Capítulo 5: Maldita mujer

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Estados Unidos, Washington D.C. Sábado 14 de septiembre 05:00 a.m.

Juliam Heim

Me. Lleva. La. Puta.

Apago el despertador que lleva sonando hace ya unos minutos, no puedo creer que desde que llegué a eso de la una de la mañana a mi casa no haya podido dormir nada; sinceramente no he podido pegar el ojo en toda la noche, maldita sea mi vida, nunca me había pasado un altercado como el de anoche jamás. JAMÁS.

Salí de aquel casino literalmente arrastrado por Alex, mi mejor amigo desde hace ya un par de años, y el mejor compañero de robos que podrías pedir; me duele un huevo y medio mi hombro derecho,y tengo una migraña del demonio, además del hecho que no he dormido nada.

Salgo de la cama directo al baño, me quito la ropa mientras pongo a llenar la tina con agua fría, sí, agua fría a las cinco de la mañana, la maravilla; ¿y todo por qué?, porque a una loca demente se le ocurrió dispararme.

Entro a la bañera y lo primero que pasa es que se me congelan los huevos, también por otro lado; trato de relajarme, pues más tarde tengo cosas que hacer, cierro los ojos, pongo mi cabeza para atras y los brazos descansando a cada lado de la tina, y lo intento, juro que sí trato de quedarme dormido, pero lo unico que se me viene a la cabeza es un instinto asesino muy contradictorio hacia aquella hermosa mujer que me disparó: sus curvas magníficas, sus pechos que resaltaban con aquel escote pronunciado, sus caderas voluptuosas, sus ojos negros profundos, la manera en como empuñaba su arma y el puñal; los mechones blancos que sobre salian de un lado de su cabello,todo de ella; toda ella hace que tenga una errección de magnitudes golosales y quiera empotrarla contra la pared y oirla gritar mi nombre hasta que ya no tenga voz, y asi demostrarle quien manda; pero toda esa fantasia lujuriosa se desmorona cuando recuerdo que esa misma mujer me disparó. Maldita sea, no sé todavía cómo pude salir con vida.

La primera vez en el despacho que me noqueo con el mango del puñal, cosa que nunca había pasado, casi me abre la cabeza; la segunda vez que pensé que la atraparía, me di cuenta ya era muy tarde, la muy infeliz ya no tenía la bolsa con el dinero, doscientos mil dólares perdidos; y cuando pensé que por fin me diría donde estaba la puta bolsa después de reclamarle e insistirle, la muy hija de puta me dispara en el hombro y sale con la mayor calma del planeta.

Me hierve la sangre pensar que un trabajo de inteligencia que le costó a Riley más de dos semanas infiltrarse en la seguridad del casino; a Alex y a mi casi dos meses crear la inteligencia para entrar, y a Maira, mi hermana menor, casi un mes desvelandose creando estrategias y tratando de convencerme que la llevará, se fue al caño solo porque otros hijos de puta se les ocurrió, por obra mágica del destino robar el mismo puto dia, la misma puta noche, el mismo puto lugar y a la misma puta hora que nosotros.

Esa mujer, esa puta mujer es responsable de todo esto, toda ella era muy extraña, además aquel sentimiento de ya haberla visto antes me confunde la cabeza, rememoró su imagen, o más bien la de su cuerpo en mi mente junto con su exquisito olor cítrico; la recuerdo con deseo, hasta el momento del disparo. Abro los ojos casi de inmediato ante la imagen, y ahora me doy cuenta que tengo una erección que no se va a bajar con estar más tiempo bajo el agua fría, debo de encargarme de ella si no quiero después tener, aparte de entumecidos, un dolor de huevos terrible toda la mañana.

Introduzco mi brazo sano a la tina, helandome en un instante, pero eso no me impide tomar mi polla con la mano y empezar a masajearla de arriba a abajo, primero lento y después un poco mas rapido; me masturbo con su imagen, en su nombre, en el nombre de una desconocida. Muevo mi mano más rápido, siento como toda mi sangre baja hacia el lado sur de mi cuerpo; rememoró su imagen, la veo y fantaseo con desvestirla, con agarrar sus grandes pechos y alimentarme de ellos hasta el cansancio; con llegar hasta el fondo de ella saboreandola en el proceso, y abrir esas hermosas piernas bronceadas para mi; sigo moviendo mi mano al compás de mis pensamientos más lascivos y consigo mi tan deseada liberación.

Abro los ojos de nuevo y salgo de la bañera, enrollo la toalla en mi cintura y me dirijo hacia la habitación; me seco, me visto y salgo de mi casa rumbo a mi auto, ya casi son las seis de la mañana, y en media hora debo volver con el equipo. Nos encontraremos en la casa de Alex, debemos saber muchas cosas y evaluar muchas otras, primero ¿cómo ellos se enteraron de nuestro plan?, porque está claro que esa mujer no pudo actuar sola, tiene un equipo detrás; segundo,  ¿quiénes son?, ¿por qué?, y sobre todo ¿quién diablos es ella?

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¿Cómo la vieron, ah? Un capítulo cortito pero sustancioso. Les presento a Julian Heim ¿Opiniones, dudas, recomendaciones? los leo. Espero que les haya gustado y nos leemos luego. Los quiero, no olviden votar.

Gracias por leer <3

Les mando besos oscuros 💋💋

La Dama BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora