Me gustas

470 53 17
                                    

Advertencia

Violencia
Lenguaje Vulgar

Parte 2/3

La mala fama de Shindou Ryusei abundaba por cada rincón posible. Fue tachado ya de mujeriego, descortés, embustero, patán y tramposo con las mujeres. Podría contarse con ambas manos las veces que el rostro de Shindou plasmado en una hoja de papel pegada al rededor del colegio estuvo siendo exhibida dejando en claro la mala persona que era. Aún con eso, no aprendía.

- ¿Y cuál es el problema? - era su respuesta a cualquiera que le cuestionara sus acciones, solía quitar importancia con regularidad.

Podría decirse de alguna forma que le gustaba la atención que recibía, inchaba su ego al recibir tanta inclinación y curiosidad hacia él, el hecho de que fuera por cosas negativas las dejaba a un lado. Amaba jugar con los tiempos y sentimientos de las chicas, no se fijaba mucho en una relación como para llevarlo más allá, solo era un "pasatiempo" como solía llamarlo. Sin duda un vínculo tan personal como para cambiar su actitud y estar completamente a disposición de una sola persona le disgustaba. Aún a pesar de todo había algo que le gustaba hacer, corromper.

Dónde pone el ojo, pone la bala. Esta no sería la excepción, la chica ahora en su mente era (N) y haría lo que fuera para tenerla un rato y añadir un nombre más a su interminable lista de corazones rotos.
Podía ser el tipo de cualquier chica que se atravesara, pero no para ti. Sabías de sobra lo que se decía de él.

- Que asco - Completa repulsión

Sinceramente no era tu tipo ¿Tratar a la gente como objetos para usarlos y desecharlos? No, gracias. Eso sin contar como numerosas veces pudiste verlo en salones vacíos devorando la boca de chicas sin pudor alguno. En una ocasión notó tu presencia ¿Le importó acaso el hecho de que miraras? para nada, siguió su besuqueo aun viéndote a los ojos.

Los rumores corrieron rápido, el amigo de un amigo lo comenzó y era muy mala suerte. Le gustabas.

- ¿Por qué te gusta (N)? - Interrogaban sus amigos con interés y completa atención a la respuesta que pudiera decir el chico de cabello rubio.

- ¿Por qué no? - Pero había una razón, no es que realmente estuviera enamorado de ti si no que, sabía los sentimientos que Kunigami sentía. Para él era estúpido el afecto que podría tener el Peli naranja a tu persona. ¿Amor recíproco e intenso? Ñoño. Su excentricidad lo hacía estar completamente seguro de que sin esfuerzos podría obtener lo que quisiera, por las buenas o por las malas. Le entusiasmaba competir y sabiendo que esa "competencia" es Kunigami, la situación se volvía cómica.

Podías notar su mirada a kilómetros, inspeccionándote de arriba abajo quizás a un punto, de forma morbosa. Era incómodo, no tenía vergüenza alguna. En las clases de Arte buscaba cómo acercarse a ti, no de la forma más sana que digamos y de manera obligatoria que existiera un altercado de por medio. Un completo bestia.

•. •. •.

Pasaron los días después de que Kunigami supiera que le llamabas la atención a Shindou gracias a su amigo Bachira y que en cierta parte si fue una gran motivación, en verdad le gustabas y mucho. A veces se preguntaba quién de los dos seria tu tipo ideal, incluso volvía la duda de si realmente también sentías lo mismo que él. A veces imaginaba que elegirías a Shindou pero aunque no confiara en las intenciones que él tendría, en el caso de verte feliz, se haría a un lado. Pero al menos haría un intento.

Kunigami y Shindou tenían una clase en común. Educación física. Ambos siendo atletas la consideraban como materia favorita y como una completa maravilla siendo una de las pocas clases a las que Shindou asistía. La tensión entre ambos se notaba a ciegas, solo provocaba que aumentara la rivalidad entre los dos. El contacto visual en exceso parecía ser incómodo para los que podían ser espectadores de aquello y un poco más confuso para los que no estaban enterados del porqué de aquella enemistad. Todas y cada una de las clases eran lo mismo; llegaban, calentaban, lograban verse el uno al otro y no paraban de tirarse miradas llenas de odio. Impresionante que ninguno se lesionara el cuello por la forma tan rápida en la que giraban para vigilar.

Terminando la asignatura todos los adolescentes se dirigían a los cambiadores. Ryusei se desnudaba sin bochorno alguno aún en presencia de todos. Ya una vez vestido, se acercó al joven de cabello naranja.

- Escuché que te gusta (N) -Las provocaciones por parte del chico bronceado eran pan de cada día. El tono burlesco en la voz era más que notorio

Kunigami buscaba la forma de ignorar la hostilidad, en un completo silencio guardaba su equipo de entrenamiento pasando por alto la presencia de Shindou.

- Si te soy sincero, no creo que le gustes. Creo que ella preferiría a un verdadero hombre ¿No crees? -

- ¿Disculpa? - Respondió Kunigami, estaba llegando a su punto

- ¿Quieres que lo repita, héroe? Ella preferiría a alguien que sí tuviera huevos para acercarse y decirle un simple "Me gustas" no a un niñato que lloriquea y solo ve como todos desean algo que él también quiere y no hace nada. Ella necesita a alguien como yo. - Con cada oración invadía más el espacio personal de Kunigami y en todo momento mantenía esa sonrisa tan característica. Lo estaba retando.

Kunigami no se dejaría intimidar, manteniéndose estoico, no bajaba la mirada, pero no podía evitar apretar ambos puños de la cólera.

- Te propongo algo si así lo quieres, déjame hacer lo que quiera con ella, salir un rato, hacerle compañía en un salón vacío, llegar a besos y quizás algo más y quizás solo así me aburra y te la regal -

Kunigami no recuerda lo último que dijo, pero lo que si recuerda a la perfección fue el estruendo que rugió por toda la ducha. El estrepitoso sonido de Ryusei golpeando los casilleros con su cuerpo después de que Kunigami encestara un limpio y directo puñetazo a su rostro. Aprovechó antes de que Shindou se levantara para sentarse sobre su abdomen y dar trompada tras trompada. Desquitaría todo, no pudo aguantar como podía hablar de ti de una manera tan vulgar y corriente.

Kunigami no se fue limpio, recibió uno que otro golpe, pero peor que Shindou no quedó. Todo el equipo "Z" se unió para separar a ambos chicos hasta que un profesor entrara. Bueno, casi todos ayudaron. Bachira gritaba en una esquina el nombre de Rensuke, según él para "Enviarle fuerza y lo golpeara más fuerte" Debía aceptar que Shindou no era de su agrado.

•. •. •.

Fueron llevados a dirección, esperaron fuera con moretes y sangre en semblante y extremidades. Sentados en sillas incomodas se preparaban para la reprimenda que tendrían una vez entraran. No fue sorpresa que se corriera la voz y menos lo fue que te enteraras. Corriste a dirección.

Ambos chicos te visualizaron correr el largo pasillo hasta donde se encontraban, teniendo a Shindou más a tu alcance, daba por cumplido que la elección sin rechistar seria él. Sorpresa fue cuando pasaste de largo, más específico, hacia el chico de cabello naranja y puntiagudo.

Tomando ambas manos, sin importar el mancharte del líquido carmín, acariciaste con tus yemas sus nudillos.

Kunigami no sabía si lloró por verte ahí o por lo que salió de tus labios y que sonara tan sincero que acaricio cada parte de él o por el dolor que sentía de haber sido golpeado también. Quizás todas la anteriores, pero lloró.

- Rensuke, mi niño ¿Qué te sucedió? -

Completa y pura preocupación

No pudo formular nada más, su cerebro freído no lo permitió, pero no se arrepiente y aún con lágrimas en los ojos lo logró.

- Me gustas, (N) -

Bonus

Kunigami si se lesionó el cuello por una de esas tantas peleas de miradas, usó collarín 1 semana.


Nota de Autora

¿Qué opinan del capítulo? siento que quedó muy corto, les prometo que el próximo será mejor. :c

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

• Escenarios Kunigami Rensuke |Blue Lock|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora