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Miraba la luna mientras estaba sentada arriba de la rama de un árbol, hace 1 semana que ese hombre me trajo con mi madre a este inmenso bosque.

Claro, no podía faltar esa mujer la cual me trataba como un perro, y se enojaba fácilmente. Hace 2 noches por poco no me entierra su martillo en la cabeza solo porque le pregunte la hora.

Suspiré y salte de la rama para caer de pie al suelo y irme a la cabaña en la que vivía.

Podía aconstumbrarme a esto, después de todo puedo decir con tranquilidad que me sabía cuidar sola a esa edad, antes vivía en un bar de mala muerte y trabajaba como mesera.

Y claro, no pudo faltar el dueño pervertido que me ofreció trabajar para satisfacer a los clientes del lugar. Recuerdo que esa noche le saqué el dedo y salí corriendo del bar, para no volver.

Para ser más clara, en esos momentos prefería quedarme en una cabaña con esa mujer si tuviera que elegir.

Levanté la mirada y la vi buscando algo, al parecer a mi. Camine hasta ella hasta que notará mi presencia y lo hizo al voltear en mi dirección. Me dio un "regaño" mejor dicho una amenaza, solo la mire aburrida mientras asentía para irme a dormir al sofá.

Zero 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora