Blow my mind - Jaeyong [Adaptación]

Capítulo 5

Taeyong durmió un total de nueve horas, durante las cuales Jaehyun sólo dejó su lado para ir al baño y lavarse un poco. Naeun pasó y le trajo el desayuno, también haciéndole saber que Sungchan estaba mejor.

—Se despertó unos minutos a las nueve, pero lo puse a dormir de nuevo. Es más fácil para él pasar por el proceso si está inconsciente la mayoría de ello.

Jaehyun asintió.

—Gracias hermanita.

—Ni lo menciones. Sé que no hubieras cambiado a nadie sino creyeras que la persona valiera la pena. Aunque nos debes la historia. Te das cuenta de eso, ¿verdad?

Jaehyun no esperaba esa conversación en particular, ya que haber seguido a Taeyong y a Sungchan al restaurante no había sido su momento de mayor orgullo. Pero se preocuparía por eso más tarde, una vez que hablara con Taeyong.

—Sí, hablaremos. Pasaré a ver a Sungchan. Necesito estar aquí para Taeyong.

—Entendemos —respondió Naeun con una sonrisa—. Es tu compañero. Además, no puedo creer que hizo reír a nuestro padre. No recuerdo la última vez que hizo eso, reírse frente a alguien diferente a nosotros.

Sí, había sido bastante notable, pero Taeyong era así...valiente, hermoso, divertido, probablemente más de lo que él mismo se daba cuenta. Debe haber lucido bastante emocionado porque Naeun lo hizo regresar adentro.

—Dios, es casi nauseabundo verte así —dijo, dando arcadas—. Apártate de mi vista.

Él le sacó la lengua, sonriendo. Era su juego, ya que ella era la mayor y le gustaba dominar a Jaehyun, aunque él fuera un Alfa y ella una Beta. A Jaehyun le gustaba complacerla y pretender ser infantil de vez en cuando. Dios, extrañaba vivir con ellos. Si no fuera por Taeyong, probablemente nunca hubiera sobrevivido viviendo lejos de la manada.

—Lo entenderás cuando encuentres a tu propio compañero —le dijo. Naeun lo abrazó con fuerza, olvidando toda alegría.

—Tal vez. Por ahora, es suficiente verte feliz.

Ella no aguantó por mucho tiempo, y en su lugar, lo empujó de vuelta a su habitación. Jaehyun la observó irse y luego cerró la puerta detrás de ella. Cuando regresó a la cama, deseó que su regreso hubiera sido bajo circunstancias más felices Todavía estaba preocupado por Sungchan, y tenía una responsabilidad hacia el hombre. No era como con un padre vampiro y su hijo, pero estaba lo suficientemente cerca como para que Jaehyun siempre sintiera un vínculo entre ellos. Sin embargo, el vínculo de pareja era más fuerte, y su preocupación por Taeyong ganó, como siempre lo haría.

Taeyong finalmente se movió un poco más tarde, estirándose perezosamente y luciendo más como un gatito que como un hombre. Parpadeó y se frotó los ojos, obviamente sin registrar su ubicación todavía. Finalmente, su mirada color miel cayó sobre Jaehyun y se tensó. Unos segundos después, estaba completamente despierto, todo rastro de somnolencia olvidada.

—Entonces no fue un sueño después de todo. ¿Cómo está Sungchan?

—Lo está haciendo bien —respondió Jaehyun, tomando la mano de su compañero y apretándola—. Naeun se acercó y dijo que mi Madre y Shotaro están vigilándolo de cerca. Con el tiempo, va a tener una completa recuperación.

Taeyong lanzó un suspiro de alivio.

—Gracias a Dios. Pensé... realmente pensé que iba a morir. Las lágrimas brillaron en sus ojos cuando el recuerdo golpeó a Taeyong con toda su fuerza—. Había mucha sangre. Y... fue mi culpa.

—¿Tu culpa? —Repitió Jaehyun con incredulidad, tirando de Taeyong en su regazo—. ¿Por qué sería tu culpa?

—La cita... Si no hubiéramos ido a la cita, él no habría sido asaltado.