Estados Unidos, Washington D.C. Sábado 14 de septiembre 10:00 a.m.
Suena el despertador y abro los ojos de inmediato, me siento descansada y más que todo realizada hoy con mi vida.
¿Quién no, habiendo robado doscientos mil dólares la noche anterior?
Anoche cuando llegamos al búnker todos nos pusimos a celebrar, y, dándome gusto, Eliot cocino pasta para todos, estaba deliciosa; cantamos, bailamos, bebimos y, finalmente, Eliot me trajo hasta mi casa alrededor de las tres de la mañana; cosa que fue muy graciosa, sobre todo cuando me pongo a pensar en la Señora Duncan, la mujer me espero hasta que llegara para hacerme un interrogatorio monumental, mayoritariamente, del como follaba mi "novio", qué tan grande la tenía, qué tal estaba mi suegro, si estaba soltero y que cuando lo quisiera dejar se lo regalara a ella; pero ella se vio un poco desilusionada y al mismo tiempo esperanzada cuando le aclare, de nuevo, que Eliot NO era mi novio, que no tenia ni puta idea qué tan grande la tenía ni él, ni mi "suegro" y que con gusto se lo regalaba.
Me río ante el recuerdo y decido por fin levantarme de la cama y voy al baño a ducharme para poder ir a casa de James; sinceramente, durante toda la celebración estuve pensando en aquel hombre, todavía no lo olvid, y necesito revisar los videos de las cámaras de seguridad del hotel, necesito verle la cara; realmente fui una estúpida al no haberle levantado la máscara; pero era eso o el dinero, y bien dicen que "más vale pájaro en mano que cientos volando", o en este caso doscientos mil dólares perdidos.
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Cuando por fin estoy lista salgo de mi casa y me subo a mi auto un Dodge Charger R/T 1970, puede parecer una viajera, pero en realidad es un clásico.
Durante el trayecto, sigo maquinando en mi cabeza la imagen del sujeto, es algo que me tiene sumamente intrigada, no sé de dónde lo conozco, pero por alguna razón mi subconsciente me dice que lo he visto en alguna parte.
Lo único que puedo inferir de él es: que fué militar, esa postura y la manera en cómo empuña su arma indica entrenamiento; debe de trabajar en el bajo mundo, tiene un equipo y es ladrón por lo visto, y debe ser uno muy bueno para entrar y burlar toda la seguridad del Royal; mínimo en su equipo hay dos personas más: una mujer y otro hombre; y por último, no es de aquí, cuando hablaba se le notaba un pequeño acento que todavía no logra identificar de dónde es. Si tan solo le hubiera visto la cara, todo seria mas facil.
Cuando me estaciono frente a la casa de James alcanzó a observar por la ventana que está haciendo algo en la cocina y tiene unos audífonos puestos. Me bajo del auto y me acerco a la puerta, y se oye a James cantar, o más bien aullar, parece que un perro se estuviera quejando; dejo de perder el tiempo, y mis tímpanos, y toco el timbre, pero no hay respuesta, seguro ni me escucha. Decido usar su llave "ultra secreta" de emergencia y abro la puerta, cuando camino hacia la sala de estar lo llamó con todas mis fuerzas a ver si me escucha, pero no hay respuesta.
-James, ¿Dónde carajos estás? ¡James!- cuando me adentro más a la casa todo está oscuro aunque casi es mediodía, y la única fuente de luz es la pantalla de la televisión encendida, me acerco a la mesa de centro y tomó el control de la consola.
Eso explica los audífonos.
-¡JAMES!- aun nada, debe seguir en la cocina, así que me dirijo hacia ella,pero cuando volteo en la esquina del pasillo una luz se enciende a mis espaldas y un grito me hace voltear de inmediato:
-¡LA SANGRE DE CRISTO TIENE PODER!- y así, es como encuentro a un James gritando como loco con los ojos cerrados sosteniendo una escoba en la mano.
¿Cómo he podido aguantarlo tanto tiempo?
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La Dama Blanca
ActionAngèla Beaumont. La Dama Blanca. Dos caras de la misma moneda. Angèla Beaumont es una joven normal, independiente, sin ataduras, trabajadora; a simple vista una simple y sencilla mortal ¿No les parece? Lo que poca gente sabe es que esta linda chica...