El punto de quiebre

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A Hasan no le pareció muy divertido que yo (más bien su esposo), fuera a lugares donde la prostitución, la drogas y la delincuencia están a la orden del día. Al regresar de mi visita me encontré con él, sorprendentemente, en casa porque teníamos que hablar.

Pasé casi 1 hora escuchando sus sermones sobre la seguridad y los riesgos que implicaba hacer cosas así. Estuve a punto de creerle su preocupación por mí, hasta que su secretario habló.

ㅡY la foto con esa puta, ¿dónde diablos estaba su guardaespaldas?ㅡsoltó entre dientes.

Puta. Pudo decirle mujer o persona, pero de la voz masculina tenían que salir esos 4 sonidos. Puta.

ㅡYo la dejé acercarse y no tiene nada de maloㅡme puse de pie y caminé a la puerta, cansado de esos dos.

ㅡPor supuesto que no, ¿cómo, si son de la misma clase?

ㅡAlanㅡsusurró Hasan, no fue un llamado a callarse, o algo molesto, sino algo mucho más como una regla de etiqueta que algo genuino.

Me giré a mirarlos, pero principalmente a Hasan, esperando a que dijera algo más. Pero él simplemente negó con la cabeza y la sutil sonrisa del secretario fue el colmo. Ambos se sentaron, listos para continuar con su importante trabajo como si nada.

ㅡDespídelo, Hasanㅡdije.

ㅡ¿Qué dices?ㅡlos dos pares de ojos parecían preguntarme eso con un toque de ironía e incredulidad. Qué horror, el doncel está histérico.

ㅡNo es la primera vez que me insulta y tú lo has dejado pasar.

ㅡYeonjun, no voy a despedirlo solo por eso.

ㅡNo soy solo yo, ¿no escuchas bien o qué? No puedo estar tranquilo sabiendo que alguien así está en un cargo tan alto.

ㅡYeonjun, por favor, tenemos que trabajar.

ㅡ¿Qué mierda está mal con todos ustedes?

ㅡ¡Yeonjun, sal de aquí, por favor!

No iba a llorar enfrente de ellos, así que solamente abrí la puerta y salí. Había sido tan humillante.

Las cosas no podían quedar así.



En la fecha de cumpleaños de Hasan era costumbre, desde que nos conocimos, que los dos solos comiéramos un pastel de chocolate que yo sabía hacer. Por supuesto ese año fue el que acabó con la tradición.

Aún así hice el pastel. Por la mañana pude ver cómo dudó y su cara reflejó su expresión de niño culpable, sin embargo solo murmuró que no lo esperara despierto y salió rápido, huyendo.

En la tarde fui a casa de Taehyun, porque queríamos estar en un lugar privado que no tuviera cámaras y mi hogar incumplía los requerimientos. Me recibió con su misma sonrisa de siempre y me ofreció unos bocadillos que su perro robó silenciosamente del plato. El departamento gritaba totalmente la clase de persona que era el escritor, pero destacaron dos cosas: era increíblemente cálido y, a juzgar por prendas y otros objetos que no parecían de él, Taehyun no vivía solo.

ㅡEntonces te insultó indirectamenteㅡdijo Taehyun cuando se sentó a la mesa conmigo.

ㅡFue muy evidente para todos.

ㅡQue se jodaㅡmurmuróㅡ. Desde que me lo comentaste en la mañana hablé con unos profesores de la universidad que también enseñaron en su colegio caro; el tipo es una mina de oro.

ㅡ¿A qué te refieres?

ㅡUna estudiante de primer semestre intentó ponerle una denuncia cuando él estaba a punto de graduarse, pero la ignoraron.

Arcanum [Soojun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora