My Sputnik

twelve

-¿Y eso?- con una sonrisa ambos, mirándose a los ojos como si sólo fueran ellos las únicas personas del mundo

- en ruso significa compañero de viaje, sos mi compañera de viaje-

- no sabía que hablas ruso-

- hay muchas cosas que no sabes, Maya, pero aún así no hablo ruso. Lo vi en algún lado y me pareció romantico-

- bueno, ahora somos compañeros de viaje supongo. Yo seré tu sputnik y vos mi luz-

- ¿Por qué sería tu luz?-

- creo que por aquí cerca hay un hotel, deberíamos quedarnos ahí por hoy-

Conducieron hasta el hotel más cercano,  una vez llegaron dejaron el auto fuera y entraron. En la primera planta había un bar, en el medio había una barra que era lo primero que se veía al entrar.
El olor a alcohol era más fuerte que cuando estaba en su casa, habían muchos adultos bebiendo allí, probablemente mayores de treinta -lo odiaba- en la habían algunos asientos, en la pared habían distintos tipos de bebidas a la vista, lo típico de un bar. Tocaron la campana y a los minutos los atendieron, también pidieron algo de comida, había una gran variedad. Les dieron la llave de sus habitaciones y fueron a arriba. Si bien la planta baja era bastante linda y elegante, eso se quedaba en la planta baja. Arriba las paredes eran de madera y llenas de humedad, las luces titilaban y las escaleras eran demasiado precarias. El baño, lindo -Pero parecía que no lo limpiaban hace años- las habitaciones no estaban tan mal. Se sentaron en la cama a comer, ambos pidieron lo mismo -una hamburguesa para cada uno- y agua, que era lo único en ese lugar que no contenía alcohol. Realmente lo odiaban.

-ten, come esto- decía Hueningkai luego de comer la mitad de su hamburguesa-

- sólo comiste la mitad ¿No quieres más?-

- estoy lleno, estoy seguro de que sigues con hambre, puedes comerla- era cierto que no comió en todo el día, claro que con una hamburguesa no sería suficiente luego de tantas horas en ayuno

- podemos pedir más abajo-

- está bien, pidamos otra. Pero no tengo más hambre, en serio- Maya terminó comiendo la comida de Hueningkai, quien antes de terminarla ya estaba pidiendo más. Maya, obligadamente tuvo que comerla para no desperdiciarla, él se negaba rotundamente a comer más de lo que había comido esa noche