My Sputnik

three

-Me dijiste que estabas entendiendo-
-Al principio si, pero luego creo que mezclaste las cosas- sí, ese chico que tan molesto me pareció ahora estaba ayudandome con mi tarea ¿cómo llegó a eso? simplemente en unos pocos días nos volvimos relativamente cercanos, gracias a él, claro está. Durante toda la semana luego de nuestro primer encuentro vino a buscarme en mi aula, en el patio, en la biblioteca e incluso en la azotea; no había de escapar de el. Pero no me quejaba, de hecho al final resulta alguien con quien es agradable  estar, algo raro para mi.

-te estoy enseñando de la forma en que yo aprendi- "ese es el problema" susurró hueningkai para luego cerrar el libro- ¿que te parece si lo dejamos por hoy? podríamos ir a tomar un helado o lo que quieras- acepté la propuesta y seguido de eso me levante para salir de allí.

-¿que sabor quieres?- preguntaba ya en la heladería el mayor, en altura claro, en edad tenían la misma.

-elije tú esta vez-

-no te arrepentiras- afirmó para luego ir a la caja-

"se derrite y desaparece como un sueño. Infeliz, como el helado "

-espero que te guste- decía mientras me entregaba el helado- elegí dulce de leche por el color de tu cabello y menta por el de tus ojos- como era costumbre me regalaste esa sonrisa que me hacia sentir en el cielo, era tan dulce como el helado-

Pero no todo lo bueno dura, al paso de unos minutos mi madre me empezó a llenar de llamadas. No le contesté a la primera, era obvio que estaría enojada.

-Kai, debo irme- me levante de la mesa para agarrar mis cosas- adiós-

-¿sucedió algo?- realmente odiaba ver esa cara de preocupación y más si era por mi culpa, no lo merecía.

- no.. no es nada, no te preocupes-

- puedo acompañarte, si quieres-

-no es necesario, nos vemos mañana ¿sí?- me fui antes de que contestara. El teléfono vibraba y los nervios invadian mi cuerpo