21/01/22
Tenía la mirada fija en Andrew, no supe por cuánto tiempo, pero creo que lo suficiente para que su pálida piel se tornara carmesí gracias a que me había pescado observándolo; reaccioné cuando Claire le dio una ligera patada debido a un tic nervioso.
—Lo siento —dijo ella. Él sólo sonrió con timidez, y me miró directamente a los ojos por unos segundos, eso me sorprendió bastante, tanto que enseguida sentí el calor del rubor subir por mi rostro.
—Ahí está.
Las palabras de Eric resonaron en el interior del helicóptero, cortando cualquier momento que existiera entre nosotros, y lo agradecí, pues no entendía exactamente qué había sido eso.
Claire y los otros se giraron a mirar por la ventana, aunque yo preferí abstenerme, temía que la sensación de ansiedad en mi estómago creciera al ver la inmensa y tenebrosa oscuridad en la que se convertía el bosque de las Montañas Arklay en cuanto caía la noche.
Oliver se preparó para manipular la lámpara, cuya luz parecía inútil ante la penumbra reinante del suelo, donde no podía distinguirse casi nada debido a la espesura de los árboles.
—Es imposible ver.
Fruncí el ceño, recordando el por qué estábamos ahí, por qué había sido mandando el Bravo. Hacía un par de semanas que casos bastantes dantescos y macabros se habían presentado en las inmediaciones de las Montañas Arklay. Parecía haber un lunático suelto que desmembraba a sus víctimas, y por si no fuera suficiente, se las comía.
Cerré los párpados con fuerza cuando se vino a mi mente el recuerdo de un cadáver que llegó a la morgue en el momento que yo estaba ahí... Fue lo más asqueroso y repugnante que había visto en mi vida, y no podía borrarlo.
—Capitán, tiene que ver esto.
Olvidándome de mi posición, me acomodé sobre Claire para asomarme a ver lo que Andrew mencionó, y ahí estaba el helicóptero del Bravo estrellado en el piso, con un camino de árboles destrozados a su alrededor.
—¿Habrá fallado? —susurré cerca de su oído.
—Creo que sí.
Gale comenzó las maniobras de aterrizaje, aunque tardamos un poco más de quince minutos en tocar tierra, no era sencillo en aquél escenario lleno de vegetación.
Habiendo descendido, mis compañeros se quitaron los audífonos, y los demás comenzamos a preparar las mochilas, hasta que Octavius se giró a mirarnos.
—Escuchen bien: primero debemos crear un perímetro, inspeccionar la zona unos cincuenta metros alrededor antes de proceder con la búsqueda extensa. Así que dejen el armamento pesado y la munición, lleven lo necesario para que no se complique ninguna maniobra.
Asentimos. Tomé cuatro cargadores de la bereta, aunque mis compañeros agarraron cinco o seis. Fui la primera en bajar del helicóptero siendo recibida por un intenso olor, como si un bote de basura llevara días bajo el sol.
—Qué asco —no pude evitar mi mueca de repulsión. Era tan penetrante, que tuve que reprimir dos arcadas amenazantes de vómito.
—¿A qué huele? —Claire había bajado detrás de mí, y sin verla, pude imaginar su cara sólo por el tono de su voz.
—Ya, señoritas, no se distraigan de la misión.
La voz de Octavius se escuchó desde el helicóptero, seguida de varios pasos que llegaban hasta nosotras. Al momento que pasé saliva, mi garganta dolió un poco, no me había dado cuenta de lo reseca que la tenía, como tampoco del sudor que bajaba por mi sien hasta que entró en mi ojo.
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RESIDENT EVIL Nightmare La Mansión
FanfictionEl equipo de fuerzas especiales de Raccoon City es mandado a investigar la desaparición de sus compañeros, además de una serie de atroces y extraños asesinatos. Pero pasarán la noche entera poniendo a prueba su valor, amistad y compañerismo, mientra...