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Estaba en los brazos de un hombre alto, no se cuanto media solo se que estaba a unos metros del suelo.

Lo escuché hablar con alguien, al parecer una mujer, se le escuchaba irritada y enojada, no sabía quienes eran esas personas asique opté por hacerme la dormida.

A los pocos minutos fui bajada al suelo y fui recostada en un árbol, el hombre estuvo hablando con la mujer hasta que está chasqueo la lengua y dio unos pasos hacia mí dirección.

— Oye, mocosa, levántate.

Abrí los ojos un poco para fingir que despertando de un sueño, cuando los tuve totalmente abiertos miré al frente y observé a dos personas paradas frente a mí.

Al parecer el hombre que me estaba cargando en sus brazos era muy alto, llevaba un traje negro que le cubría el cuerpo, lo que más me llamó la atención fue su cabeza, su piel era muy pálida y no tenía ningún rastro facial, es como si nunca los hubiera tenido.

Al lado de el estaba una mujer, de piel pálida y cabello del mismo color, usaba una bufanda a rayas de color negro y blanco, su rostro estaba adornado con una sonrisa cocida en la comisura de los labios hasta las mejillas dándole un toque macabro y sus ojos eran blancos con la pupila negra.

Me levanté mirando a la mujer, ¿quien era ella? Mire al hombre el cual me hizo una seña para que me acercara a ella, le hice caso y me quede frente a frente.

Ella me miraba con molestia, ¿Porque me mira así?

— Nive, te presento a Zero, tu madre.

En ese entonces solo tenía 7 años.

Zero 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora