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La hora de la cena en el palacio era sagrada, por lo tanto, aunque Liam hubiera discutido con su padre y no quisieran verse ni en pintura, no podrían evitar esta hora, los pleitos no eran bien vistos por la reina, todos reunidos en una enorme mesa, usando trajes y vestidos elegantes, en silencio.

Liam no había probado bocado, su mente viajaba por los recuerdos de aquella tarde, el hermoso rostro del omega, su alfa gruñó al recordar las hermosas piernas del moreno y el calor comenzó a invadir su cuerpo.

— ¿Liam?— La voz de su madre resono por su cabeza mientras apretaba fuerte sus puños por ese calor que recorría por su cuerpo hasta su polla.

— Debo retirarme — Gruñó despacio casi sin esperar respuesta solo se levantó saliendo lo más rápido posible del comedor.

— Dios, comienza a apestar — Diana, la hermana menor del castaño arrugó su nariz antes de cubrirla con su pañuelo.

— Que buen momento para que llegue su celo — Gruñó despacio Alexander, el siguiente alfa en la lista para el trono — Justo en la cena

— ¿Eso se controla?— Leonor, la Omega mayor de los cuatro hermanos levantó su mirada hacia sus hermanos — A ti una ves te llegó tu celo en mitad de una fiesta Alexander — Rió despacio la castaña de cabellos largos — Y no fuiste muy educado

— Silencio — Habló él alfa de alto rango, llamó a uno de los betas para poder murmurar algo en su oído, ordenándole el ir por alguna ayuda para su hijo mayor.

Liam cerró con fuerza su puerta apoyándose en ella, apretaba su mandíbula intentando controlarse, se maldecía una y otra vez, su celo se había adelantado, lo que lo frustraba, ¿Porque justo ahora?, Al día siguiente tendría su cita con su Omega, y con su celo no lograría ir.

Jadeó con fuerza cuando volvió a pensar en el moreno,su alfa ya sin poder soportar la presión que hacía su miembro contra la tela de su ropa interior, por lo cual llevo rápidamente sus manos a su ropa para casi destrozarla en unos pocos segundos, liberando su enorme miembro, duro y húmedo, lo tomó en una de sus manos para comenzar a masturbarse, solo veía a Zayn en su mente, lo que hizo que su alfa soltara un fuerte rugido, llamando a su Omega.

***

Los ojos del moreno se abrieron de golpe ante el fuerte ruido, las gotas que caían desde el cielo con rapidez chocando contra su ventana lo habían asustado un poco, soltó un bostezo tallando lentamente uno de sus ojos con cansancio, nuevamente oyó el grito con su nombre proveniente de la parte baja de su casa.

Se levantó con cuidado acomodándose la ropa algo arrugada por haberse quedado dormido con esta puesta, dio una mirada al abrigo del alfa sobre la cama y enrojeció nuevamente, jamás había sentido el aroma de un alfa tan delicioso como el de Liam, jamás había sentido la enorme necesidad de tener la aprobación de un alfa, su Omega desde que tuvo que separarse de la presencia del mayor se sentía triste, lloriqueando hasta que pegó el abrigo a su rostro recostandose en la cama, para absorber profundamente el aroma amargo del mayor.

Bajo lentamente las escaleras, sonrió levemente hacia su madre dejando un besito en su mejilla antes de caminar hacia la cocina para poder cenar, cuando notó al alfa moreno sentado en la cabecera de la mesa, corrió hasta él abrazándolo rápidamente siendo acurrucado en el pecho de su padre como un bebé.

— ¡Hola papá!— Casi grito él moreno con alegría haciendo reír al mayor

— Hola mi pequeño dormilón  — Yaser sonrió acariciando el cabello oscuro de su hijo — Lávate las manos y siéntate a comer cariño

— Voy — Asintió rápidamente Zayn levantándose para ir a lavarse las manos rápidamente.

— Waliyha deja esa cosa — Murmuró el alfa cuando todos estaban sentados en la mesa para poder cenar

Príncipe Payne (Ziam) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora