Tío's Guilty Pleasure; Mirabel y Bruno Madrigal | Traducido.

Tío's guilty pleasure

Explícito.

"Soy tuya"

Los ojos de Bruno se agrandaron. El creciente bulta en sus pantalones latía y empezaba a doler. No se pudieron intercambiar más palabras antes de que Mirabel besara su cuello. Ella agarró sus muñecas y reemplazó sus manos en su trasero. La forma en que ella comenzó a frotar su cuerpo contra el de él era intoxicante. Fue seducido.

"Se siente bien..." Admitió en voz baja. Sus manos exploraron la longitud de su torso, queriendo sentir cada centímetro de ella. Él ahuecó uno de sus senos cubiertos en su mano, pasando la punta de su dedo alrededor de su pezón, y ella se estremeció. Ella quería besarlo de nuevo. 
Sus labios se juntaron, su lengua serpenteando dentro de su boca y convenciéndolo para que saliera a jugar. Su pene se tensó contra sus pantalones, tanto que Mirabel ya podía sentir lo duro que estaba por la forma en que presionaba contra su estómago.

“ Tío Bruno, eres tan…” Comenzó, pasando suavemente sus dedos a lo largo de su extensión. Miró su mano, con el ceño fruncido, dejando escapar un pequeño " A-ah... " ante su toque seguido de algunas respiraciones inestables. Parece que ha pasado un tiempo desde que alguien lo tocó así. 
Mirabel sonrió. "Grande."

Vio que las comisuras de su boca se contraían.

“¿E-En serio? Ahah~"... Su palma frotó cautelosamente contra él ahora.

"Sí." Ella besó su barbilla y él la miró de nuevo. "Lo quiero dentro de mí."

La expresión preocupada de Bruno fue traicionada por la forma en que ella sintió su pene contraerse dentro de sus pantalones. "Sabes que no podemos-"

Mirabel se inclinó hacia su oído, “Ya lo había imaginado antes. ¿Tú no?"

"Sí." Admitió, presionando brevemente su entrepierna con más fuerza en su mano, pidiendo más. "Cientos de veces."

"¿Pero no quieres hacerlo?"

“¡No podemos! S-Sabes que no podemos.”

Mirabel puso los ojos en blanco con frustración. ¿Por qué Bruno no podía seguir adelante con eso? ¿Cuál era el problema, mientras nadie lo supiera?

Entonces besémonos más.

"S-Sí".

Los labios de Bruno temblaban, pero no pudo evitar besarla ahora. Él lo quería. Lo quería todo. Tal vez esto no era tan malo, y podría ser perdonado. Pero no había forma de que pudiera tener sexo con ella. No habría suficientes confesionarios en todo el mundo para librarlo de ese pecado. No es que alguna vez confesara esto. El maldito sacerdote todavía guardaba rencor por todo el asunto de la calvicie. ¿Hasta dónde dejaría ir esto antes de decirle que ya era suficiente? Aparentemente bastante lejos, porque cuando ella se arrodilló y presionó su mejilla contra su entrepierna, él no se opuso.

“ Linda …” Dijo suavemente, acariciando su cabello con la mano. El corazón de Mirabel se aceleró al recibir el cumplido de su tío. Quería que él la viera sólo a ella.

“Estas muy duro”. Mirabel arrastró tímidamente su lengua por su eje vestido. Bruno abría y cerraba el puño, las ruedas de su mente luchaban por girar.