Capítulo 1 (parte 3)

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Después de unos minutos, escuché como los pasos de Adam se alejaban resonando por el pasillo mientras la habitación que se encontraba al traspasar la puerta, era un mar de llantos y pena, con ecos de lamentaciones y una atmósfera sombría que cubría todo lo que estuviese allí.

—Kyle —dije triste tratando de acercarme a él, pero por más que lo intenté había algo que me lo impedía, una maldita fuerza atrayente que me jala al contrario de donde quiero ir —¡¿por qué mierda es tan complicado?! —grité mientras unas cuántas lágrimas de frustración salieron de mis ojos.

Sin importar cuantas veces lo intentara, ni cuánta fuerza pusiera en cada uno de mis intentos, todo era en vano. Sólo podía ver como mi... como él sufría y me dolía demasiado verlo así. Se sentía como si fuera a morir de nuevo, solo que está vez era de una forma mucho más lenta y punzante.

—¡Aaaah! ¡por favor! —jadee suplicante agitando los brazos y las piernas con todas mis fuerzas.

Era inútil.

Sentía como si unas cadenas invisibles me sujetaran, era algo que simplemente me impedía salir de ver tal tortura.

—¡No sé que seas, pero, por favor. ¡No puedo verlo más así sin hacer nada! —mi voz se volvía quebradiza mientras mis ojos se cristalizaron cada vez más y no dejaba de moverme de la frustración —¡¿No entiendes lo desesperante que es esto?! Ten un poco de compasión ¡maldita sea!

Empecé a sentirme cansado y.. decepcionado de todo esto, ¿Qué se supone que estaba haciendo aquí?

Me tenían confinado a este lugar a observar cómo mi ser más amado sufría por mí culpa, sin embargo, no podía rendirme ante lo que sea que me estaba frenando.

—Si me muestras esta porquería no esperes a que me quede a disfrutar el espectáculo —dije decidido estirándome hacia aquella luz y cerrando los ojos con la esperanza de no solo verlo la siguiente vez que los abriera.

Unas semanas antes

La lluvia cubría los campos del cementerio donde aquella ceremonia tan desagradable había finalizado. La melancolía seguía llenando el lugar a base de una sola persona, quien era la única que quedaba presente. Él estaba empapado no solo por la lluvia, sino también por una tormenta interna que se formaba en su interior.

Un desgarrador llanto se escuchaba frente a mi tumba. Toda la escena me rompía el alma. Kyle estaba apoyado en mi lápida dejando fluir sus lágrimas junto a la lluvia que lo cubría en ese momento, estaba pálido y sus ojos se estaban poniendo rojos de tanto llorar, al igual que su voz se iba apagando tras unos cuantos gritos y sollozos.

Estando tan cerca de él instintivamente estiré mi mano por aquella abertura que para mi sorpresa me dejó sentir el viento y ese frío sobre mi piel.

¿Podría salir? Tras mi sorpresa y sin pensarlo mucho me lancé hacía él para abrazarlo. Sentí un poco de su calor corporal ante tal tacto, el cual no duró mucho ya que el se intento levantar sorprendido, pero resbaló quedando sentado en el pasto frío de aquel lugar, con la mirada desorbitada de un lado hacía otro buscaba a quien lo había tocado y murmurando cosas para sí mismo.

Ya que grande fue nuestra sorpresa cuando no había nadie más que él bajo la lluvia, me di cuenta, por las malas, que por más veces que grité su nombre y quise acercarme a él nuevamente chocaba con una especie de ventana, una burbuja que me mantenía prisionero como diciéndome "no puedes intervenir".

Sentí que trataban de dejarme claro que estaba muerto, que debía entender y aceptar esto, yo estoy muerto y por más que yo pudiera verlo, él no me veía a mí o eso es lo que creía...

Tu espectro recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora