Capítulo 3

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Llegamos andando a la cafetería, el paseo había estado bastante bien la verdad, estuvimos hablando sobre temas triviales, los estudiantes que nos caen mal y bien, él porque nos hicimos profesoras, etc. Aunque cuando salimos de clases hacía un día precioso, ahora estaba todo nublado, ojalá que no nos pille la lluvia. Llegamos a la cafetería y prometo que la cara de Saori valía oro en el momento en el que vio el edificio.

-Woah, es precioso- Me dijo sin dejar de mirar la fachada, no le culpaba la verdad, era un edificio alto, de unas cuatro plantas, con una cubierta de ladrillos rojos, y con los marcos de las ventanas negros, los tres pisos de arriba eran apartamentos en los que vivía gente, y la planta baja era la cafetería, también tenia la fachada de ladrillos, aunque tenia un gran ventanal que ocupaba una gran parte de la pared, con un marco de un tono entre verde y azul pero muy oscuro, la puerta era del mismo color, el edificio en si transmitía tranquilidad.

-Si que es muy bonito, si- Dije mientras la miraba a ella, parecía una niña pequeña viendo algo increíble por primera vez, y la imagen se me hizo tierna, mas que por el edificio, el piropo se lo estaba diciendo a ella, pero creo que no lo pilló, aunque casi que mejor así.

Entramos en la cafetería y una de las camareras me saludó,así que le devolví el saludo, paso muchas horas allí, no era algo raro, nos sentamos en una mesa cerca de la ventana y la chica que me saludó se acercó para tomarnos nota. La chica era de mi edad, tenia el pelo pelirrojo recogido en un moño mal hecho pero que le quedaba muy bien, tenia los ojos de color marrón avellana, varios pendientes en ambas orejas, y para abreviar, la chica no daba una impresión muy amigable, era bastante seria, pero conmigo no tanto, nos llevamos muy bien, hacia mucho que nos conocíamos, fuimos a la misma universidad después de todo.

-¿Que te pongo Mika?- Me preguntó sonriéndome y mirándome de manera... ¿extraña? No me sonaba esa mirada.

-Lo mismo de siempre, un capuchino- Le dije mientras intentaba descifrar qué me quería decir, como no lo averigüé ella simplemente suspiro y se giró hacia Saori.

-¿No me vas a presentar a tu amiga?- Me dijo abriendo los ojos haciéndome comprender que era lo que quería saber.

-Claro, claro, qué torpe soy, Adalia, esta es Saori, trabaja conmigo en el colegio, es profesora de biología.- Le dije mientras miraba a Saori, la cual estaba concentrada en la carta.

-Encantada Saori, soy Adalia, ¿Ya sabes que vas a pedir?- Le preguntó la pelirroja mientras me miraba con una cara que esta vez si entendí.

-Encantada Adalia, si, voy a tomar un café con leche y un trozo de tarta de manzana- Le contó mientras le sonreía, la pelirroja anotó todo en una hoja y se giró para mirarme de nuevo, yo por mi parte le miraba con mala cara, antes de irse se acercó a mi para susurrarme algo.

-Es buena chica- Dijo palmeándome el hombro.

Adalia se fue dejándome con Saori la cuál tenia una cara de confusión, no me extrañaba la verdad, aunque rezaba para que no hubiese escuchado lo que dijo mi amiga. Intenté romper la repentina tensión diciendo algo.

- Así que, ¿Te gusta la tarta de manzana?- Dije sonriendo, al momento vi como desfruncía el ceño lo que tomé por bueno, por lo menos se olvidaría de la escénita un rato.

-Me encanta, normalmente como tarta de zanahoria pero aquí no hay- Me dijo mientras hacía gestos con las manos, con que tarta de zanahoria eh, esta me la apunto.

-A veces si traen pero no es habitual, parece que hoy no hemos tenido suerte, pero a mi la que me gusta es la de arándanos, esta buenísima, y no hay ninguna como esta- Dije orgullosa, era la verdad la tarta de arándanos de este lugar estaba buenísima, y por lo menos ya tenia otra excusa para quedar con ella otro día.

-¿De arándanos? No es mi favorita pero seguro que está buena, y sobre la de zanahoria, tenemos que quedar otro día para comerla, o por lo menos intentarlo.- Me dijo sonriendo, yo asentí aunque para mis adentros estaba gritando.

-Aquí tenéis, un capuchino, un café con leche, un trozo de tarta de manzana y otro de tarta de queso, invita la casa- Dijo la chica que lo trajo todo mientras me guiñaba el ojo, me giré para ver a Adalia apoyada en la barra mientras me miraba sonriendo y me guiñaba un ojo también, la chica que nos lo trajo todo, Max se acercó a mi y me palmeó el hombro igual que había hecho Adalia, se agachó un poco y me susurró- Ha sido idea de Adalia, a mi no me mires, aunque tiene razón, parece buena chica, no la cages- Me dijo mientras se levantaba para dirigirse a la barra donde Adalia nos miraba como si fuésemos lo más interesante del mundo. Max, es un amor de persona, lo malo es que siempre le sigue el rollo a Adalia, Max es peli negra, aunque tiene la parte de abajo del pelo teñida de rojo, junto con unos ojos verdes, al verla da impresión de borde, pero que va, es la persona más maja que conozco, después de Saori claro.

Cogí la taza con mi capuchino y empecé a beber, vi que Saori hizo lo mismo así que me relajé un poco, aunque cómo pillase a Adalia y a Max esta no la contaban.





Siguiente capítulo: 20 de febrero.

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