Episodio 4

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'Medida de seguridad.'

La súplica silente brillaba en el único ojo del hombre

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La súplica silente brillaba en el único ojo del hombre.

—Está bien, lo haré. — Steve se rascó el cuello.

Fury suspiró un poco más relajado.

—Solo es una medida de seguridad, Steve.

—Lo sé, la última cosa que quiero es hacerle daño a Anthony. — murmuró.

Ahora entendería lo que Natasha padeció al usar el collar de adiestramiento antes de poder adaptarse a su atracción por su hermano; el primer y último Omega que le interesaría en su vida.

Aún recordaba su proceso de aceptación.

Casi la mata dos veces en ese tiempo.

Esperaba que la suya no fuera así de ruda, especialmente porque Anthony estaba embarazado… de otro Alfa.

El suyo gruñó en su interior ante el pensamiento.

—Agradezco que lo entiendas. Él es un Omega necio pero es bueno. Tal vez está de más decirlo pero cuida correctamente de él. Confío en ti para ello. — Steve asintió, el reproche implícito de forma sútil lo hizo sentir aún más culpable.

El permitir que la condición decaída de Anthony empeorara era su primer fallo como Alfa de apoyo, y como Mate. Si bien el Omega se encontraba fuera de riesgo ahora, no podía permitirse una cagada así de nuevo en el futuro.

—Tambien deberías considerar llamar a Carter. — sugirió repentinamente y Steve suspiró.

Eso...

—Señor Rogers, puede pasar. — la médica que le atendería informó.

—Un paso a la vez. — siseo hacía Fury como respuesta, antes de abandonar su lugar recargado en la pared y entrar al consultorio.

 — siseo hacía Fury como respuesta, antes de abandonar su lugar recargado en la pared y entrar al consultorio

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Anthony seguía mirando la puerta.

Incluso después del chequeo y durante la comida, amenizada por una breve charla iniciada por la enfermera, sus ojos no se despegaron de la reluciente puerta color caoba que sentía llevaba demasiado tiempo —al menos para su agrado— sin abrirse de nuevo y dejar ver al Alfa con el que tenía cosas que hablar y tal vez, un trato que realizar.

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