Arcanum [Soojun]

Prólogo

Arcanum. Del latín. Secreto. 

Durante 3 minutos no hago nada más que mirar miserablemente cómo el microondas calienta mi comida. La casa está igual de silenciosa que siempre.

Hay veces en las que de verdad extraño a mis padres, por separado, por supuesto; no recuerdo un solo momento de ellos juntos. Los medios, noticieros y casi todo el país sí que lo hacen, pero ellos nunca pensaron ni sintieron por mí.

Cinco minutos después me sirvo mi comida calentada, listo para ir a mi habitación y ver redes sociales mientras me siento mal por no estar haciendo algo con mi vida y, como no puedo ir a ganar unos juegos olímpicos o volverme un genio en robótica en ese instante, continuar viéndolas con tristeza.

La puerta y la voz de mi papá me detienen. 

ㅡ¿Kai, estás en casa?

ㅡSí, aquí estoyㅡes lo único que digo y no abro más la boca, porque no quiero decir que no sé porqué la pregunta si es bien conocido por las dos personas con las que interactúo que nunca salgo de casa.

Papá aparece con su ropa de trabajo, sorprendentemente no se mira cansado, sino decidido. No puedo reconocer el otro brillo en su rostro.

ㅡ¿Tienes algo que hacer el resto de la tarde?ㅡpregunta, dándome el beso cariñoso en la mejilla que siempre me da.

A veces sí quiero llorar de frustraciónㅡaunque entiendo que no tengo una verdadera razón y que es solo por los cambios hormonales que implica ser un adolescente de quince añosㅡ, porque soy educado en casa, no tengo amigos, no voy a lugares y no tiene verdadero sentido cuestionarme cosas así.

ㅡNo.

ㅡBienㅡluce nervioso y se tarda un tiempo en volver a hablarㅡ. Hay algo de lo que tú y yo debemos conversar, pero no es algo que se resuelva en unos segundos. ¿Estás bien con que hablemos de algo serio ahora?

ㅡSeguroㅡcontesto, más confundido que dispuesto.

ㅡBienㅡrespira un momento y cierra los ojosㅡ. Solo quiero que sepas que ante todo eres mi hijo, y que se hayan hecho cosas o no, nada va a cambiar lo mucho que te amo.

Tiendo a dar rienda suelta a mi mente, hay momentos donde me arrepiento de eso, porque me cruzan ideas horribles y preocupantes.

ㅡ¿Tienes cáncer?ㅡpregunto, genuina y vergonzosamente preocupado.

Una risa suave sale de los labios de papá, que se sienta frente a mí en las sillas de la cocina.

ㅡNo, Kai, no tengo cáncerㅡme diceㅡ. Lo que quiero contarte no tiene que ver con un mal físico.

Lo angustiado que luce me preocupa más a mí, sin embargo, solo alcanzo a asentir. 

ㅡAdelante.

ㅡHay algo que debes saberㅡmurmura con cautelaㅡ. Tu padre es Choi Soobin.

Así de repente, olvidando la cautela de las palabras anteriores. 

Estoy seguro de que el hombre que veo cada dos meses no se llama así. Entonces noto la mirada de papá, de cierta manera comprendo, y no me gusta. Hay muchas cosas que puedo decir en este momento, demasiadas, pero la única cosa que logro hacer es quedarme callado.

El nombre aparece de repente en mis escasos recuerdos que conservo de la infancia. Había un hombre, muy muy alto, de rostro amable y hoyuelos en las mejillas.

ㅡ¿Choi Soobin el guardia?ㅡpregunto, conteniendo las ganas de alterarme.

Hay vergüenza en el asentimiento de papá. Y me doy cuenta que, aunque tengo válidas razones para hacerlo, no es el momento de gritar y clamar por explicaciones rápidas.

ㅡBienㅡdigo al fin, sin estar seguro de qué estoy haciendoㅡ, creo que tienes un pequeño detalle que contar.

Huitzi Danielle. 3/04/2022.