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Liam bajó lentamente las escaleras, miro a su alrededor y acomodó la gorra, camino hasta la puerta principal para salir de ahí, era bastante temprano, aún, el cielo permanecía levemente oscuro y nublado, volvió a acomodar la gorra para comenzar a caminar lentamente metiendo sus manos en su abrigo, había despertado antes que toda su familia, si lo hubieran visto salir, lo hubieran hecho vestirse con  traje y ir en auto.

Pero el solo quería estar tranquilo, estando en el palacio solo pelearía con sus padres por su ganas de que él se casará muy pronto, Él no quería eso, el aroma de cada Omega que conocía era asqueroso para su alfa, las omegas que él había conocido le habían mencionado que su aroma era a chocolate, un chocolate amargo, que a ellas les atraía, pero el las quería totalmente lejos.

Entró a una cafetería que estaba abriendo, camino hasta una de las mesas y se sentó mirando por la ventana, no sabía que haría todo el día, pero no volvería al palacio, no por un largo rato, golpeaba sus dedos contra la mesa, pidió un café a la mesera sin llegar a mirarla, pero sin dejar de ser amable con ella, escucho el ruido de la campanita cuando la puerta se abría anunciando la llegada de un cliente, una brisa entro junto al Omega dejando que su dulce aroma a chocolate y almendras, llegará hasta su nariz.

Su mirada se apartó por primera vez desde que llegó de la ventana llevando sus ojos hacia él Omega, su alfa gruñó en su pecho, su corazón se volvió loco, lo miró fijamente sin poder apartar su mirada de ese pequeño chico, quién se sentó en la mesa frente a él, sin levantar su mirada dejando el estuche de guitarra apoyado contra la pared, Liam jamás había visto un Omega tan hermoso.

Los cabellos oscuros caían sobre su frente, su tez morena resaltaba entre todas las cosas, pestañas largas y hermosas, labios rosados, las ganas de besarlo crecieron en el alfa, era delgado, pequeño, sus piernas largas y hermosas, cubiertas solo por la falda de color claro, Liam apretó sus puños, quiso pasar sus manos por sus muslos, enterrandolas bajo la falda para llegar más lejos.

Apartó rápidamente su mirada, su alfa comenzaba a descontrolarse, pidiéndole a gruñidos ir por él Omega para pegarlo a su cuerpo y poder oler más su dulce aroma, poder tomarlo como suyo para evitar que otro alfa lo tomara.

Cuando sus ojos volvieron a ir hacia él menor ambas miradas chocaron, el fuerte sonrojo en el rostro del Omega se hizo presente, el aroma amargo del alfa lo atrajo, enseguida había llegado a su nariz, se sintió avergonzado a ser descubierto observándolo.

Liam agradeció en voz baja cuando la mesera volvió con su pedido, no apartó su mirada del menor, gruñó cuando él lo hizo, cuando él moreno bajo la mirada avergonzado le molestó, tomó la oreja de la taza levantándose acercándose lento a la mesa del menor para sentarse frente a él dejando su taza sobre la mesa.

— Hola...— Susurro él mayor mirándolo fijamente al moreno

Él más pequeño dio un salto pequeño en el asiento antes de mirar al castaño sonrojandose con fuerza, pero aún así sonrió con amabilidad — ¡H-Hola!... Soy Zayn Malik — Extiro su mano hacia el castaño sonriendole amable.

Liam lo miró fijamente unos segundos antes de tomar su pequeña mano, se inclinó un poco dejando un suave beso en esta — Mucho gusto Zayn… Mi nombre es Liam

— Oh… es un nombre muy bonito — Sonrió él pequeño dándole una mirada a la mesera cuando está dejo la taza frente a él junto al pedazo de pastel — ¡Muchas gracias!

Él alfa sonrió de lado, ese chico no sabía quién era él, no se lo diría, no aún, se sentó mejor tomando su taza bebiendo lentamente — Eres adorable

Girando su rostro el moreno lo miró sonrojandose fuertemente bajando su mirada a su pedido — Gracias… Alfa

— Liam — Susurro volviendo a tomar su pequeña mano en la suya — Por favor… llámame Liam

Príncipe Payne (Ziam) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora