...Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que estan destinados a encontrarse sin importar el tiempo, lugar o circunstancias .El hilo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca...se rompera....
..........................................
Enc...
Estaba que estallaba de la rabia. Se aclaró la garganta haciendo que el mozo se disculpara por entretenerlos y les llevara directo a su habitación. Al entrar cada uno acomodo sus cosas. La peliblanca lo observo tomar ropa y meterse al baño. Se puso nerviosa puesto que estaba a solas con él. Si él quería podía tomarla. Su cara ardió por leves instantes y apartando sus pensamientos se dejó caer en la cama. Cerró los ojos y al sentir el agua de la ducha caer se relajó al punto de quedarse dormida.
Al cabo del rato el moreno salió del baño. Encontró a su bella ninfa dormitando. Estaba preciosa. Sus cabellos blancos se desparramaban por toda la cama mientras que su pecho subía y bajaba lentamente. Se fijó en su boca semiabierta. Fue imposible no quedarse embobado mirándola con detenimiento. Se sentó suavemente para no despertarla.
Ella se removió un poco y abrió lentamente los parpados. Se incorporó tallándose los ojos y al percatarse de su alrededor, encontró a su Capitán sentado muy cerca de ella. Admiro ese tatuaje en su espalda que tanto le gustaba. Sus ojos malva recorrieron sus brazos y dorso bien trabajado. El pelo negro mojado lo hacía ver tan sexy, para esas alturas ya estaba más que sonrojada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Law la miraba de reojo y Mei al darse cuenta de que fue pillada se levantó presurosa para meterse al baño. El moreno mordió con fuerza su labio inferior. Menudas ganas de poseerla tenia. La deseaba con cada fibra de su ser. Movió sus manos agitadamente sobre su cabeza para terminar de secarse y ahuyentar tales pensamientos. ¡Que dificil iba a ser mantener la distancia si ambos compartían el cuarto!
¡Seria idiota! No tenía que haberse dejado llevar por lo molesto que estaba debido a que aquel chico la estaba mirando y coqueteándole. Le costaba cada vez más contener su ira cuando un chico se le acercaba. La quería para el…ella le pertenecía. Era de su propiedad. ¡Pero qué diablos pensaba!…se revolvió el pelo con frustración. Sin más termino de secarse, se vistió y bajo para buscar la cena.
El agua recorría el cuerpo de Mei. Pensaba en lo tonta que debió haberse visto mirando a Law. ¿Es que no puedes controlarte Mei?…se decía a sí misma.
Al terminar salió de la ducha, se secó y cuando fue a vestirse se percató que al apurarse por huir de la mirada de Law no habia metido la ropa al baño. Estaba en aprietos. Lo pensó bien y hacia un rato habia sentido la puerta abrirse. De seguro su Capitan habia bajado a buscar la cena. Si se apuraba podía coger sus cosas y meterse de nuevo al baño.
Salió presurosa para hacer lo que habia planeado pero tuvo mala suerte, todo fue un chasco. Law estaba leyendo un libro en el sofá de la habitación que justo quedaba frente a la cama y el baño. Su ropa estaba en la punta de la cama. Dio un primer paso tratando de ser lo más sigilosa posible cuando su Capitán paso la página y por inercia levanto la mirada encontrándose a la peliblanca totalmente en toalla y sin nada abajo. Los instintos de Mei la hicieron intentar cubrirse pero la toalla era muy pequeña para ocultar por completo su cuerpo.
