Skincare

1.7K 177 83
                                    

Advertencia

Ninguna


En la cancha todos los presentes aclamaban el nombre de tu pareja, vociferando y siendo más fuerte por el eco y chocando contra las paredes haciendo que se intensificará, y no era para menos, lograron ganar un partido con un nueve a cuatro teniendo como jugador estrella a Rensuke. Celebraba en medio de la cancha siendo rodeado por sus compañeros saltando con euforia.

Después de que se cambiara y terminaran de celebrar se acerco a ti saliendo de los vestidores.

- Estuviste genial ahí atrás, vi como hiciste ese tiro y quedé sorprendida y luego todos saltaron y se inundó el lugar de gritos con tu nombre por todos lados y luego yo también grité. Estuviste genial.

- G-gracias. -cubrió la mitad de su rostro con su diestra en un intento de ocultar su sonrojo. A pesar de ya llegar tiempo saliendo, aun no podía evitar hacerlo cuando le decías comentarios como esos.

- ¿Qué quieres hacer? Podemos ir a cenar o por un helado, es para poder celebrar tu gran victoria. - comentaste dando un brinco en tu lugar con emoción esperando su respuesta.

- Estoy muy cansado ¿vamos a tu casa? Amo el curry de tu mamá y quiero descansar.

- Empiezo a sospechar que te quiere más a ti que a mí. - respondiste dándole un golpe juguetón en su brazo derecho.

- ¿En verdad? Creí que me odiaba por romper uno de sus floreros por accidente.

- Ella no sabe que fuiste tú así que no digas nada, mientras no se entere todo bien.

- Avisare a mi madre que estaré contigo hoy.

Sin más tomaron rumbo a tu hogar conversando de su día.

Fueron recibidos por tu madre y comieron grandes cantidades de comida. Después de recoger la mesa y fregar los platos subieron a tu habitación.

- ¿Quieres usar mascarillas conmigo? Estuviste entrenando toda la semana y apuesto a que estas agotado y te caería bien una sesión relajante. Elige. - dijiste tendiéndole una gran cantidad de banditas para el cabello.

Con un ligero rubor en sus mejillas eligió la bandana verde en forma de rana poniéndosela con un poco de dificultad en el cabello haciendo que sus hebras naranjas fueran recorridas hacia atrás descubriéndole la frente y dejándola libre de obstáculo alguno.

- Sube tu trasero a esa cama, relájate y prepárate para la noche de tu vida. - sin más, lo empujaste al gran colchón para comenzar con una rutina de noche.

- Bien Ren, escoge una mascarilla ¿quieres una que huela rico? Tenemos fresa, hierbabuena, durazno, naranja; no te recomiendo esta a menos que quieras quedarte ciego si te cae en un ojo. La de coco es buenísima o también la de rosas, aunque por el color te puede dejar la cara como tomate.

- No tenía idea que había tantas. ¿mascarilla de calabaza? Creí que solo se comían. - levanto la mencionada para que pudieras apreciarla mientras te miraba repetidas veces con sorpresa a ti y al producto en manos.

- Y eso que aun no las ves todas, hay más en mi armario, pero para empezar estas están bien ¿o prefieres ser un panda? Tengo de animales.

- La de coco está bien, linda.

•. •. •.

- Me veo raro, soy como un fantasma por el color de esto, se ve como si mi cara estuviera arrugada, como un abuelo. - hablo viendo su reflejo en un espejo.

- Eres un abuelo fantasma.

- Mi cara se siente fresca ¿me veo más joven? - dijo sacándote una risilla. - deberíamos hacer esto más seguido.

- Te dije que te cambiaria la vida, es más, vamos a tener una noche de chicas para nosotros, pero ahora ponte esto. - sacaste una envoltura con una ilustración de labios en frente. - Son para que tus labios estén hidratados.

- Se ve como una gomita ¿se come?

- No tonto... a no ser.

•. •. •.

- Te voy a poner estas rodajas de pepinos, ayudan a reducir ojeras, aunque tú no las tengas.

- ¿Entonces por qué las pones? - cuestiono con los ojos cerrados.

- Porque todo mundo lo hace y no quiero ser la única que no lo haga.

Saliste un momento a la cocina para subir aperitivos en una bandeja dejando a Kunigami en su momento de relajación, entraste a la habitación y la depositaste en tu escritorio para después comenzar con el siguiente paso de la rutina. Sacaste una caja de esmaltes y empezaste a acomodarlos.

- ¿Qué color quieres? un azul claro o un rosa chillón o ¿qué tal un amarillo pollito? todo mundo ama a los pollitos, aunque un naranja tampoco se vería mal, para que convine con tus lindos ojos o un blanco para que conviene con tu sonrisa, aunque no brillaría tanto comparándolos - con lo último observaste el repentino cambio de color en su cara haciéndose visible el gran sonrojo que se instalaba en ella terminando por inclinar a un lado su rostro para evitar que lo vieras.

- También tengo negro o...

- Negro esta bien. - respondió rápidamente cortando tu hablar. Te acercaste para poder pintar sus uñas y al tomar su mano notaste como su temperatura corporal había aumentado con aquel comentario.

•. •. •.

- Vamos a peinar tus cejas

- Pero yo las veo bien

- Yo también, pero hay que peinarlas para vernos profesionales Ren. - desprendiste un poco la mascarilla para dejar al descubierto sus cejas. - ¿Hubo algo nuevo en tu semana? Cuéntame.

- ¿Te conté que Bachira golpeo sin querer a Rin con su mochila saliendo de clases?

•. •. •.

- Nunca en mi vida había pintado unas uñas tan bien, (N) ahora si te luciste, mira Kunigami mira, mira. - Kunigami elevo su mano libre a su cara para poder levantar la rodaja de pepino en su ojo y así mirarte.

- Están muy lindas, mis hermanas solían pintarme las uñas también cuando éramos pequeños. - dijo dejando ver una pequeña sonrisa. - aunque no me dejaban elegir el color. Te luciste - te acerco tomándote por tu mentón para darte un beso largo y después volver a recostarse dejándote con una crisis por dicha acción repentina.

•. •. •.

- Ya voy a quitarte todo ¿listo para verte diez años joven? - soltó una apenas audible risilla ronca, te acercaste a él para poder retirar todo. Terminando, untaste crema en su cara como toque final.

- Me siento tan bien ahora mismo. - masajeo su rostro con ambas manos notando la suavidad en este.

- Ya es tarde, hay que dormir. Dame un momento para cambiarme

Tomaste tus cosas y entraste al baño para ponerte ropa cómoda y disponerte a dormir. Al entrar a la habitación llego a tus oídos los ronquidos de Kunigami. Había caído dormido muy rápido. Sacaste otra manta de tu armario y lo arropaste, apagaste todas las luces y te recostaste a su lado aferrándote a el por la cintura y depositando un beso en su mentón por fin descansando.

Bonus

- ¿Kunigami que haces aquí? Son las nueve y media de la noche.

- Hoy es nuestra noche de chicas, traje mascarillas, bandas para cabello y una máquina para hacer rizos.

- Me convenciste con la máquina, pasa.

• Escenarios Kunigami Rensuke |Blue Lock|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora