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Las personas nunca están contentas con lo que tienen, siempre se quejan, algunas cuando enferman ni siquiera quieren tomar los medicamentos necesarios para curarse. ¿Por qué eran así? Nunca están agradecidos con lo que tienen hasta que lo pierden.

Takemichi se encontraba de nuevo en la casa de Chifuyu, como solía hacer todos los días aunque esta vez había ido en compañía de Inui, Souya y Hakkai, los tres habían estado pidiéndole a Hanagaki que los lleve a la casa de Matsuno, querían pasar más tiempo con el, aprender más cosas del menor.

Estaba claro que Chifuyu aceptó gustoso el que fueran a visitarlo, solía estar la mayor parte del día solo. Takemichi iba en las mañanas y se regresaba en las tardes a su casa, aún tenía que cumplir con los deberes de la escuela, Chifuyu sabia que Takemichi no iba bien en clases pero esperaba que Hina pudiera ayudarlo, ahora Takemichi estudiaba por las tardes con Hinata.

— ¿Que podemos hacer hoy? — fue la pregunta del peli celeste que se encontraba jugando con los dedos de Chifuyu.

Según Souya, los dedos de Chifuyu eran largos y bonitos, también eran ligeramente suaves y por lo poco que sabía, sabia que Chifuyu era un buen peleador.

— Podríamos ver alguna película — sugerio Hakkai, ganándose un manotazo por parte de Inui — Podríamos escuchar un audiolibro.

— Apoyo la idea del audiolibro — esta vez fueron las palabras de Hanagaki.

Ya habían decidido que hacer, ahora solo faltaba elegir que escucharian, había un montón de libros por elegir pero le dejarían esa tarea a Chifuyu.

— Dinos que quieres escuchar, Fuyu.

Chifuyu, quien en todo ese tiempo había estado en silencio también jugando con los dedos del Kawata menor. Hizo un gesto pensativo y a las finales decidió por una saga conocida.

— Harry Potter.

— Esta bien, Harry Potter será.

Los cuatro chicos solo asintieron entre sí , Inui empezó a buscar el audiolibro de Harry Potter y la piedra filosofal, sería una tarde tranquila y acogedora para ese grupo.
Takemichi había ido por unas almohadas y mantas a la habitación de Chifuyu, las dejó en el piso y entre todos se acomodaron en el suelo con Chifuyu en el medio.

Estaban acostados y el celular de Inui empezó a narrar sobre el libro elegido. Habían cerrado los ojos para así poder imaginarse los escenarios.

Estaba feliz, Chifuyu estaba feliz de pasar tiempo con sus nuevos amigos, le gustaba sentir que aún era una persona normal y que no tenía nada de malo su discapacidad. Chifuyu no era un bicho raro ni una persona a la que debían tenerle pena, como la sociedad normalmente estaba acostumbrada a tratar a las personas con esas discapacidades. 

El audio se reproducía y las cinco personas que estaban acostadas, reían por las escenas que sus mentes creaban al escuchar los versos.

— Odio a Voldemort — se escuchó el susurro de Hakkai.

— ¡Shh! No digas su nombre — fue la respuesta dada por Chifuyu, ocasionando risas en todos.

Así se pasaron toda la mañana, reían por las palabras que decían durante las escenas o también podrían estar tan concentrados y metidos en cada situación de lo narrado, pasaban el tiempo de eso modo, sin preocupación alguna.
Ya habían acabado el primer libro y ya iban por el segundo aunque poco a poco estaban cayendo dormidos y era algo normal, se habían despertado bien temprano solo para pasar un montón de tiempo al lado de Chifuyu, tampoco era como si durmieran temprano, casi todos dormían tarde por estar quedándose viendo videos en el celular o estar haciendo deberes.

Chifuyu dormía temprano pero siempre era un buen momento para dormir algunos minutos u horas.

Takemichi solía dormir tarde por quedarse estudiando y haciendo las tareas que no entregaba.

Hakkai si dormía temprano, lo hacía porque así no se ganaría los regaños de su hermana mayor.

Souya también dormía temprano y no es porque el quisiera, más bien era obligado a dormir por su hermano. Nahoya solía decirle que si dormía tarde era un año menos de vida.

Inui dormia a la hora que se le daba la gana, sus horarios de sueño cambiaban mucho. Una semana podría dormir temprano y otra podría dormir tarde.

Llegaron a despertarse después de unas horas, ya era medio día y eso significaba que debían regresar a sus hogares.

— Hay comida en la olla — hablo Takemichi, había cocinado en la mañana el almuerzo de Chifuyu.

— Pero no cocinas bien — fue la queja dada por Matsuno.

— Souya le ayudó con la comida, así que puedes estar tranquilo — Inui hablo y le dio unas palmaditas a la cabeza de Takemichi.

— Entonces nos vamos.

Y así fue como sus amigos se fueron de su hogar, era la tarde así que debían regresar para hacer sus deberes o algunas cosas que tenían pendientes.

Chifuyu aún segui acostado en el piso, dormiría unos minutos más y luego podría ir por su comida. Ya sabía servir su propia comida sin necesidad de que Takemichi lo haga, bueno, en realidad no lograba servir toda la comida en su plato pero eso solo son pequeños detalles insignificantes para Chifuyu.

Cuando estaba por dormir otra vez, escucho el fuerte sonido de la puerta ser golpeada, ¿Se habrán olvidado algo? Fue la pregunta que rondo por su cabeza, le daba flojera levantarse y aparte que Takemichi tenía la llave de su departamento, podría entrar y buscar lo que se olvidó. Pero no fue así.

Aún se escuchaba como la puerta era golpeada, sin más preámbulos se levantó, con pasos firmes y cuidadosos se acercó y abrí la puerta de un tirón.

— ¿La puerta le hizo algo? — reto al desconocido.

— No salías, estaba tocando la puerta desde hace rato ¿Que tanto hacías? — Baji estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados, le sorprendía que Chifuyu no lo reconociera pero no lo culpaba, habían hablado casi solo un día.

— ¡Gatito! — estiro sus brazos para detectar donde estaba Baji, una vez que lo hizo, lo abrazó — ¿Que haces aquí?

— Vine a revisar como sigue tu tobillo — respondió y separó a Chifuyu de su cuerpo, le dio la vuelta para que así ambos puedan ingresar. — También te dije que dejes de llamarme gatito, Soy Baji Keisuke. No gatito.

Solo recibió un asentimiento por parte de Chifuyu.

— Mi tobillo no me duele — se sentó en el mueble y le enseño su tobillo, ya no sentía dolor y era porque había sido obligado a tomar pastillas para que el dolor pasara. — Baji, gracias por ayudarme.

— Si, si, haría eso por otra persona también.

— Estoy seguro de eso.

Quedaron en un silencio un poco incómodo, eso no le gustó a ninguno de los dos.

— ¿Quieres ir a una pijamada? — pregunto de la nada Baji.

— ¿Una pijamada?

— Si, ¿Sabes que es? — lo miro y recibió una respuesta negativa por parte de Chifuyu — Es cuando vas a la casa de un amigo, a jugar videojuegos, hablar y pasar la noche ahí. Claro que debes llevar tu pijama. — explicó de manera tranquila, dejando de lado el tobillo que ya no estaba para nada lastimado.

— Si quiero — Chifuyu estaba emocionado.

— Entonces hablaré con Kazutora para poder organizar el día de la pijamada.

𝗔𝗨𝗚𝗘𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora