminar un rato por la ciudad, aprovechando también para disfrutar de un pequeño pero delicioso postre.

-¿Por qué no les dices a todos lo que te hizo?- Hasta donde él sabía, su vecina no le había dicho la verdad a sus compañeros de la clase de actuación y no sabía el por qué. -Aunque, ¿quién soy yo para preguntar eso? Yo tampoco le he dicho la verdad, sobre mi ruptura con Mami, a las demás personas que conozco.-.

-Bueno, creo que no les digo la verdad por la misma razón que tú no lo haces.- Dijo la peli-marrón, con una sonrisa y mirando hacía el cielo. -Pesé a lo idiota que él fue, me hizo pasar momentos muy lindos y divertidos. Además, es un buen actor y no quiero rebajarme a su nivel tratando de arruinar su carrera con un incidente como ese.-.

-Vaya, eres una muy buena persona.- Fue lo primero que dijo Kazuya cuando terminó de escuchar la respuesta de su amigable vecina.

-Solo me educaron bien.- Volvió a decir para luego darle otra probada a su dulce.

Continuaron caminando por un rato más, charlando de cosas triviales y terminando sus postres, hasta que se detuvieron frente a un acuario.

-¿Recuerdas la primera vez que vinimos aquí?- preguntó Chizuru después de darle un vistazo a la entrada de aquel lugar.