"Cosas imposibles" dijo Gustavo Cerati.
-Olvidate, yo con este pelotudo no voy a trabajar en "equipo" seguro ni sabe lo que es, el gordo este.
-I prefer tacos before this "sudaca". (Prefiero a "tacos" antes de este "sudaca")
Escupieron los americano...
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No iba a negar que USA se sintiera un poco culpable, quizás hasta pensó que no debía de hacer aquello. Recordó las palabras que su hermano Canadá le había dicho el día anterior y suspiró con pesadez, aún quedaba un poco de tiempo para negarse a toda esta situación antes de que fuera tarde.
¿Utilizar al argentino como medio de satisfacer su soledad y hambre de poder? Nah, realmente no debía preocuparse era Estados Unidos después de todo, tenía el absoluto control de todo. Argentina por su parte, no quitaba su mirada con aparente confusión de la espalda más ancha sumergido en un mar de pensamientos. Se sentía extraño y sabía que no debería de hacerlo, además no eran nada y solo mantenían una cadena en su brazo.
Lo cual si no fuera por aquello se ignorarían como siempre lo hacían.
Abrieron la puerta llegando a la sala de la reunión, cruzando ya el largo pasillo que los conducía hacia el cuarto de la junta. Estados Unidos tocó la puerta con suavidad y al escuchar la indicación por parte de las Naciones Unidas pasó con naturalidad.
—I'm sorry, it's uncomfortable to go with these handcuffs (Perdón, es incómodo ir con estas cadenas) —se disculpó por los dos el estadounidense, quien seguido de esto se fue a sentar a su lugar correspondiente junto al argentino. Al parecer habían interrumpido alguna charla importante pues Norcorea había pasado a leer su discurso mientras que su hermano se encontraba mirándolo con mala cara.
—That's why I say you, filthy sissy, keep your distance. I don't want anything of your oppressions towards my territory with your revolutionary ideas (Es por eso que digo que tú, afeminado asqueroso, mantengas distancia. No quiero nada de tus opresiones hacia mi territorio con tus ideas revolucionarias) —finalizó, cerrando su carpeta con documentos realmente importantes que ayudaban a formar aquel informe.
Argentina no comprendía nada sobre el tema, observaba el ambiente con ansias, amaba el bardo y por la expresión de Surcorea rogaba por que le dieran la palabra. Fue hasta el momento en que Estados Unidos levantó su cartel cuyo nombre del mismo estaba plasmado en el papel.
—United states of America? (¿Estados Unidos de América?) —el mas bajo de aquella asamblea le dió la palabra.
— Listen, how about you just have a nice conversation and- (Escuchen, qué tal si solo mantienen una conversación agradable y-)
—But look who comes to say it... (Pero miren quien lo viene a decir) —China arqueó una ceja junto a aquella sonrisa irónica, interrumpiéndolo—, Isn't asking that hypocritical of you? (¿El pedir eso no es hipócrita de tu parte?)
Todos los países presentes en esa reunión se giraron a él, Argentina sonrió esperando paciente a que la tensión subiera cada vez más.
—I... (Yo...) —miró al asiático para luego observar a la Organización, esperando a que le llamara la atención por haber hablado sin que le dieran el permiso.
