De la única cosa que Anthony Stark quería huir con todas sus fuerzas era de la predestinación, pero para bien o para mal, está le alcanzaría para cambiar completamente su vida y su perspectiva sobre ella.
🔺 Mención IronStrange [de aquí surge la tra...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pulcro pasillo color blanco era cegador.
Steve sintió los minutos convertirse en horas mientras sus propias uñas rasgaban sus nudillos, tornándolos rojos casi al punto de sangrar.
Después de sacar a Anthony del edificio, y llevarlo al hospital más cercano cuando su propio conocimiento le indicó que su aspecto y desmayo se debía probablemente al inicio de una descompensación por no dormir ni alimentarse correctamente, cuando llegó a la sala de emergencias le fue arrebatado, con miradas cargadas de reproche y ni que decir del sermón de las enfermeras que casi lo echan del lugar al considerarlo un Alfa cruel por el estado en el que llevaba a su Omega.
Porque sí, su lazo de Mates, era percibido por otros. ¿Cómo es que era posible? Bueno, una vez leyó que se debía a que uno desprendía el aroma del otro, literalmente. Como si se tratara de una marca.
Steve se olfateó a sí mismo, y para él, el aroma a sándalo amaderado era el único sobre si, así que no entendía si era verídico lo que leyó, o realmente se percataban de ello por otra cosa.
—¿Alfa Steve Rogers? — Steve reconoció la voz como la del médico que recibió a Anthony.
Inmediatamente se puso de pie para recibir otro regaño por parte de este, así como también un par de indicaciones de los próximos cuidados que debería seguir al pie de la letra, y una amenaza implícita en ellos acompañada del pase para entrar a ver a Anthony.
Abrió la puerta haciendo el menor ruido posible, cuando sus ojos azules se posaron sobre el cuerpo dormido del Omega se apresuro a entrar con sigilo hasta llegar a su lado.
Escuchar su respiración acompasada y percibir su tenue aroma a melocotones, le hizo suspirar finalmente tranquilo.
Con cuidado de seguir sin hacer demasiado ruido, tomó la silla detrás de él y se sentó. Sin apartar la mirada de Anthony.
Los suplementos que le habían dado, según palabras del médico, estaban haciendo un buen efecto. Su piel se veía un tono menos pálida y se maldijo internamente por no poder evitar que su de por sí ya descuidado estado, decayera hasta este grado.
Debió haber hecho más. Esforzarse e insistir..
Si tan solo hubiera caído en la realización de que son Mates mucho antes, esta hospitalización no hubiese sido necesaria.
Pero, ¿cómo hacerlo? Él era un Alfa defectuoso. Su padre siempre se gasto en recalcarselo desde que descubrió su inclinación por los de su misma casta.
