Capítulo 1 (Parte 6)

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—Claro, ¿con qué sería? —respondió animado.

—Bueno —dijo dudoso haciendo una pausa.

Adam miraba a Kyle tratando de descifrar su rostro, ¿Qué quería decirle? estaba preocupado y feliz a la vez, sentía que por fin estaban avanzando en este periodo de tiempo en el que él se había mantenido encerrado.

—La verdad es como tú dijiste —continuó —me he descuidado a mi mismo, ni siquiera estaba consciente del tiempo que había transcurrido desde.. Desde eso —mirando sus manos con las que jugaba ansioso —incluso hoy me sentí débil por no haber comido como se debe, aun cuando tú y los demás estaban tan preocupados por mi, no los escuchaba no te escuché —dijo levantando por fin su mirada hacia Adam.

Adam asintió con la cabeza mientras lo miraba, indicando que siguiera.

—Fue un gran error, quiero decir, a lo que voy con todo esto es.. —el pánico empezó a invadirlo al no encontrar las palabras correctas —yo..

—respira conmigo —dijo tomando su mano mientras contaba antes de cada respiración —inhala, exhala, eso es, lento.

Ambos empezaron a respirar juntos regularizando a Kyle, quien se calmó y se quedó mirando a Adam unos segundos antes de continuar.

—Lo que trato de decir es que, si no es mucho pedir para ti o para los chicos, que pudieran ayudarme a sobrellevar todo esto, como dijiste no será algo fácil, pero.. quizás si es con ustedes no me sea tan difícil —concluyó.

Adam dulcemente le sonrió respondiendo —por supuesto, todos hemos querido ayudarte desde un principio, será mucho mejor ahora que si nos dejarás hacerlo; y aunque tenemos que establecer algunos puntos, primero te prepararé algo, no quiero que te desmayes otra vez —dijo levantándose y viendo en el refrigerador y despensa algo de comida para prepararle.

Fue un error, lo siento, tu tenías razón, me equivoque; esas palabras pueden ser muy simples, pero si es así, ¿por qué es que a veces nos cuesta tanto decirlas? Muchas veces puede ser por nuestro propio orgullo, arrogancia o pensamientos, los cuales pueden llegar a jugarnos una mala pasada, haciendo todo lo contrario de lo que deberíamos o queremos hacer, algo que, frecuentemente puede costarnos reconocer. Sin embargo hay personas que te conocen incluso mejor que tú mismo, te dan esa paciencia para que puedas desenvolverte con ellos, saben que estás haciendo algo incorrecto y aun así ahí están, esperándote para que no abordemos esto solo, aquel día era el momento de pedir ayuda por fin, dejar de aislarme y enfrentar a aquello que me aterraba, un tema tan delicado que me destrozaba por dentro, pero, a la vez un tema que con el tiempo solo se sentiría como una brisa más en el invierno, aceptando una nueva realidad.

Tu espectro recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora