Capitulo 2:

61 2 0
                                    

~My Last First Kiss - Ron Pope.
I don't even know anymore, you've got that effect on me. Now i'm feeling like forever, just showed up on my door. I've got a little piece of heaven, it's all mine to hold into. What I'm trying to say, on my own simple way.... I want you to be my last.... first Kiss... my heart, yes has finally found someone I can't live without.~

Abrí la puerta y rápido me metí a un baño y me senté sobre el inodoro, levantando mis pies y hundiendo mi cabeza en mis piernas. Me quede unos minutos ahí, cuando escucho abrir la puerta, y esa voz fue mi salvación, era la voz de Martha que venia hablando sola, me reí por mis adentros, ya que esa chica estaba un poco loca. 

- Odio olvidar el proyecto de ciencias, siempre lo dejo sobre la mesa pero allí lo dejo... es el colmo contigo Vargas... el colmo -dijo a lo lejos, suponía que revisaba su desmarañado cabello al espejo.Lentamente abrí la puerta dejándome ver, ella me vio con el rímel corrido por el reflejo del espejo y lo primero que pensó fue que llore, automáticamente volteo.

-¡____! ¿Que pasa? -dijo mientras me abrazaba.
- Ella,Martha, Trisha -lloraba en su hombro.
- ¿Que te hizo ahora?
- Me... me dijo que si que ocultaba bajo el gorro, que si estaba calva o que -dije aumentando mis lagrimas.
- Esa idiota... ¿quieres que la mate con un picahielos? -preguntó haciéndome reír un poco, no sabía de dónde sacaba tantas cosas esta chica en estos momentos de tragedia-. Tranquila ___, esa pobre chica está tan... hueca, que seguro si la pico, se le saldrá el aire.
- Jajaja! -reí por su comentario.- ¿Amiga de donde sacas tantas cosas? -pregunte riéndome aun.
- Tú sabes, después de que llevas mucho tiempo conviviendo con los amigos de Bernardo, que no puedes aprender. -dijo sonriendo.
- Deben estar como tu novio, para que hables así de ellos.
- ¿Que esperabas? son como hermanos.
- A veces me gustaría saber qué se siente tener un amigo así... pero ambas sabemos que eso nunca pasará -mencioné y suspiré-. ¿Tienes clase ahora o por qué estás aquí?
- Me tienes a mi amiga y nunca te dejare. -me abrazo y siguió hablando.- Am, en realidad vine a perder el tiempo, tu sabes alguien que se le olvida hacer los proyectos de ciencias. 
Reí. -Si te escuche hablando sola. Otra vez. -Agregue.
- ¡Enserio lo odio! -dijo frustrada, sí... a veces era medio bipolar-. Los hago... pero los dejo en casa, y cuando no hago nada en realidad... los revisan, ah... -exclamó exasperada- soy un desastre.
- Hay, Martha!
- ¿Que harás hoy amiga? -pregunto la chica de cabellos ondulados. 
- Nada, ya sabes, quizás leer, ir al parque a darle de comer a los patos en el rio, no lose ¿que harás tu?
- Hoy iría a casa de Bernardo -dijo con media sonrisa, esa clase de sonrisa que solo las chicas enamoradas tienen y que yo nunca he dibujado en mi rostro-. ¿Quieres ir?
- Oh no, no quiero ser una molestia. Aparte hare mal tercio. -reí.
- No te preocupes, ira un amigo de él.
- ¿Lo conozco? -dije tratando de hacer memoria.
- No lose, es un chico alto y pelirojo.
- ¿Viene a la escuela? -pregunté, pues había demasiados chicos asi en el mundo.
- Si, va en mi salón -trataba de recordar su salón pero no podía.
- Bien, entonces, iré. Pero si no va el, me voy con mis amigos los patos. -reí.
- Estoy segura de que a Ducky no le importará que por hoy no lo pases a visitar -dijo burlándose del nombre al que yo le había puesto así.
- Bueno, no me hagas enojar -dije mientras salíamos del baño.
- ¿Y piensas ir a deportes? -pregunto aun viendo mi uniforme.
- Ahora soy monja. -lo mencione refiriéndome a Trisha.
- Bah, no le hagas caso. Podrás ser monja, pero no una falsa. -bufo.
- Bueno, iré solo porque... el profesor me agrada -dije agachando la cabeza levemente- ¿Te veo después de clases?
- Claro, nos vemos saliendo. -dijo alejándose.

Me dirigí tranquilamente al gimnasio, estas dos horas sin Martha se me harán eternas pero tendré que aguantar. ____ son solo dos clases más y sales a despejarte. Me quede dudosa aun sobre ese chico del que me hablo Martha
Mordí mis labios y entré al gimnasio, ya allí noté que las chicas jugaban al Voleibol. Estaban distraídas, así que me fui a las gradas a pasar el rato en lo que me ponían a jugar a algo no muy pesado ni de tanto contacto. 
Pasaron unos minutos y Patricks me hablo, al parecer era mi turno. Estaba en el equipo contrario de Trisha, Christina y Marie, pareciera como si estuvieran planeando algo. Mientras yo bajaba las gradas se pusieron en bolita y empezaron a hablar, las ignore, que me podrían hacer, esta aquí el maestro.
Llegué a la cancha y me preparé en posición de saque, levanté la pelota y di un buen saque haciendo un punto, lo cual solo hizo que Trisha se calentara un poco. Al hacerlo por segunda vez, comenzó el juego, y la verdad es que eran buenas, pero yo también lo era. 
En Minnesota, era la jefa del equipo de Vóley en mi escuela, era algo que ese grupo de plásticas no sabían. En realidad nadie, a lo que le saque un poco de provecho. Ella tenia una estrategia, era saque de esquina y eso haría que me callera a mi, no soy tan estúpida como para no acordarme de eso. Ella saco y yo moviéndome un poco logre esquivarla y pegarle, pero lo que no tenía seguro, era que no sabía que le daría a ella.
Ella se sorprendió tanto de que yo le diera un gran toque, que de boba, se quedó quieta y le pegué en el rostro, haciéndola caer-. Uh -dije torciendo la boca-. Lo siento -dije riendo.
Todos los que estaban presentes ahí rieron. Ella se paro y rápidamente se me acerco lo suficiente como para sentir su respiración.

- ¿Que te crees, eh rarita? -dijo muy enojada.
- Nada, plástica... no es mi culpa que no sepas recibir un saque -mencioné con los ojos entrecerrados, podría ser débil pero no tanto.
- Una mas gorritos y te las veras conmigo. -dijo amenazándome.
- Como si te tuviera miedo. -no iba a mostrar que ella puede mas.
- Si no tuvieras miedo, no te hubieras ido corriendo del gimnasio gorritos -dijo mientras se alejaba de mí.
Bien, tenia razón pero no fue miedo, solamente me dio en mi punto débil. El juego siguió normal, y sonó el timbre, nos dirigimos a las regaderas y yo solo me cambie; nunca me ha gustado ducharme aquí, lo hago llegando a casa. Me cambie y me fui a Matemáticas.
Al estar allí, de nuevo me encontré con ella, quien me veía de arriba abajo-. ¿Que nunca tienes calor? -preguntó mientras pasaba a mi lado.
- No, estamos a mitad de invierno, no se como tu puedes usar esas faldas tan cortas. -dije sin mirarla, porque estaba concentrada en sacar mis libros.
- Envidiosa -dijo y se fue hasta si butaca. La odiaba, bueno... no la odiaba, pero simplemente me molesta que a cualquier clase que vaya ella siempre encuentre alguna forma de humillarme.
La clase paso muy aburrida, claro teniendo siempre criticas de ella, lo mismo paso en la ultima clase, Ingles. Estaba exponiendo sobre Paris, ya que siempre había soñado con ir allí. Me encontraba enfrente de la clase exponiendo cuando, se me olvido algo en mi mochila, y un chico me puso el pie cuando iba pasado y me caí, todos se empezaron a reír y yo solo seguí con mi trabajo. 
En la salida estaba esperando a Martha en la puerta cuando la vi venir agarrada de la mano con Bernardo
- ¡___! -dijo al verme, emocionada comenzó a correr trayendo a Bernardo también a gran velocidad. Cuando estuvo lo suficientemente cerca se acercó a mí y me dio un gran abrazo. 
- Hola Martha. -dije alegre.
- ¿Entonces vendrás hoy? -dijo emocionada.
- Yo... no lose ...-me interrumpió Bernardo.
- Vamos ___ te divertirás, Max es muy divertido. -Max...con que ese era su nombre.
- Esta bien, le preguntare a mi mama. 
- ¿A las 4:00 esta bien? -pregunto ella.
- Si, solo como, me doy un baño y ya.
- Allá pediremos pizzas y veremos películas no te preocupes por comer.
- De acuerdo -mencioné algo dudosa. Ella se despidió de mí con un gran abrazo mientras Bernardo me daba un beso en la mejilla. 
- Te veremos allá -mencionó Martha con una gran sonrisa. Se retiraron mientras que yo tomaba mi mochila y caminaba decidida a mi casa.
No tendría que rogarle mucho a mi madre para que me dejara ir. Prácticamente ella siempre me decía que saliera y que me divirtiera pero... yo no le hacía mucho caso.
Llegue a casa, salude a mi mama y a mi tía, ya que nos quedábamos en casa de ella porque era viuda. Tome un baño y me puse un lindo atuendo. Unos pantalones ajustados blancos, una blusa un poco angosta color azul, mis toms del mismo color de la blusa y finalmente un gorrito de rayas blancas con gris. Me coloque un suéter gris delgado y salí a donde estaba mi mama.
- ¿Por qué vistes tan bonito? -preguntó inmediatamente mientras yo tomaba un jugo de cajita de la alacena- ¿Saldrás? 
Mi tía también me veía de arriba a abajo, cuando la miré ella me sonrió y yo le correspondí.
- Si, iré a casa de Bernardo con Martha y con un chico. Max creo que se llama. -dije sin darle importancia.
- ¡Ay! Mi niña hermosa, ¡harás un nuevo amigo!-lucia mas emocionada que yo.
- Si mama. Me voy para no llegar tarde. 
- ¿Ocupas dinero? -a lo que le respondí asintiendo con la cabeza, en realidad no necesitaba pero por si se ofrece. Me dio unos cuantos billetes, me acomodo el gorro y me dio un beso en la mejilla.
- ¡Que te diviertas! -me grito desde la cocina.
- Gracias. -Salí por la puerta.
Tomé uno de esos autobuses que a los turistas tanto les gustaban, para mí... eran extremadamente normales, lo admito, cuando llegué aquí eran lo mejor, incluso me sentía privilegiada al usarlos, pero ahora... era mi único medio de transporte. Miré por la ventana y vi al chico que Martha me decía. ¿Enserio será tan agradable como ellos dicen? Me encogí de hombros y cuando llegué al barrio de Bernardo bajé. 
Caminé a paso lento y temerosa entré a su cuadra. Llegué a una linda casa con un bonito jardín. 
Tenia miedo de como reaccionaria su amigo, ¿y si piensa que soy rara? por mi timidez, ¿y si algo una bobada y quedo en ridículo? vamos ____ toca el timbre de una vez. Toque el timbre esperando respuesta de alguien, solo escuche por dentro la voz de Martha diciendo ''Es ___'', abrió la puerta y me recibió con un gran abrazo y me hizo pasar. 
Estaban en la sala, busque con la mirada a su amigo y no estaba ahí.
Cuando de pronto escucho una puerta, creo que era la del baño y escuche a Louis hablar.

~The Only Exception~ Max & Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora