Capítulo 1

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FENRIR

CAPÍTULO 1

-No lo entiendo-. Expresó confundido el más alto de los cuatro presentes. -¿Cómo es que una niña nos ha quitado nuestro territorio?-.

El líder del grupo le dio un trago a su whisky. -Historia Reiss es cosa seria, Mike-. Se llamaba Erwin Smith, mejor conocido como "El Comandante". -En pocos años se ha apoderado de la ciudad-. Una ciudad que había sido suya hasta que Reiss se hizo la líder de la mafia "Titanes".

-Pero ni ella ni sus hombres superan los 25 años, ¿Por qué es tan poderosa?-. No tenía sentido, al menos no para él. "La Legión" había sido el grupo más temido durante las dos últimas décadas.

-Porque tiene a "Fenrir"-. Contestó Hanji, con cierta fascinación en su rostro. Siempre le había parecido que los chicos de Reiss eran... extraordinarios.

-¿Quién carajos es "Fenrir"?-. No era la primera vez que escuchaba ese apodo.

-"Fenrir" es la mano derecha de Historia Reiss "La Reina"-. Respondió Levi con su usual mueca de fastidio. -Y a decir verdad, es alguien más bestial que humano-. Ya una vez había visto los ojos de aquel monstruo.



-¡Piedad!-.

Una carcajada resonó entre las paredes de aquella fría bodega.

Llevaban horas así, él rogaba y ella se burlaba de sus suplicas.

-¡PARA!-.

Su voz sonaba como si estuviese desgarrada, quizá porque ella le estaba rompiendo la mente más que el cuerpo, le estaba llevando a una locura sin retorno.

-¡NO MÁS!-.

Y mientras él lloraba, sentado sobre su propia sangre, ella sonreía.

Después, como si hubiese recordado algo muy desagradable, su sonrisa desapareció para abrirle paso a una mueca de disgusto. Se acuclilló frente al chico y se quitó sus gafas oscuras, él dejo de gritar al ver aquellos ojos dorados que brillaban con malicia.

-Marco, Marco, Marco-. Su voz era profunda, amenazante, sarcástica. -Marco, Marco, Marco-. Su mirada decía a gritos que iba a lastimarlo más, mucho más. -Marco, Marco, Marco-. Y repetía el nombre de su víctima como si fuese el peor insulto de todos, casi escupiéndolo.

Ella sostenía un cuchillo cuya hoja medía 20 cm, de dicha hoja goteaba un líquido carmín, mismo que deslizaba lentamente hasta la empuñadura y le manchaba los dedos, pero en lugar de incomodarle parecía complacida por el tacto de la sangre. Alzó el cuchillo, colocando la punta debajo de su oreja derecha, cuando él sintió el tacto del metal ahogó un quejido.

-Tú te lo buscaste Marco-. Su aliento olía a menta, pero a Marco le daba nauseas sólo por venir de ella. -Le dijimos a Erwin que no se metiera en nuestro territorio-. Aplicó presión, apenas haciendo un fino corte. -Pero a "La Legión" le encanta meterse con nosotros-. Mientras hablaba, cortó desde debajo de la oreja hasta el mentón, Marco gritó.

Ya le había sacado todas las uñas, prácticamente destrozándole los dedos en el proceso, y Marco tenía mucho, mucho miedo de que las tenazas en aquella mesa fueran para sus dientes. En medio de su pánico, intentó retroceder, pero estaba atado a un tubo que iba desde el suelo hasta el techo, así que sólo consiguió auto lesionarse más y restregar su sangre contra el piso.

Sangre, había mucha sangre.

Y le aterraba que no toda era suya.

Sólo dios sabía cuántos habían estado en su lugar antes que él.

FenrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora